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El histórico y popular Abel Caballero no se presenta ni tiene lista del PSOE

El alcalde más votado y popular del PSdeG en Galicia no hace campaña ni defiende al candidato de su partido

Javier Casqueiro
El alcalde de Vigo, Abel Caballero.
El alcalde de Vigo, Abel Caballero.OSCAR CORRAL

El candidato del PSdeG para la Xunta de Galicia, Xaquín Fernández Leiceaga, ha estado este miércoles en un acto con empresarios en Vigo, la ciudad más poblada de Galicia (300.000 habitantes) y gobernada por mayoría absoluta muy sobrada por un alcalde socialista (17 concejales frente a siete del PP y tres de Mareas). No han coincidido ni se han llamado. El regidor estaba, como siempre, en su propia campaña local despidiendo en el aeropuerto a un contingente de 420 adolescentes camino del Reino Unido con una beca municipal de 2.500 euros para aprender inglés durante un mes.

“Mandamos a estudiar inglés a Inglaterra, Escocia o Irlanda más niños que toda Cataluña”, presumía Abel Caballero ante los padres y votantes de clase media que se desprendían en el aeródromo de Peinador como podían de sus vástagos. Este jueves se marchan con mucha ilusión y una sudadera roja con el lema "Vigo en inglés" los escolares del instituto público de Santo Tomé. Los padres no hablan de ideologías ni de qué se vota el domingo en las elecciones autonómicas. Baldo, María José y Merche valoran que es una gran idea. Sus niñas no reconocen aún a Caballero pero danzan alegres por la cola de embarque.

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Desde 2009, fecha en la que arrancó el programa, más de 3.000 estudiantes se fueron a Inglaterra e Irlanda becados por el Ayuntamiento de Vigo. La inversión ronda los 7,5 millones de euros y está volcada en estudiantes de 3º de la ESO de centros educativos de la ciudad apoyados por fondos públicos, así como a estudiantes de la Escuela Oficial de Idiomas local.

“Les vendrá bien, ya veréis, el único problema es con la comida, pero yo fui en su día varios años y ahora soy el alcalde de Vigo”. Para Caballero eso es lo más que se puede alcanzar en política y ahora, lo de menos, es que su partido se la juegue el domingo en Galicia y probablemente en España con un resultado que todos los sondeos vaticinan muy malo. “No es mi candidato, no es mi lista y no me han pedido mi opinión ni mi ayuda”, resume el alcalde con gran malestar sus razones para estar ajeno de esa caravana electoral.

El aspirante socalista a la Xunta ha ido tres veces a Vigo en esta campaña y solo se vio con Caballero el día que fue el secretario general, Pedro Sánchez, porque al primer edil le convocaron desde la dirección federal en Ferraz. Caballero apenas conoce a Leiceaga, que proviene de un mundo próximo al BNG y ha hecho carrera en Santiago entre refriegas internas. Leiceaga salió vencedor en las últimas primarias, este verano, tras la enésima crisis del PSdeG y con poco tiempo para darse a conocer. Caballero fue ministro de Felipe González y hasta candidato en 1997 a la Xunta pero a sus 70 años ya solo quiere ser alcalde hasta sus últimos días: “Es mi vida, me veo así muchos años, y solo tengo un objetivo por encima incluso de mi partido: Vigo”.

En su afán por dominar y pelear por su ciudad Caballero presentó una lista para la provincia de Pontevedra a la Xunta que ganó con el apoyo de 14 de los 17 alcaldes y de la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, su alter ego. Eran cinco puestos con gente de su confianza. El comité nacional de listas alteró ese proyecto y sin avisar ni negociar retiró tres de esos nombres y metió dentro a su sobrino Gonzalo Caballero, con el que no conecta políticamente hace años aunque le introdujo la vena socialista en su infancia durante las visitas a su casa de González, Javier Solana y otros históricos. Caballero cree que fue una revancha de Sánchez y su entorno por su proximidad a la andaluza Susana Díaz. La lista socialista por Pontevedra ya no es suya y por lo tanto no hace campaña en Galicia pero el martes sí estuvo dando una charla en Sevilla, llamó a Díaz y hasta la piropeó por un foto en la vendimia.

De regreso este miércoles a Vigo ha retomado su peculiar y popular conexión con la calle y los votantes, que no cesa en ningún momento desde que sale elegido en las urnas y que no tiene descanso durante todo su mandato: "Llevo 10 años sin vacaciones, esta es mi vida, lo que más me llena y lo que me gusta".

A las ocho de la mañana despedida en el aeropuerto a una batida de escolares camino a Londres, despacho, firma de convenios, otra vez aeropuerto para más salidas a Inglaterra, media hora de rueda de prensa diaria con los medios locales, despacho, firma, comida de trabajo, despacho, partido del Celta y el Sporting. Fotos, apretones de manos, saludos. Este jueves, como todas las semanas, programa propio en la televisión de Localia abierto a los ciudadanos. En sus declaraciones se mete con el presidente Alberto Núñez Feijóo y con la potente Zona Franca del puerto ahora en manos del PP pero sin aludir a la campaña gallega y siempre con la mente puesta en las municipales de 2019: quiere acaparar el 60% de los votos y superar entonces los 30 puntos de distancia que ya saca ahora a Sánchez en su ciudad.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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