El PP alaba el “sentido de Estado” de Rivera y agradece la presión al PSOE

Se dirigieron todo tipo de reproches en campaña. Uno llegó a pedir la cabeza del otro, pero Mariano Rajoy y Albert Rivera unen ahora sus fuerzas para presionar al PSOE y lograr un acuerdo de investidura. El PP, que durante meses ninguneó a Ciudadanos y a su líder — “pichón”, “Naranjito”— y se burló de su acuerdo de 200 medidas con Pedro Sánchez, agradece ahora la tribuna de Rivera en EL PAÍS —“A mis compatriotas socialistas”— en la que les pide que rompan el bloqueo político. “Ciudadanos es un partido responsable, con sentido de Estado, que ha presentado unas condiciones asumibles para negociar su apoyo en la investidura”, afirma Pablo Casado, vicesecretario de comunicación popular. “Creo que en las filas socialistas también hay sentido de Estado, aunque la actual dirección se haya instalado en el no”.

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Rivera llama a los socialistas a evitar terceras elecciones y trabajar juntos desde la oposición para forzar al PP a “las reformas, la regeneración y el control a la corrupción que nunca ha querido hacer”. El líder de Ciudadanos incorpora en su tribuna reproches al PP: vuelve a decir que Rajoy “no es el adecuado para liderar la nueva etapa” y afirma que cuando declinó el encargo del Rey el pasado enero “provocó una crisis institucional sin precedentes”. Pero los populares prefirieren quedarse con el llamamiento a “los compatriotas socialistas” para desbloquear la situación e ignorar las críticas de su nuevo aliado.

Mientras, desde Pontevedra, donde pasa el puente de agosto, el presidente en funciones, fiel a su parte diario tras la caminata matutina, insistió este domingo en los riesgos de ir a terceras elecciones por falta de acuerdos. “Sería una magnífica forma de que todos hiciéramos el ridículo” y el crédito exterior de España quedaría “muy dañado”, declaró a Efe. Rajoy no quiso desvelar qué piensa de las condiciones de Rivera ni si, tras el Comité Ejecutivo del miércoles, presentará un texto alternativo —muchos dirigentes desean “matizarlas”—. “No hay que adelantar acontecimientos”, se justificó.

El líder del PP ha repetido en varias ocasiones que está dispuesto a gobernar en minoría, aunque preferiría que el acuerdo fuera más allá de la investidura para lograr “un Gobierno estable”. Ciudadanos se niega a entrar en el Ejecutivo y el PSOE insiste en que votará que no a la continuidad del presidente en funciones. Descartada la gran coalición que Rajoy plantea desde diciembre, el PP incorpora a la negociación tres asuntos económicos sobre los que necesita acuerdos una vez haya Gobierno: los Presupuestos Generales del Estado, el techo de gasto, y el cumplimiento del déficit. “En esas tres cosas nos podemos poner de acuerdo el PP, Ciudadanos y también el PSOE”, asegura Casado.

El PP insiste en que “no es tiempo de maximalismos”, sino de cesiones. “Tampoco es fácil explicarle a nuestros votantes que estemos todos los días rogando el apoyo del PSOE después de haber sacado tantos votos de diferencia”, añade Casado. Los populares confían en que quienes apuestan por la abstención en las filas socialistas terminarán imponiéndose en el debate interno del partido una vez que Rajoy sume los 32 votos de Ciudadanos para su investidura.