El PSOE compara a Iglesias con un “escorpión con aguijón y pinzas”

Quedar por delante de Unidos Podemos es la obsesión del PSOE. Transcurrida casi una semana desde el arranque de la campaña, la estrategia de Pedro Sánchez pasa por movilizar al electorado tradicional que el 20-D no votó y en recuperar a los suficientes descontentos que optaron por Podemos. A eso se resume el presente inmediato del candidato socialista. A mantener la hegemonía en la izquierda y lograr el respaldo suficiente para tener la mayor capacidad de maniobra en los pactos para formar gobierno. El crecimiento del PSOE pasa por su flanco izquierdo, ha quedado patente en el acto principal de su candidato en Málaga, donde las alusiones a Pablo Manuel Iglesias han sido continuas. Con esta fórmula -es el nombre real del líder de Podemos-, el dirigente socialista y los aspirantes a un escaño en el Congreso diferencian a su rival directo del fundador del PSOE a finales del siglo XIX. "Cuando Iglesias se reúne con Teresa Rodríguez es anticapitalista, cuando se reúne con Garzón es comunista, cuando se reúne conmigo es socialdemócrata… Miedo me da que se quede encerrado con Rajoy en un ascensor", ha ironizado Sánchez.

Recibido entre gritos de "¡presidente! ¡presidente!", el aspirante a la presidencia del Gobierno ha recordado a su abuela, votante de siempre del PSOE, que falleció el pasado jueves, justo el día que dio inicio la campaña. “Las convicciones ni se compran ni se venden (…) Uno es lo que vota”, ha referido ante el millar de personas, según la organización, que han llenado el aula magna de la facultad de Derecho de Málaga. “Andalucía está contigo Pedro, y Andalucía está muy fuerte”, ha cerrado filas con el candidato la consejera de Educación de la Junta de Andalucía, Adelaida de La Calle. "Va a haber muchos caminos que perpetúen a Mariano Rajoy como presidente, y solo hay uno que no, y ese cambio pasa por el PSOE", ha advertido Sánchez, para quien "solo hay una cosa peor que cuatro años de Rajoy: cuatro años más".

Miguel Ángel Heredia, cabeza de lista por la circunscripción, ha incidido en las críticas a Iglesias. “No es de fiar, además de aguijón es como el escorpión, que tiene pinzas. Y las maneja estupendamente”, ha señalado, aludiendo así a la sintonía entre el PP de José María Aznar y la IU de Julio Anguita de mediados de los años noventa del siglo pasado. “Cuando vi a Iglesias abrazar a Anguita, llorando, pensaba que habíamos vuelto a 1997”, ha bromeado. Heredia ha definido a la alianza de Unidos Podemos “no como un partido”. “Son 16, una ensaladilla rusa continental donde nadie se fía de nadie… Este partido es más difícil de gestionar que montar un mueble de un catálogo de IKEA una sola tarde”, ha rezongado. Ante la defensa que Iglesias hace de un referéndum en Cataluña y también en Galicia y Euskadi, el diputado andaluz ha concluido que lo que en realidad quiere es “dejar a España en la mitad del territorio”.

Andalucía fue, tras Cataluña y Madrid, la comunidad donde más presencia perdió el PSOE. Los socialistas se dejaron 194.494 votos y tres escaños –de 25 a 22- en su región fetiche, donde siempre han gobernado. En Málaga, aunque se dejó 19.058 votos, mantuvo los tres diputados de 2011, uno menos que el PP y por delante de Podemos y Ciudadanos (dos cada uno de los emergentes). Seis meses después del 20-D, las expectativas son al alza: el PSOE sumaría un cuarto asiento en el Congreso por Málaga a costa de Ciudadanos, según el último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). La mayor muestra de la excepcionalidad de la provincia es que, de acuerdo con el CIS, es la única en la que el PSOE ganaría un escaño respecto a las generales del pasado diciembre.