Ya nos representan
Podemos ha dado un fabuloso brinco hasta aterrizar en el espacio nuevecito, reluciente, de la vieja socialdemocracia

La ligereza y elegancia con que el grupo dirigente de Podemos es capaz de fabricar lo que su intelectual más aplicado, Íñigo Errejón, llamaba una construcción discursiva ha resultado ser exactamente igual a las que han mostrado a la hora de proceder a su deconstrucción. Llevan ya unas cuantas desde que aplicaron para España la célebre dicotomización del espacio público pensada por su maestro Laclau para las repúblicas presidencialistas americanas: gente/casta, arriba/abajo, y así. Les dio estupendos resultados, pero marcó también un límite a su crecimiento: era preciso pactar con alguien de la casta para seguir avanzando. Procedieron, pues, a armar otra construcción, desechando algunas piezas, cambiando la posición de otras e introduciendo otras nuevas, todo con el propósito, plenamente logrado, de fagocitar a quienes, hace un año no más, habían despreciado como pitufos gruñones: Izquierda Unida vale como compañera de viaje, a condición de que unida deje de calificar a izquierda y se diga en masculino y plural. De IU a UP, bingo, otra vez.
Y ahora, tras fundirse en un abrazo lacrimógeno con el exjefe de los pitufos gruñones, Podemos ha dado un fabuloso brinco hasta aterrizar en el espacio nuevecito, reluciente, de la vieja socialdemocracia. Es lo último que a los pensionistas nos quedaba por oír, a nosotros, que en la juventud tarareamos aquella canción de socialdemócrata igual a socialfascista, y luego ya en la primera madurez, escuchamos a los dirigentes del PSOE despreciar a los socialdemócratas por traidores a la clase obrera. Pero almas de cántaro, si la socialdemocracia se entregó, desde Bad Godesberg, atada de pies y manos al capital. ¿Cómo se puede ser anticapitalista, antieuro, antiEuropa, como son los camaradas de IU y venir ahora con la cantinela de la socialdemocracia? Ah, nos dirán sin pestañear: porque la gran hazaña socialdemócrata consistió en pactar con el capital, construir el Estado de bienestar, multiplicar el consumo, trabajar por una Europa unida, introducir una moneda común, y eso, eso mismo, es lo que querían los acampados del 15-M cuando de sus tripas salió aquel grito que ilumina nuestro camino: ¡Ya nos representan!
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Montero sobre la gestión sanitaria en Andalucía: “Moreno quiere coquetear con el copago”
El Papa lamenta en su mensaje de Navidad el sufrimiento de la población de Gaza
Las princesas Beatriz y Eugenia de York se unen a la Navidad real en Sandringham tras el año funesto de sus padres por el ‘caso Epstein’
Mueren dos menores en el incendio de una vivienda en Alhaurín el Grande (Málaga)
Lo más visto
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- Juan Carlos Ferrero: “Más que dolor, siento pena; los finales siempre son tristes”
- Los ‘whatsapps’ de Mazón a Feijóo del día de la dana: “Un puto desastre va a ser esto presi”
- El líder groenlandés responde a Trump: “Groenlandia es nuestro país. Nuestras decisiones se toman aquí”
- La cúpula de Vox votó por unanimidad la destitución de Javier Ortega Smith




























































