Garzón, Colau, la Infanta, el 15-M o Atutxa, en la mira de Manos Limpias
El pseudosindicato liderado por el detenido Miguel Bernad tiene un amplio historial de casos en los que se ha ejercido la acusación popular
Bajo la batuta de Miguel Bernad, detenido como sospechoso de extorsión, amenazas y organización criminal, el pseudosindicato Manos Limpias ha ejercido la figura de la acusación popular para iniciar o participar en numerosos procesos judiciales desde su fundación en 1995. Personalidades del mundo de la política, la justicia e incluso movimientos sociales como el 15-M han estado en el punto de mira de esta asociación ultraderechista.
'Caso Nóos'
Manos Limpias ha ocupado numerosos titulares recientemente por haber sentado en el banquillo a la infanta Cristina y a su esposo Iñaki Urdangarin en el mediático juicio por el 'caso Nóos', que lleva adelante la Audiencia de Palma. El pseudosindicato era la única parte que mantenía la acusación contra la hermana y el cuñado del Rey después de que la fiscalía se retirara. Tras conocer la detención de Bernad, Virginia López-Negrete, letrada de Manos Limpias en el caso, emitió un comunicado en el que señalaba que "solo puede responder" por ella misma, que es una abogada externa y que jamás ha participado en las extorsiones que se le atribuyen al jefe del sindicato.
Los ERE de Andalucía
Unicaja Banco, la entidad financiera más importante de Andalucía, se sometió al chantaje de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc) y Manos Limpias. El banco pagó supuestamente no menos de un millón de euros a diferentes empresas del grupo Ausbanc, presidido por Luis Pineda, a cambio de que Manos Limpias pidiera el archivo de la causa contra su presidente, Braulio Medel, imputado desde 2014 en el caso de los ERE fraudulentos.
Contra el ex juez Garzón
El Tribunal Supremo admitió a trámite en mayo de 2009 una querella presentada por Manos Limpias contra el entonces juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón en la que se acusaba al magistrado de prevaricación por excederse en sus competencias al investigar los crímenes de la Guerra Civil y el franquismo. El Tribunal Supremo absolvió a Garzón, aunque por otros motivos el juez fue posteriormente inhabilitado en 2012: el mismo tribunal le apartó de la carrera judicial por intervenir ilegalmente las comunicaciones en la cárcel de los corruptos de la trama Gürtel con sus abogados.
No había sido el único encontronazo entre Manos Limpias y Garzón. En 2007 el Tribunal Supremo desestimó el recurso de súplica del sindicato de funcionarios Manos Limpias contra el entonces juez de la Audiencia Nacional, al que acusaban de prevaricación en la instrucción del caso del ácido bórico, una sustancia mediante la que se pretendía relacionar a ETA con los autores de los atentados del 11-M.
Denuncia al 15-M
El pseudosindicato ultraderechista Manos Limpias denunció ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional a los responsables del Movimiento 15-M “por delito de coacciones, amenazas, contra las Instituciones del Estado y delito de sedición” por los incidentes frente al Parlamento de Cataluña acaecidos en 2011.
Los escraches de Colau
En abril de 2013 Manos Limpias presentó una denuncia en Fiscalía General del Estado contra la portavoz y cofundadora de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Ada Colau, por considerarla autora de amenazas y coacciones a los diputados, en relación con los escraches promovidos por este colectivo. Tras las elecciones municipales de 2015, Colau fue elegida alcaldesa de la capital catalana. Sin embargo, Manos limpias volvió a presentar una denuncia en contra suya y de sus concejales por el acuerdo de la moratoria de alojamientos turísticos.
'Caso Atutxa'
El Tribunal Supremo condenó en 2008 al ex presidente del Parlamento vasco Juan María Atutxa y los ex miembros de la Mesa de esta Cámara Kontxi Bilbao y Gorka Knorr por un delito de desobediencia a la autoridad judicial por no disolver el grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak, nombre que adoptó Batasuna tras su ilegalización, tal y como solicitó Manos Limpias.
Esta sentencia, que conllevó la inhabilitación del político vasco, dio pie a la que posteriormente se denominaría 'doctrina Atutxa', por la cual en los casos de delitos que no perjudican directamente a terceros —como el de desobediencia de Atutxa—, una acción popular como la del sindicato ultraderechista Manos Limpias puede por sí sola abrir el juicio oral. Esta sentencia ha servido como argumento al pseudosindicato para mantener la acusación contra la Infanta Cristina.
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