Absuelto el exembajador en Finlandia de pagar al servicio con dinero público

El diplomático Marcos Vega Gómez, exembajador español en Finlandia, ha sido absuelto por contratar en 2011 empleadas domésticas, supuestamente de forma irregular, y utilizar fondos públicos para ello. La fiscalía le imputaba los delitos de malversación, prevaricación y falsificación de documento oficial; y pedía que se le impusiera una pena de 10 años de cárcel y 21 años de inhabilitación.

El tribunal presidido por Manuela Fernández Prado considera que el embajador Vega realizó gestiones con el canciller de la embajada para reclutar a dos trabajadoras dispuestas a migrar para realizar el trabajo doméstico, ya que el mercado local no ofrecía posibilidades. Las contratadas fueron localizadas en Filipinas y Yemen. El tribunal ve probado que las dos mujeres fichadas por Vega no tenían relación previa con él. Una de ellas, la procedente de Filipinas, era hermana de la encargada de Recursos Humanos de un hotel del Helsinki. La otra, de nacionalidad yemení, era la esposa del conductor de la embajada de España en Yemen, donde Vega había servido antes de ser trasladado a Finlandia.

El embajador estaba acusado de realizar una selección de personal arbitraria y ajena a los cauces administrativos aplicables. Los magistrados juzgadores destacan que en el proceso de selección participaron otros dos funcionarios, el canciller y una auxiliar de la embajada, que no pusieron objeción alguna a la contratación de las dos empleadas del hogar. Aunque la fórmula elegida para la contratación no era la prevista en las normas, el tribunal entiende que no puede afirmarse que se usara dinero público de la embajada para usos personales del embajador, ya que este “primó las razones de urgente necesidad”.

El exembajador defendió su inocencia durante el juicio, celebrado en la Audiencia Nacional el pasado 4 de abril. "No tenía ningún interés particular en contratar a estas chicas. Ni ninguna relación con ellas", dijo al tribunal. El exembajador aseguró que todos esos cargos respondían a una "venganza". Según mantuvo durante la instrucción, las acusaciones contra él surgen después de que revelase la existencia de una caja b en la Embajada de Finlandia, a la que llegó en 2011 tras cinco años destinado en Yemen. Vega explicó que el entonces canciller, Ismael Medina, le denunció después de que se cerrara esta cuenta "opaca", que utilizaba presuntamente el personal no diplomático para adquirir tabaco y alcohol. Como se trataba de una cuenta abierta como diplomática, el Gobierno finlandés les devolvía después las tasas.