Podemos insiste en su estrategia de diálogo y en el referéndum
El partido cree que la investidura de Puigdemont alienta una “gran coalición”
Podemos se enfrenta a un nuevo equilibrio. Su dirección no quiere renunciar a un referéndum de independencia en Cataluña. Y a pesar de ello teme que las que llama “fuerzas del inmovilismo”, en referencia a PP y PSOE, centren en el conflicto territorial el debate y las conversaciones en el Parlamento, que se constituye el miércoles.
“Los partidos políticos del inmovilismo intentarán hablar solo de Cataluña para no abordar medidas contra la corrupción y desigualdad”, afirmó ayer el número dos de Podemos, Íñigo Errejón. ¿Está dispuesta, entonces, esta formación a renunciar a la consulta catalana como condición previa para facilitar un gobierno del líder socialista, Pedro Sánchez? Pablo Iglesias no cambiará, en principio, de estrategia, aunque el fondo de ese plan coincida con el del futuro Ejecutivo de la Generalitat, que nació de un pacto entre Junts pel Sí y la CUP, y que Podemos rechaza.
¿Por qué? Fundamentalmente, por dos razones. En primer lugar, sus dirigentes se quieren posicionar en el comienzo de la actividad parlamentaria como una alternativa a PP y PSOE, por un lado, y por otro a las fuerzas nacionalistas. Errejón lo expresó así: “Frente al choque de trenes del inmovilismo y el unilateralismo, la única solución es la plurinacionalidad, el referéndum y la fraternidad”. En segundo lugar, Iglesias no se ha mostrado muy partidario de un pacto con Sánchez desde el pasado 21 de diciembre y ha intentado trasladarle toda la presión. Calificó de “decepcionante” la primera conversación con el secretario general socialista. Considera que aún no ha empezado una verdadera negociación, y en su comparecencia en La Moncloa, tras reunirse con Mariano Rajoy, empezó a agitar la hipótesis de una “gran coalición”.
En el Congreso
El nuevo escenario lleva ahora a Podemos a insistir en esa postura. “La investidura de hoy en el Parlament refuerza [la] posibilidad del pacto PP-PSOE”, opinó Errejón a través de su cuenta de Twitter, lo que supondría un “paso atrás sobre el 20-D”. En cualquier caso, la ejecutiva de Podemos ha mantenido desde el pasado sábado una actitud prudente. Ha evitado las comparecencias, a la espera de ver cómo evoluciona la situación.
Es previsible que en las próximas semanas el partido priorice la agenda social sobre el debate territorial, pero no renunciará a ese referéndum que considera única solución al conflicto. Insistirá en esa premisa, fijada en su programa electoral, mientras presiona para formar cuatro grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados —uno nacional y otros tres por Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia—, lo que en opinión de la dirección supone el primer paso para el reconocimiento de la “plurinacionalidad” de España.
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