UPyD se queda fuera del Congreso y se convierte en el gran derrotado

Las encuestas los juzgaron y las urnas los han condenado. Tal y como pronosticaban los sondeos desde hace meses, UPyD ha suspendido este domingo la prueba del 20-D y se ha quedado fuera del Congreso de los Diputados. La formación suma, con el 98% escrutado, apenas 150.000 votos, el 0,61% del total, por detrás incluso del Partido Animalista (con 214.000 apoyos y el 0,87%). "No ha podido ser. Desgraciadamente, no estaremos en el Parlamento", ha lamentado Andrés Herzog, líder de la formación, tras conocer los resultados provisionales que dejan al partido como fuerza extraparlamentaria, por primera vez desde su fundación en 2007 y tras concurrir tres veces a las elecciones generales

Ni el intento de UPyD de reivindicarse como azote de los corruptos, ni sus denuncias contra los medios de comunicación por excluirles de los debates, le han surtido efecto durante la campaña electoral. El partido magenta ha sucumbido este domingo ante la irrupción de los emergentes. Lo mismo que le ha pasado durante todo 2015, un auténtico año negro para sus intereses: en las sucesivas citas con las urnas, la formación ha quedado excluida de todos los parlamentos autonómicos —mantiene un diputado en País Vasco, donde no se han celebrado comicios regionales este año— y ha reducido considerablemente su representación en los Ayuntamientos.

La decepción y las lágrimas han recorrido este domingo la sala de hotel reservada por UPyD en el madrileño distrito de Salamanca. Más periodistas que simpatizantes se acercaron hasta el enclave para seguir el recuento. Ningún dirigente quiso valorar los malos datos que revelaban las encuestas a pie de urna. Y, hasta pasado el 90% del escrutinio, tampoco ninguno ha salido a comentar los resultados.

"Hemos hecho un digno papel. Y, viendo el resultado de esta noche, UPyD es más necesario que nunca", ha apuntado Herzog. "Hay un bipartidismo que resiste y es muy probable que, al final, sigan mandando los nacionalistas", ha remachado, entre aplausos y gritos de apoyo de los suyos.

El propio Herzog ya reconoció durante la campaña que la llegada de Ciudadanos y Podemos "descolocó" a UPyD en el mapa electoral e influyó en la "desafección" de los votantes que les habían respaldado a ellos anteriormente. A este fenómeno se sumó la división que sufrió el partido tras los malos resultados electorales. Rosa Díez tuvo que dar un paso atrás. Se celebraron elecciones internas, que ganó Herzog. Y se sucedieron las salidas: Toni Cantó, Irene Lozano y Fernando Maura, entre otros.

Fundado en septiembre de 2007, UPyD concurrió a las elecciones generales de marzo de 2008. Entonces, Rosa Díez logró colarse en el Hemiciclo con más de 303.000 votos (1,20% del censo). En 2011, la exdirigente socialista repitió como candidata y el partido multiplicó sus representantes en la Cámara Baja: consiguió cinco escaños tras sumar más de 1,1 millones de papeletas (4,7%).

UPyD se autocalifica como la fuerza que abrió el camino que conducía al fin del bipartidismo. Pero, este domingo, cede su papel a los emergentes. Tras asistir a un mitin de la formación hace apenas dos semanas, el periodista Javier Rodríguez Marcos escribía: "Es, sin embargo, difícil sustraerse a la sensación de estar oyendo a alguien que llegó antes de tiempo a una verbena en la que nadie te saca a bailar. ¿Sería algo así el último gran acto público del CDS de Suárez?". Para UPyD, de momento, la fiesta se ha acabado. Queda por ver si vuelven a invitarlo.

La noche de este domingo ha dejado otro gran derrotado. Josep Antoni Duran i Lleida, cabeza de lista de Unió, se queda fuera del Hemiciclo tras formar parte del mismo durante seis legislaturas no consecutivas. Aunque, hasta ahora, siempre había concurrido en coalición con Convergència. Con el 98% escrutado, también se quedan fuera del Congreso: BNG y Geroa Bai.