El PSOE se conjura para contener a Podemos el 20-D

Podemos se ha convertido, conforme avanza la campaña, en la obsesión del PSOE. La prioridad de los estrategas de la campaña de Pedro Sánchez ha dejado de ser Ciudadanos, que se nutre del electorado más moderado de los socialistas y cuya competencia creen bajo cierto control en Ferraz. El cuidado del flanco izquierdo ocupa al candidato y a dirigentes como Felipe González, que en cada mitin incide en el vínculo de los fundadores del partido emergente con el régimen de Venezuela. “Mientras Podemos pide el voto para ganar al PSOE, nosotros somos un partido de Gobierno y lo pedimos para derogar la reforma laboral”, incidió Sánchez en Murcia.

Un argumentario para consumo interno del PSOE al que ha tenido acceso EL PAÍS califica el programa de Pablo Iglesias de “ambiguo, irresponsable e incoherente y que solo mejora cuando copia las propuestas del Partido Socialista” y refleja en qué votantes ha concentrado Sánchez su atención en el tramo final de la campaña. Los autores del informe inciden en las “contradicciones, populismo y demagogia” del partido morado, que ha subido dos puntos según la encuesta de Metroscopia publicada el lunes por este diario.

“¿Qué propone realmente Podemos? ¿Qué modelo de país tiene realmente? ¿Qué proyecto defiende? Lo que aseguran hoy fue criticado hace meses, lo que dijeron hace meses lo olvidaron en la campaña”, arranca el documento de 11 páginas elaborado por los analistas de Ferraz, que advierten que su rival “quiere aparecer ante la opinión pública como el partido heredero del 15-M y de las mareas, arrogándose la representación de millones de ciudadanos indignados”. Una declaración de intenciones que, para el PSOE, se aleja de la realidad: “Ni todo el movimiento ciudadano de izquierda está en Podemos ni todo el que está en Podemos proviene de movimientos ciudadanos”.

El argumentario del PSOE, entregado la semana pasada a todos los candidatos al Congreso y el Senado, recalca en sus primeros párrafos cómo Iglesias “ha puesto Venezuela como ejemplo de democracia”, ha propuesto el impago de la deuda pública y también ha afirmado que el debate político izquierda-derecha “es falso”. Todo, con el “propósito de pescar en dos aguas”, lo que ha llevado, entienden en el PSOE, al candidato de Podemos a “evitar todo problema de fondo”. “Utiliza el populismo y la demagogia en las propuestas económicas y además no les salen las cuentas mostrando un profundo desconocimiento de la situación de nuestro país”, sentencia el documento de trabajo.

El PSOE llega a definir la ideología de Podemos de “puro marxismo”, en alusión, por sus cambios en el discurso en el último año y medio, al cómico Groucho Marx por su cita de “estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros”. Por ejemplo, los socialistas cuestionan que Iglesias se presente “como el guardián de las esencias” cuando hace poco Podemos pedía la supresión del Senado “y hoy ya no la propone”. “Hace poco planteaba la jubilación a los 60 años; hoy la formula para los 65 años. Atrás quedaron también sus arengas a favor del impago de la deuda…”, son otros ejemplos sobre las idas y venidas en el programa de la formación de reciente creación. El tránsito de Podemos hacia la “moderación” es, para los expertos del PSOE, “fruto del oportunismo y muestra que el partido de Iglesias cambia de convicciones sin problema”. Las “vaguedades” en el programa territorial a las que alude el argumentario y la defensa del referéndum de autodeterminación para Cataluña han sido muy criticadas por González, que el martes en Badajoz, en su único mitin con Sánchez, calificó la propuesta de “frívola”.

En cuanto al programa económico de Podemos, se basa en un aumento del gasto público de alrededor de 96.000 millones de euros respecto al Programa de Estabilidad del Gobierno remitido a Bruselas que los analistas del PSOE tachan de “inviable”. “No parece realista pensar que Bruselas vaya a aceptar incumplimientos tan elevados del déficit y la deuda pública”, finalizan.