El PSOE que llama a su puerta
La campaña de los socialistas para recoger votos uno a uno con 50.000 voluntarios se ha afanado en movilizar a su electorado visitando siete millones de hogares
Chelo Moreno está jubilada, pero no le preocupan las pensiones sino las medidas que los partidos proponen para los pequeños empresarios como sus hijos. Es una de las indecisas que engrosan esa incertidumbre electoral que supera el 40% según el CIS. “Estoy esperando a que me convenzan”, dice en la entrada de su casa. Esta es una de las siete millones de puertas que ha tocado el “Equipo del cambio” del PSOE. Esta campaña nacional puerta a puerta es inédita en España: 50.000 voluntarios han recorrido el país en parejas desde mediados de octubre explicando el programa socialista, pero sobre todo, insisten, “escuchando a la gente”.
Son las siete de la tarde en el municipio de Torrelodones, a 35 kilómetros de Madrid. Hacer campaña aquí, donde el PSOE sacó un concejal y algo más del 5% de los votos en las últimas municipales, es cruzar las líneas enemigas. A Juan Ignacio Díaz Bidar, número 13 de la lista por Madrid y dos veces candidato a la alcaldía del pueblo, le acompañan media docena de voluntarios con bolsas rojas repletas de folletos informativos y mucho ánimo.
El día elegido para las elecciones, a las puertas de la navidad, no es casual. “El PP no quiere que la gente salga de casa a votar. No es lo mismo recorrerse un municipio con 20 grados que con -5”, comenta Naxalli Lozano, una de las responsables de la campaña de movilización.
La eficacia del “puerta a puerta” es de uno a 14 frente a otros métodos
El ingenio de los voluntarios supera cualquier dificultad: en muchos pueblos si no encuentran a la gente en casa se van a buscarlos al bar a la hora del café. “Es imposible que pares a la gente en la calle cinco minutos con estas temperaturas”, reconoce. Lo que busca la campaña puerta a puerta, explica, es precisamente movilizar a la gente; no tanto convencer de votar a un partido, como informar y acercarse a los votantes. “Hay muchas personas que se sienten ignoradas por los partidos y les gusta cuando te aproximas y les escuchas”, afirma.
El PSOE se muestran esperanzados en capitalizar gran parte de la bolsa de votantes abstencionistas o indecisos
Si los voluntarios no tienen respuesta a alguna pregunta, se recogen sus datos y se le remite información o a alguien del partido que pueda darle respuesta. Las parejas suelen ser de hombre y mujer, e intergeneracionales. “No sabemos con qué personas nos vamos a encontrar y es bueno que haya distintas sensibilidades”, comenta Mariló Jiménez, una voluntaria que ronda los sesenta años y ya es veterana en estas lides. En Torrelodones, la agrupación ya había organizado este tipo de iniciativa en las municipales y aseguran que funciona. En 2011 mejoraron los resultados que pronosticaban las encuestas. “Es una forma buenísima de conocer las preocupaciones de la gente”, cuenta Díaz Bidart mientras conduce su coche por las calles del pueblo.
Tras de un rato de conversación Chelo Moreno tiene respuesta a algunas de sus preguntas. Pero esta mujer de pelo rubio y sonrisa amable no da rápido su brazo a torcer. En medio de la enumeración de las medidas que propone el PSOE espeta a los voluntarios con algo de sorna: “El otro día estuvo flojillo [Pedro Sánchez, en el debate de Atresmedia]”. Los voluntarios se van a la siguiente puerta sin saber si tienen un voto más, pero habiendo dado algunas respuesta que Chelo no tenía sobre el programa socialista.
Movilizar al electorado
Los estudios científicos muestran que el contacto directo con el ciudadano es el método con mayor impacto en la movilización. La eficacia del puerta a puerta es de uno a 14 frente a otros métodos como las llamadas telefónicas que es de uno a 38 o los clásicos folletos, correos o emails que es de uno a 100.000. Los carteles electorales, por ejemplo, son esenciales para la notoriedad del candidato pero no tiene efecto en los votos.
El equipo que ha organizado esta campaña es el mismo que trabajó con el partido socialista francés en las presidenciales de 2012. El voto a François Hollande se incrementó un 3% en las secciones electorales en las que se llevó a cabo la campaña -en aquella ocasión tocando cuatro millones de puertas-. Este impacto no es extrapolable directamente a la situación española porque no se trata de una segunda vuelta entre dos candidatos, pero en el PSOE se muestran esperanzados en capitalizar gran parte de la bolsa de votantes abstencionistas o indecisos, que las encuestas situan en torno al 40% del electorado y que pueden decantar el resultado del domingo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.