Las mujeres encabezan solo una de cada tres listas del 20-D
Ciudadanos y PP son los partidos que menos mujeres llevan en sus candidaturas
Solo el 34% de las candidaturas presentadas en las 52 circunscripciones electorales por las grandes formaciones (PP, PSOE, Ciudadanos, Podemos y Unidad Popular-IU) está encabezado por mujeres. Desde 2007, la ley impone mantener un mínimo del 40% de los puestos para cada sexo, en tramos de cinco diputados. Los partidos cumplen con este porcentaje, pero las listas, publicadas el pasado miércoles en el BOE, se han confeccionado de tal manera que es menos probable que las mujeres ocupen un escaño en el Congreso.
No todos los partidos siguen el mismo patrón. En los extremos se sitúan PSOE y Ciudadanos. Los socialistas, que adoptan una política de listas cremallera en la que se suceden cada dos puestos hombre y mujer, indistintamente, presentan 26 candidatas como cabezas de lista, el 50%. "La ejecutiva de Pedro Sánchez ha querido extender [la paridad absoluta] no solo al 50% de las candidaturas sino a los cabezas de lista. Es la primera vez que se hace en la democracia", afirma Carmen Montón, secretaria de Igualdad de la ejecutiva socialista.
El partido de Albert Rivera es el que menos mujeres tiene: solo una de cada cinco números uno de la formación naranja es mujer. Desde Ciudadanos explican el porqué de su bajo porcentaje: "Como tenemos primarias y son los afiliados los que votan a los dirigentes no miramos el sexo. Estamos en contra de las cuotas porque es un instrumento que no premia la meritocracia y va en contra de la igualdad", subraya Francisco Hervías, secretario de Organización.
En esta legislatura los varones ocuparon dos tercios del Congreso frente al 36% de mujeres. Una infrarrepresentación de 15 puntos
Unidad Popular-IU, con 14 mujeres en primera línea (el 27%); el PP, con 18 (el 35%); y Podemos, con 19 (el 37%) están a medio camino entre ambas. En Unidad Popular-IU también justifican con las primarias sus bajas cifras. "No podemos controlar que el resultado de la votación sea paritario, pero sí lo corregimos con las listas cremallera", manifiestan fuentes del partido. La formación emplea este recurso, aunque no se cumple de forma absoluta en todas sus listas.
La población de España se divide entre un 49,1% de hombres y un 50,9% mujeres. En esta legislatura los varones ocuparon dos tercios del Congreso frente al 36% de mujeres. Una infrarrepre-sentación de casi 15 puntos. La norma obliga a presentar ternas paritarias, pero el orden de los candidatos es clave: los puestos de salida, en los que los partidos prevén obtener escaños, están copados por hombres y reducen las posibilidades de las mujeres al situarlas en las últimas posiciones. Sandra Moneo, secretaria de Igualdad del PP, coincide en que la distribución de las listas es determinante: "Me gustaría que nuestro porcentaje fuese más alto, pero es el reflejo de las estructuras de los comités provinciales. Hay que intentar que la política no sea una zona limitada a la mujer. A veces lo es por falta de conciliación u otras cuestiones".
Brecha de desigualdad
El politólogo Pablo Simón aventura que la brecha de desigualdad durante la próxima legislatura, si se cumplen las previsiones de las encuestas, será mayor por la entrada de partidos emergentes, como Ciudadanos y Podemos, en una Cámara baja muy fragmentada. Estas formaciones, cuyas listas lideran en mayor proporción hombres que mujeres, aspiran a arañar a las formaciones tradicionales algún escaño en las circunscripciones pequeñas y medianas, lo que explica que el Congreso que salga de las elecciones del 20 de diciembre, según Simón, será "uno de los más masculinizados, pese a la ley de paridad".
Si se examina circunscripción por circunscripción, se observa que el 84% de las provincias tiene más hombres que mujeres como cabezas de lista. Solo ocho de las 52 demarcaciones (50 provincias y dos ciudades autónomas) presentan más candidatas como número uno: Asturias, Córdoba, Jaén, Badajoz, Pontevedra, Guadalajara, Toledo y Ciudad Real. En cinco circunscripciones, incluso, no hay ninguna mujer en la primera fila: Baleares, Tarragona, Soria, Ávila y Madrid, lista en la que se presentan tradicionalmente los candidatos a la presidencia del Gobierno.
Castilla y León, que reparte 32 diputados en nueve provincias, es el más claro ejemplo de cómo el sistema de reparto y la posición relegada de las mujeres redunda en una representación inferior a la real. En esta región, tan solo el PSOE presenta a cuatro mujeres liderando candidaturas: el 44%. El resto de partidos esconde a sus candidatas a partir del segundo o tercer puesto. Ciudadanos, de hecho, no presenta ninguna mujer encabezando una provincia. El PP, solo una. Unidad Popular-IU, tres y Podemos, dos.
Han transcurrido dos elecciones generales con la ley de igualdad en vigor, pero la representación femenina no se ha incrementado. Se mantiene en cifras de 2004. Los comicios del 20-D serán los más abiertos desde la Transición. Pero hay algo que no cambiará: seguirá habiendo menos mujeres en el Congreso.
Ada Colau cierra la candidatura de Podemos en Barcelona
La suma de los candidatos de los cinco principales partidos para ocupar los 350 escaños del Congreso —en Galicia y Cataluña, Podemos y Unidad Popular-IU se presentan conjuntamente— refleja una mayoría de hombres, 867 (el 51,6%), frente a 812 mujeres (el 48,4%). Podemos es el partido que más mujeres incluye en sus listas, 181 (el 51,7%). El PSOE cumple igualdad absoluta por cada sexo, 175 (el 50%), casi como Unidad Popular-IU, 176 mujeres (el 50,3%). En el otro extremo, el PP, con 163 (el 46,6%), y Ciudadanos, con 156 (el 44,6%), son los partidos que menos mujeres incluyen. En la circunscripción de Barcelona destaca un nombre, el de la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, que es la última en la terna de Podemos. No es un caso aislado porque, aunque las candidatas no suelen abrir las listas, sí suelen cerrarlas (el 54%). El PP lidera esta clasificación, con un 64%.
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