Cae ‘la banda del 4x4’

Llevaba semanas aparcado a la puerta de un Novotel en las afueras de Madrid. Se trataba de un Land Rover Sport con matrícula española, pero con el volante a la derecha. El coche llamó la atención de los trabajadores del hotel que llamaron a la policía. La investigación de la matrícula llevó a los agentes hasta Málaga, donde el conductor correspondiente vivía tranquilamente con su coche de idéntica numeración. La placa había sido doblada.

Corría el mes de febrero pasado y los análisis realizados en el coche pusieron a los agentes del Grupo del Tráfico Ilícito de Vehículos de la Brigada Central de Crimen Organizado sobre la pista de varios ciudadanos búlgaros con residencias en Madrid y Alicante.

“Estaban perfectamente organizados”, explican fuentes de la investigación. “Unos sustraían los vehículos, otros falsificaban la documentación y las matrículas, otros ejercían de comercializadores buscando potenciales compradores en Europa del Este y Oriente Medio. Por último, varios conductores, realizaban el viaje transfronterizo para llevar el coche hasta su destinatario”, cruzando por los pasos fronterizos de La Junquera y dándoles salida desde el Puerto de Ancona (Italia).

En total, en la llamada operación Jerjes han sido detenidos 14 ciudadanos búlgaros de unos 40 años a los que se acusa de pertenencia a grupo criminal, contra el patrimonio, de falsedad documental y contra la seguridad del tráfico. También se han intervenido 20 de esos vehículos.

Llevaban años asentados en España y poseían permiso de residencia. Pese a actuar sin ejercer ningún tipo de violencia, todos cuentan con antecedentes penales por delitos contra el patrimonio y uno de ellos, incluso, tenía una Orden Europea de Detención y Entrega por Macedonia donde estaba acusado de un homicidio. Conformaban una organización tremendamente activa, con años de funcionamiento y superespecializada. Su desarticulación se ha hecho notar: “Han bajado significativamente las denuncias de robos de esa clase de coches en España”.

Elegían perfectamente a sus víctimas, perseguían exclusivamente esos modelos de coches que en el mercado tienen un valor de entre 80.000 y 130.000. “Llevaban vidas aparentemente anodinas, en urbanizaciones nuevas del extraradio de la ciudad, con familia y demás”, explican los agentes. Pero no tenían más oficio y beneficio que el de robar vehículos.

Una vez realizado el robo los llevaban a uno de los dos talleres que tenían montados en Torrent (Valencia) y en La Nucia (Alicante), donde les instalaban inhibidores para que no pudiesen ser detectados por GPS, cambiaban las matrículas y les confeccionaban una documentación falsa. En los cinco registros efectuados se encontraron placas en blanco, otras con numeraciones dobladas y permisos de circulación en blanco, además de 3.000 euros en efectivo, varios dispositivos electrónicos de última generación, ordenadores portátiles y documentos y troqueles falsos.

La operación ha sido conjunta con el Grupo II de Crimen organizado de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Alicante y han colaborado también las autoridades policiales de Ancona (Italia).