El voto emigrante busca partido
El PSOE ha ganado entre los residentes en el extranjero seis de ocho elecciones generales Los expertos señalan que el escenario del 20-D es inédito por las nuevas formaciones
Hace casi 30 años, en 1986, los españoles que residían en el extranjero pudieron votar por primera vez en las elecciones generales. El PSOE ganó aquellos comicios y, desde entonces, ha triunfado —entre los españoles emigrados— en otros cinco de los ocho celebrados hasta 2011. El PP, en cambio, ha conseguido quedar primero en solo dos convocatorias. Las elecciones generales del 20 de diciembre tienen, no obstante, características muy diferentes: el censo en el exterior ha pasado de los 257.169 electores de aquella primera vez a los 1.875.272 de hoy. Y, además, las encuestas muestran un escenario inédito —y policromático— con el reparto de votos entre cuatro partidos.
A los españoles en el extranjero apuntan las formaciones políticas cada vez con más énfasis. El PP, el PSOE, Ciudadanos y Podemos han incluido en sus programas electorales propuestas para que los emigrados regresen a una España de más oportunidades. El PP les pide, incluso, "que vuelvan a confiar" en él.
¿Cuál es el perfil del elector español en el extranjero? José Fernández Albertos, politólogo de CSIC, cree que la crisis económica ha marcado un antes y un después. Antes de la debacle, que estalló en 2008 y, como fichas de dominó, fue empujando a los españoles hacia el extranjero, el analista veía tres características en esos electores. Primero, eran más socialistas que la media de los votantes de España; segundo; tendían a votar por el partido que ya estaba en el Gobierno; y tercero, mostraban “cierto retraso” en incorporar las dinámicas que se producían en España.
Los nuevos emigrantes, los de después de la crisis, tienen otro perfil. Por ejemplo, están más conectados con España que sus antecesores. Por un lado, por los avances de la tecnología y las comunicaciones: redes sociales, aplicaciones de mensajería y llamadas gratuitas, además de compañías aéreas de bajo coste. Por otro, porque muchos han salido de España empujados por la crisis. “A grandes rasgos, son personas más preparadas académicamente, con más información de la realidad española, con más contacto con España, más críticas”, resume Fernández Albertos, uno de los autores de Aragón es nuestro Ohio, que dedica un capítulo al voto en el exterior.
El PSOE duplica los votos al PP
El libro, una investigación de 11 sociólogos y politólogos que desgranan las tendencias de voto en España desde la Transición, pone de manifiesto que el PSOE, en las elecciones generales, suele obtener un porcentaje de votos mayor entre los electores fuera de España que entre los electores que viven en el país. Por el contrario, el PP ha obtenido mejores resultados entre los residentes en España que entre los emigrantes.
El PSOE ha ganado en el extranjero seis de los ocho comicios generales celebrados desde 1986 hasta 2011, con cifras que oscilan entre el 40% y 50% de los votos válidos emitidos en el exterior. Solo perdió en 2000 y 2004 frente al PP. Cuando ha ganado, el PSOE ha conseguido más del doble de votos que el PP en la mayoría de las elecciones. De hecho, en 1989, la proporción fue de cuatro a uno. El PP ganó por primera vez en el extranjero en las elecciones del 2000 (con dos puntos porcentuales más que el PSOE) y repitió la victoria en 2004.
La ruptura: la aparición de los emergentes
Aunque las elecciones del 20-D deben ser comparadas con otras generales, los resultados de los comicios europeos del 25 de mayo de 2014 y, con mucha más rotundidad, los autonómicos del 24 de mayo pasado muestran un cambio de tendencia por la irrupción de nuevas formaciones. Podemos ganó en 9 de las 13 comunidades autónomas que celebraban elecciones hace seis meses. "Esto no quiere decir, necesariamente, que se repita el mismo escenario en las generales, pero da una pista de lo que puede ocurrir. Si tuviera que hacer una estimación de lo que pasará en diciembre, yo me fijaría más en las últimas elecciones que en las de 2011, porque el panorama ha cambiado drásticamente y el perfil del votante es distinto", argumenta Fernández Albertos.
Ese perfil muestra, además, a un elector "más reivindicativo y con mucho compromiso democrático", en palabras de Jacinto Lara, uno de los juristas que integran la plataforma DosMillonesDeVotos, presentada para denunciar las dificultades que los emigrantes afrontan a la hora de votar desde la implantación del llamado voto rogado en 2011.
"Ejercer el derecho al voto en el extranjero se ha convertido en una especie de heroicidad porque no cualquiera se anima a pasar por la yincana administrativa que implica rogar el voto", asegura Lara, presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos de España. El sistema —que, entre otros obstáculos, obliga a los emigrados a rogar el voto (comunicar que quieren votar) antes de emitirlo efectivamente— ha generado una abrupta caída en la participación: esta ha pasado de casi el 32% en las generales de 2008 hasta el 4,95% en las de 2011. La participación en los siguientes comicios ha oscilado entre el 2% y el 5%.
Lara cuestiona que el PP no haya tenido "ni la más mínima voluntad política" para modificar la ley electoral y eliminar el voto rogado. "Cuando la participación cayó al 5% fue más que evidente que había un fallo en el sistema. Los datos están ahí y son objetivos. El PP es el único partido con mayoría absoluta para emprender el cambio, pero es muy probable que, en sus cálculos electorales, hayan pensado que eliminar el voto rogado les podía perjudicar".
El jurista de DosMillonesDeVotos destaca, además, una "paradoja": la participación electoral ha bajado abruptamente, a pesar de que el número de electores emigrados y censados ha crecido un 56% en los últimos ocho años, con la masiva emigración de españoles tras el inicio de la crisis, "entre ellos, mucha gente joven que se ha ido por el desempleo juvenil, con cifras cercanas al 50%".
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