18 años tras la pista del asesino
Los pasos de la investigación desde la desaparición hasta la detención del criminal
La Guardia Civil ha detenido junto a la policía francesa al supuesto asesino de la joven Eva Blanco, en 1997, de 17 años. Cuando han pasado 18 años del crimen, el caso parece ahora resuelto. Este es el breve relato de tantos años de pesquisas de la Guardia Civil.
La desaparición. En la madrugada del 20 de abril de 1997, los padres de Eva Blanco Puig denunciaron en el cuartel de la Guardia Civil de Algete (Madrid) que su hija no había vuelto a casa en toda la noche y atribuyeron este hecho, insólito en Eva, a un problema sentimental con su novio, con quien había roto relaciones recientemente. La noche de su muerte, Eva salió con unas amigas a una discoteca del pueblo tras jugar al tenis durante toda la tarde. A las 23.30 decidió regresar. Desanimada porque había roto con su novio, volvió a su domicilio, en la calle de Carmen Conde, de Algete, antes que el resto de sus compañeras. Para volver a su casa utilizó un atajo. Una amiga la acompañó. Un kilómetro antes de llegar a la vivienda, se separaron. Luego, como en otras ocasiones, Eva siguió sola y atravesó un descampado. Allí se pierde su pista. Eran las 23.45. Eva Blanco estudiaba primero de BUP en el instituto local Gustavo Adolfo Bécquer. Era la mayor de tres hermanos y jamás había faltado una noche a su casa, un adosado en las afueras de Algete.
La primera búsqueda. A las dos y media de la madrugada comenzó la búsqueda de Eva. Amigos, vecinos y agentes del instituto armado se movilizaron, en primer lugar, por el interior del pueblo. El primer rastreo se centró en el pueblo, luego se pasó a buscar en la zona colindante con la vecina localidad de Fuente el Saz.
El hallazgo del cadáver. El cuerpo sin vida de la joven fue hallado en una cuneta, en un paraje denominado Las Pesqueras, junto a una rotonda de la carretera M-100 con evidentes signos de violencia. La autopsia reveló que la joven había recibido una veintena de puñaladas repartidas en la nuca, parte posterior del cuello y espalda.
Un pueblo consternado. Más de 2.000 personas se agolparon en la parroquia algeteña de La Asunción de Nuestra Señora para el entierro de la joven, el 22 de abril. El templo estaba abarrotado. Don Juan Carlos expresó, a través del delegado del Gobierno en Madrid, Pedro Núñez Morgades, su solidaridad a la familia de la joven. El Rey pidió al delegado del Gobierno que transmitiera a la familia de Eva Blanco "su más entrañable sentimiento de solidaridad" y su deseo de que "superen estos momentos de dolor".
La autopsia confirma la violación. En marzo de 1999, se levantó el secreto del sumario que pesaba sobre la causa y pudo saberse que la joven había sido violada. Eva Blanco sufrió durante la agresión sexual un desgarro vaginal de unos tres centímetros. En sus órganos genitales se hallaron restos de semen que hasta el momento no han permitido identificar al asesino.
Una prueba de ADN masiva. Miles de vecinos del pueblo se ofrecen para dar su ADN a fin de que pueda ser cotejado con el del semen hallado en el cuerpo de la joven. La Guardia Civil cribó a los voluntarios. El instituto armado cotejó finalmente el perfil genético de 45 personas, entre ellas, familiares de la víctima y varios delincuentes comunes residentes en los alrededores de Algete. Las pruebas concluyeron en febrero de 2001.
"Solo quiero saber por qué". Los padres de la joven, Manuel Blanco y Olga Puig, concedieron una entrevista a este diario en mayo de 2007. "Solo quiero ponerme delante y que me conteste por qué, por qué le hizo eso a mi niña", dijo con furia la progenitora.
La frustración de los investigadores. El expediente 26/97 de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid se había convertido en una espina para el instituto armado. Más de 30 agentes y muchas horas de trabajo no habían dado ningún resultado, pese a que se habían mirado todos los aspectos, por nimios que fueran, para intentar esclarecer el homicidio de la vecina de Algete, Eva Blanco. Habían pasado 10 años.
Un retrato robot. En octubre de 2013, la Guardia Civil difundió un retrato robot de una persona que podría estar implicada en el homicidio. Fue elaborado sobre una persona avistada el día del suceso en las proximidades a la zona donde fue localizado el cuerpo sin vida de la menor de Algete. En aquel entonces, presentaba las siguientes características. Se trataba de un varón de entre 35 y 40 años, con una altura entre 1,70 y 1,80 centímetros, de complexión gruesa (75-80 kilos), con el pelo castaño, corto y de punta en la parte superior; la cara cuadrada y curtida, con ojos negros y hundidos, que vestía una camisa blanca, y jersey de cuello de pico.
La detención del sospechoso del crimen.Este jueves, 18 años después, la policía francesa ha detenido a su presunto asesino en la localidad de Pierrefontaine Les Varans. Se trata de A. C. G., un ciudadano español de origen marroquí afincado en esa población francesa y que había abandonado España en 1999. El arrestado nació 1 de marzo de 1963 en Taza (Marruecos). Durante estos dieciocho años, se han iniciado más de 100 líneas de investigación, en las que se ha solicitado colaboración ciudadana y de los medios de comunicación.
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