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Duro enfrentamiento entre PP y PSOE sobre Cataluña y el Constitucional

Todos los partidos descalifican la reforma del Tribunal y acusan al PP de uso electoralista de la instituciones La proposición supera el primer trámite en el Pleno del Congreso solo con los votos de los populares

Sabino Cuadra, diputado de Amaiur, rompe unas páginas de la Constitución en el Congreso.Foto: atlas | Vídeo: Atlas

El PP se ha enfrentado con dureza en el pleno del Congreso a todos los demás partidos, especialmente con el PSOE, en un bronco debate sobre la reforma exprés del Tribunal Constitucional que permitirá que esta institución suspenda a quien no cumpla sus resoluciones. La reforma urgente ha superado este miércoles el primer trámite con el único voto del PP y el rechazo radical de todos los demás grupos que acusan al partido mayoritario de uso electoral y antidemocrático de las instituciones. Los populares admiten que se trata de hacer frente al desafío soberanista que encabeza Artur Mas en Cataluña.

El trámite se ha convertido en un tenso debate sobre Cataluña, en el que el PP ha descalificado al independentismo y al PSOE; los socialistas han lamentado la pasividad de Mariano Rajoy y los nacionalistas han acusado al Gobierno de criminalizarles.

El PP ha arremetido contra lo que considera tibieza del PSOE en Cataluña y los socialistas han acusado al presidente del Gobierno de despreciar a esta comunidad, "quemar todos los puentes para sacar votos en el resto de España" y "destrozar las instituciones y la convivencia por su interés electoral".

"El PP sin complejos ha decidido instrumentalizar una institución básica en una campaña electoral. A pocos días de las elecciones catalanas se ha decidido la transformación de la naturaleza del Constitucional, desfigurando sus funciones al servicio del comité de campaña del PP y arañando votos aprovechando el desafío independentista", ha asegurado el portavoz socialista Antonio Hernando.

Su tesis y la del resto de grupos es que no es necesario porque ya hay instrumentos suficientes para hacer cumplir resoluciones de este tribunal y porque nunca antes ningún constitucionalista había defendido esta opción. "¿De verdad cree que un solo partido puede cambiar en solitario en 30 días la arquitectura constitucional? ¿No les da vergüenza ningunear así a las instituciones?", se ha preguntado el socialista.

La confrontación ha sido dura porque el portavoz del PP, Rafael Hernando, ha hecho de su intervención inicial un duro alegato contra el proceso independentista en Cataluña y también contra el PSOE por oponerse a la reforma y mantener lo que considera "equidistancia".

La proposición de ley del PP reforma la ley orgánica del Tribunal Constitucional para dotar a esta institución capacidad para suspender en sus funciones a quien no cumpla sus sentencias. Es decir, se trata de hacer que el Constitucional pueda apartar de su cargo al presidente de la Generalitat si no aceptara resoluciones que paralicen sus pasos hacia la independencia. Como ha explicado el portavoz socialista permite "la barbaridad de que el Constitucional pueda suspender al presidente del Gobierno sin procedimiento parlamentario alguno".

El portavoz del PP ha defendido en la tribuna la reforma como una herramienta para hacer frente al independentismo y también a los nuevos partidos. "El grado de desacato ha ido en aumento con el movimiento independentista cuyo objetivo es destruir España, así como los nuevos partidos que dicen que solo hay que cumplir las leyes que uno considera justas", ha añadido.

"Solo deben sentirse amenazados los que pretenden atentar contra los derechos constitucionales y es un freno para los que pretenden atentar contra la unidad de España", ha explicado el portavoz del PP, quien calificó como "tribu" a quienes apoyan el proceso independentista. También ha arremetido contra el PSOE por lo que considera tibieza ante el soberanismo.

Según Hernando, se trata de acabar con lo que llamó "victimismo inmoral del falso agravio", la "incapacidad del tribunal para poder exigir el cumplimiento de sus fallos" y el "envolverse en banderas para no afrontar responsabilidades", porque "a nadie le va a salir gratis los desacatos al Constitucional".

Ningún miembro del Gobierno participó en el debate y solo asistió a una parte sin intervenir el titular de Justicia, Rafael Catalá. El Ejecutivo ha elegido este procedimiento urgente de tramitación parlamentaria que elude los informes del Consejo de Estado, del Consejo General del Poder Judicial y del Consejo Fiscal y que reduce los debates en comisión para que pueda entrar en vigor antes del final de la legislatura y nada más celebrarse las elecciones catalanas del 27 de septiembre.

Para el resto de grupos, el PP “convierte al Constitucional en una marioneta”, “es un acto irresponsable y partidista” y “utiliza los recursos que le otorga la democracia para actuar contra ella, porque lo que proponen esta tarde, tanto en la forma como en el fondo, es profundamente antidemocrático”.

"Dan una vuelta de tuerca más a un tribunal que ya está corrompido, pero no tenemos miedo a su maquinaria represiva", ha asegurado Joan Tardá (ERC).

Aitor Esteban (PNV) ha asegurado que el PP cambia la Constitución por la puerta de atrás y actúa contra "la voluntad y el sentido común de la Constitución". "Han hecho una política de tierra quemada, más excluyente que su partido no ha habido nada", ha añadido.

Joan Coscubiela (ICV) ha afirmado que "el PP es un grave riesgo para la democracia y pone en peligro la convivencia". "Déjennos votar de una puñetera vez", ha concluido.

Para Montserrat Suroca (Unió) "se impone una legislación de excepción". Y para Pere Macías (CDC) “este es uno de los hechos más vergonzosos que ha vivido este Congreso, una irresponsabilidad como es que el PP utilice Cataluña como argumento electoral”.

Rosa Díez, de UPyD, ha defendido que se actúe para frenar el proceso soberanista, pero ha criticado la proposición por entender que no es necesaria la reforma, porque es "chapucera" y porque debe ser el Gobierno el que actúe, sin escudarse en el Constitucional.

El diputado de Amaiur Sabino Cuadra, que vestía una camiseta con la bandera independentista catalana, arrancó en la tribuna páginas de un ejemplar de la Constitución mientras defendía el derecho de autodeterminación. Fue respondido por abucheos y gritos de algunos diputados.

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