Astorga-El Ganso: una etapa blindada del Camino de Santiago
Peregrinos de todo el mundo siguen la ruta en la que desapareció Denise Thiem
Catorce kilómetros separan Astorga capital de El Ganso, una pequeña aldea, parada de peregrinos, al oeste de León. La etapa del Camino de Santiago que pretendía cubrir la turista estadounidense Denise Pikka Thiem el pasado 5 de abril, antes de que se la tragara la tierra, la transitaban este viernes caminantes de todo el mundo, en medio de un aparatoso dispositivo de seguridad. Aún desconocían el hallazgo de un cadáver que la policía cree que es el de la mujer desaparecida.
A Eva, finlandesa de 29 años que pretende llegar como tantos desde León a Santiago en unas dos semanas, la adelantan ocho agentes al trote sobre sus caballos. Un helicóptero sobrevuela la zona y varias tanquetas blindadas de la policía vigilan los cruces de caminos para que la Unidad Militar de Emergencias del Ejército pueda realizar tareas de desbroce en el monte a salvo de curiosos y periodistas. “Sabía por la prensa que había desaparecido hace meses una norteamericana, pero ¿por qué la buscan ahora? Yo también camino sola, pero en la ruta te sientes acompañada de mucha gente que te vas cruzando”, asegura Eva en inglés, apoyada sobre unos bastones de trekking, con las zapatillas de repuesto colgadas al hombro.
En el área de descanso de Santa Catalina de Somoza, en la mitad justa de la etapa, sentadas en los bancos de piedra de un merendero que mira al valle –donde los agentes de la unidad de subsuelo de la policía drenan dos docenas de pozos en busca del cuerpo de Pikka Thiem- reponen fuerzas Britt y Siv, dos hermanas suecas de 62 y 65 años. Es la tercera vez que transitan el Camino: en 2013 empezaron en Saint Jean Pied de Port y el año pasado cubrieron de Logroño a León. Ahora sueñan con llegar a la Praza do Obradoiro. Habla por las dos Britt, la mayor, profesora jubilada: “Cuando oímos las noticias nos preocupamos porque nunca en estos años sentimos ninguna inseguridad, solo gente que te desea 'buen camino'. En cualquier caso, si tienes miedo este es el mejor día para caminar”.
El trecho que recorren es estos días un lugar blindado: 300 efectivos de policía y del Ejército han tomado la zona para escudriñar unas 100 hectáreas de terreno. Difícil hallar un lugar con más densidad de agentes de seguridad por metro cuadrado, como sostienen estas peregrinas.
Que la investigación es prioritaria lo dice el director general de la policía, Ignacio Cosidó, y un solo vistazo al ingente despliegue, que se paraliza sobre las 18.30, cuando llegan noticias de Asturias de la detención de un sospechoso.
A José Carlos, funcionario de 47 años, natural de Vitigudino (Salamanca), dos agentes lo desviaron a mediodía unos metros para apartarlo de una zona que se está inspeccionando. Su meta está en Rabanal del Cabino, también en este trecho de la traza francesa de la Ruta, siete kilómetros más allá de El Ganso.
De algunos postes del sendero, junto a las flechas amarillas que delimitan la Ruta Jacobea, cuelga aún la foto ya muy desgastada por la lluvia, el viento y los cinco meses de espera junto a una leyenda: “Se Busca, Missing Person”.
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