Merkel y Rajoy estrechan lazos durante una escapada campestre
Ambos mandatarios han compartido una cena en un palacete y una caminata por el campo durante la que han hablado sobre asuntos como la crisis migratoria
Un bucólico paseo de seis kilómetros por la ribera del lago Huwenowsee y una cena en el castillo de Meseberg –un palacete a 70 kilómetros de Berlín, utilizado como residencia para huéspedes extranjeros--, donde ambos han pernoctado, han servido al presidente español Mariano Rajoy y a la canciller alemana, Angela Merkel, para estrechar relaciones personales, más allá de su fuerte afinidad política. Merkel, que ha llegado en helicóptero desde la capital federal, donde ha ofrecido por la mañana una rueda de prensa, ha recibido a pie de escalera a su invitado, alérgico a este medio de transporte desde su accidente de 2005, que se ha desplazado en coche oficial.
Tras cambiarse y ponerse ropa cómoda, ambos han echado a caminar a buen paso, seguidos por una cohorte de escoltas y colaboradores, intercambiando comentarios en inglés y deteniéndose para saludar a una familia de bañistas alemanes que se aliviaba del sofocante calor –más de 30 grados—ya que, a pesar de las medidas de seguridad, el paraje no se ha cerrado al público.
Es la segunda vez que Merkel y Rajoy buscan la intimidad e informalidad de un entorno rural para reunirse. En agosto pasado fue la canciller la que visitó a Rajoy en su tierra natal gallega. Ambos son aficionados a pasear por el campo y han institucionalizado estas cumbres peripatéticas, más relajadas que las formales. Lo que no pueden eludir son los retos acuciantes a los que se enfrenta a Europa y, en particular, la crisis migratoria que ha dejado cientos de muertos a sus puertas este verano. Preguntado a voces por los periodistas, mientras caminaban, si estaban tratando este problema, Rajoy reconoció que estaban hablando "de todo eso", pero se remitió a la rueda de prensa que ofrecerán este martes.
Entre Merkel y Rajoy no hay discrepancias en política económica. El presidente español es el más aventajado alumno de la doctrina de reformas y austeridad que predica la canciller y ésta no deja de poner a España como modelo del éxito de sus recetas. Rajoy presumía este lunes de ello en un artículo publicado por el diario económico alemán Handelsblatt.
Más difícil es que ambos coincidan en la forma de afrontar la crisis migratoria: Merkel, agobiada por los 800.000 solicitantes de asilo previstos para este año en Alemania, reclama un reparto equitativo de los refugiados entre los socios; mientras que Rajoy rechaza las cuotas y apuesta por aumentar la cooperación con los países de origen y tránsito de los inmigrantes a cambio de acuerdos de repatriación; una política que a España le ha resultado eficaz, pero de la que no cabe esperar resultados a corto plazo.
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