Perfil del copiloto incómodo

Aunque no manejen el volante, ni pisen el acelerador, ni enciendan las luces; los copilotos alteran la conducción. Así lo perciben, al menos, los automovilistas españoles, según un estudio publicado este lunes por el RACE, que señala que casi el 80% de los conductores se distraen más cuando van acompañados. "Además, en uno de cada cuatro casos en los que hubo un descuido, se produjo después una situación de cierto riesgo. Y un 2% acabó en accidente", remachan los autores del informe, que detallan cuál es el perfil del pasajero "más incómodo": un 36% de los encuestados señala al acompañante "que advierte constantemente de las direcciones y posibles peligros".

El estudio también apunta que un 22% de los automovilistas considera el pasajero más molesto a aquel que "se queja constantemente"; y un 15% a aquel que "toca elementos del vehículo constantemente". "Los menos incómodos son los que no se comunican o se duermen (8%), los que hablan en exceso (9%) o los que gritan o piden poner la música alta (10%)", remacha el documento, elaborado por RACE y dos empresas del sector: BP y Castrol, que han preguntado a 1.444 conductores de entre 18 y 75 años.

Además de describir a los acompañantes, los autores del estudio también han profundizado en las causas que provocan el mayor número de distracciones. Hablar al conductor está detrás del 60% de los descuidos; atender a los niños, del 12%; mirar al copiloto, del 10%; y las discusiones, del 4%. "Un 79,5% de los encuestados reconoce que la presencia de bebés lo distraen; un 73,4% apunta a las mascotas; y un 68,4% a los niños menores de 14 años", subraya el informe.

Según las últimas cifras de la DGT, 288 pasajeros perdieron la vida en un accidente de tráfico en 2013. Además, 1.679 acompañantes resultaron heridos graves y 33.145 leves. "Es vital concienciar del importante papel que juegan los acompañantes en la seguridad vial, ya sea como factor de ayuda o como factor de distracción", recalca el informe, que sentencia: "Familiares, compañeros de trabajo, amigos, niños o incluso las mascotas que viajan con nosotros, influyen en el comportamiento del conductor. Su capacidad para generar despistes, estrés, confusión y nerviosismo puede poner en riesgo la seguridad vial".