Chacón renuncia a liderar el PSOE y se postula para las elecciones generales
La exministra cuelga una carta dirigida a los militantes en una página web
La exministra socialista Carme Chacón ha anunciado esta tarde que no concurrirá a las primarias orgánicas para elegir al próximo secretario general del PSOE, pero sí lo hará a las primarias abiertas (con participación de no militantes) que se celebrarán después para elegir al candidato a las elecciones generales."No seré candidata a ese proceso si es aprobado. No contribuiré a la ceremonia de confusión", dice Chacón, en referencia a las primarias orgánicas y el congreso de julio, en una carta colgada en una web.
Luego añade: "Lo que haré después será trabajar junto con los cientos de afiliados y progresistas independientes que me han acompañado en este período [...] Y trabajaré también para que se convoquen unas elecciones primarias abiertas en las que puedan participar todos los ciudadanos progresistas. Cuando sean convocadas concurriré a esas elecciones".
Chacón nunca había confirmado, hasta ahora, que concurriría a las primarias abiertas del PSOE (que se celebrarán en noviembre, si el calendario no se altera). Cuando hace un año decidió dejar el escaño de diputada e irse a dar clase a una universidad de EE UU dijo que a su vuelta participaría en el proceso de renovación del partido pero que no sabía "con qué dorsal" lo haría: es decir, si encabezando ella una candidatura a primarias o respaldando a otro candidato. Esa misma ambigüedad la repitió hace unos días. Ahora da el paso y anuncia que estará en esa pelea. Y aclara, de paso, que no estará en la otra: la que se librará en julio por el control del partido.
El congreso del PSOE en julio, convocado en principio como un congreso extraordinario en el que un millar de delegados elegirían al sustituto de Alfredo Pérez Rubalcaba tras la debacle electoral de las europeas, será al final, previsiblemente, una mezcla de congreso y primarias orgánicas. Primero habrá una consulta a los 200.000 militantes del PSOE y después los delegados en un congreso la ratificarán. Esa es la fórmula que parece imponerse tras las negociaciones a varias bandas sostenidas por la cúpula socialista en la última semana.
La carta de Chacón es sumamente dura con el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba. Afirma que la lista a las europeas, “decidida” por él y encabezada por su número dos, Elena Valenciano, “obtuvo los peores resultados de la historia” del PSOE; que se negó a dimitir y que “hizo que el PSOE faltara a su palabra con los ciudadanos” al no convocar inmediatamente las primarias (previstas para noviembre). Y que finalmente “sí se sintió legitimado para acordar nada menos que un cambio de estatutos”, al apostar por un congreso con consulta previa a la militancia, “un sucedáneo confuso e improvisado y fraguado fuera de las reglas y los órganos legitimados del partido”.
Este modelo, que hoy aprobará la ejecutiva, es copia del proceso que siguió el PSOE de Galicia, en contra, en un principio, de la ejecutiva federal. Chacón aplaudió entonces la decisión de los socialistas gallegos. “Me alegro especialmente de la decisión que han tomado el secretario general del PSOE y el del PSdG en relación con lo que quiere la gente: apertura y participación”, señaló Chacón en marzo de 2013.
Carta de Carme Chacón a los militantes y simpatizantes socialistas
El 25 de mayo los votantes nos volvieron la espalda. La lista del PSOE, decidida por el secretario general y encabezada por la vicesecretaria obtuvo los peores resultados de la historia. Su gravedad se acentúa porque el desplome electoral del PSOE se produjo en medio de un ascenso del voto de izquierdas.
La respuesta inmediata del secretario general consistió en no dimitir y dejar en suspenso las elecciones primarias abiertas ya convocadas. Alegó que carecía de legitimidad para pilotar unas primarias abiertas pese a estar aprobadas por un Congreso, por una Conferencia Política y convocadas por un Comité Federal. Es decir, hizo que el PSOE faltara a su palabra con los ciudadanos. A continuación, convocó un Congreso Extraordinario clásico. Es decir, el enroque.
Dos días después, el mismo secretario general sí se sintió legitimado para acordar nada menos que un cambio de Estatutos del Partido para que los militantes votasen directamente al nuevo Secretario General.
Los ciudadanos contemplan la situación con perplejidad. Los militantes, con desesperación. Comprendo que traten de aferrarse a cualquier cosa, pero la fórmula aprobada:
- Es un retroceso con respecto a nuestra mejor conquista democrática: las elecciones primarias abiertas, ciudadanas, que ya habíamos aprobado y prometido a la sociedad.
- No proporciona siquiera garantías básicas porque lo que habilita es un referéndum NO vinculante.
En suma, evidencia el propósito de evitar nuevamente a toda costa las primarias abiertas que estaban aprobadas, reguladas y convocadas para sustituirlas por un sucedáneo confuso e improvisado y fraguado fuera de las reglas y los órganos legitimados del partido. Estas maniobras han proseguido después en Castilla y León.
No seré candidata a ese proceso si es aprobado. No contribuiré a la ceremonia de confusión. Y me limitaré a apoyar a los candidatos o candidatas que se comprometan a la celebración de unas elecciones primarias abiertas con fecha cierta.
Lo que haré después será trabajar junto con los cientos de afiliados y progresistas independientes que me han acompañado en este período y a quienes agradezco infinitamente su entusiasmo y su compromiso. Trabajaré desde el partido y en la sociedad. Lo haré por la rectificación de las políticas seguidas en los últimos años y por la recuperación de los valores de una izquierda comprometida con la igualdad y con vocación de gobierno. Y trabajaré también para que se convoquen unas elecciones primarias abiertas en las que puedan participar todos los ciudadanos progresistas. Cuando sean convocadas concurriré a esas elecciones.
Las primarias abiertas no son solo una cuestión de democracia; se han convertido en la única vía de recuperación del partido. Nuestro problema no es interno sino de credibilidad social. Eso significa que si decimos izquierda, debemos hacer izquierda; si decimos primarias, debemos hacer primarias. Hemos perdido la conexión con la sociedad y solo la recuperaremos si demostramos un propósito sincero de rectificación de nuestras políticas, nos abrimos y escuchamos.
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