El fiscal pide 72 años para cuatro etarras por intentar matar a Aznar con un misil

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha reclamado 72 años de prisión para cuatro supuestos miembros de ETA por intentar asesinar al entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, mediante el lanzamiento de un misil contra su avión en tres ocasiones en abril y mayo de 2001, con ocasión de las elecciones autonómicas en el País Vasco. El ministerio público acusa a Luis Ignacio Iruretagoiena, Pedro María Olano, Gregorio Jiménez Morales y Juan María Mujika, de delitos de pertenencia a banda armada, asesinato en grado de tentativa y depósito de armas.

El escrito de calificación de la fiscalía sostiene que Iruretagoiena captó a los otros tres miembros del grupo, que formaron un comando encargado de realizar portes y entregas de lanzamisiles, armas y explosivos para los comandos encargados de ejecutar las acciones armadas. En 2001, ETA decidió asesinar a Aznar y para ello ordenó a los cuatro acusados que acudieran a Francia a recoger el material para el atentado. Según el escrito, el grupo recibió un dispositivo lanzamisiles a principios de ese año y lo ocultaron en un inmueble abandonado propiedad del ayuntamiento de Lizartza (Gipuzkoa), cuyas llaves estaban en poder de Olano.

El 29 de abril, el 4 de mayo y el 11 de mayo de 2001, Aznar acudió a Bilbao, San Sebastián y Vitoria respectivamente a presidir mítines de apoyo a los candidatos del PP al Parlamento vasco. En cada una de esas ocasiones el comando entregó el lanzamisiles a los terroristas que iban a ejecutar los atentados. Sin embargo, en ninguna de esas ocasiones ETA llegó a ejecutar el atentado contra el avión presidencial, supuestamente porque el dispositivo era defectuoso. Al día siguiente de cada acto electoral, los terroristas del aparato logístico recogieron el lanzamisiles y lo volvieron a ocultar en el inmueble de Lizartza.

El grupo encabezado por Iruretagoiena, tras verificar el mal estado de funcionamiento del lanzamisiles, devolvieron el dispositivo a ETA en la Semana Santa de 2002. Según el escrito, en la operación en la que fueron detenidos en 2004 los jefes de ETA Mikel Albisu , Antza y Marisol Iparragirre, Anboto, se incautaron dos misiles tierra-aire del sistema antiaéreo soviético en su tubo de lanzamiento. Uno de ellos “presentaba evidencia objetiva de un intento de disparo”, y todos ellos tenían el número de serie borrado para impedir la localización del suministrador.

En una entrevista en Gara, dos miembros de ETA reconocieron que “los misiles para derribar aviones arrebatados a ETA fueron activados en tres intentos de atentado contra José María Aznar”.