Una falsa alarma de accidente aéreo moviliza a los servicios de rescate
Fomento, Aena, controladores, emergencias y el Cabildo desmienten el accidente Una gabarra que transportaba lo que parecía el ala de un avión provocó la confusión visual
Una falsa alarma sobre un accidente aéreo ha movilizado este jueves a un helicóptero, un avión y un barco de los servicios de rescate en Gran Canaria. El 112 de Canarias publicó a las cuatro de la tarde (hora peninsular) un tuit en el que alertaba de la “caída al mar” de un avión con pasajeros a dos millas de la costa, a la altura de Jinamar. El 112 de Canarias y el Centro de Control se culpan mutuamente de la falsa noticia.
Más de tres horas después de ese tuit alertando del accidente, el Gobierno de Canarias emitió un comunicado en el que aseguraba que había recibido la confirmación sobre el accidente desde el Centro del control del Aeropuerto y la red de emergencias de Canarias, quienes le solicitaban que "por favor movilizaran todos los recursos". Los servicios de emergencia habían llamado al centro de control tras recibir llamadas de ciudadanos alertando de la presencia de un avión en el mar.
"Cuando amplié la foto, vi que evidentemente no era un avión"
Un punto en el mar ha llamado la atención de Javier Celard esta tarde. "Iba en coche por la autovía cuando he visto lo que parecía un avión", explica por teléfono este fotógrafo amateur de 33 años, residente en Gran Canaria y natural de Vigo. En ese momento, no lo ha dudado. Se ha dirigido rápidamente a su casa, ha cogido la cámara y ha vuelto a la costa. "Apenas he tardado diez minutos". Entonces ha observado el inmediato despliegue de los servicios de emergencias. "Había un barco de Salvamento Marítimo que, en cuanto ha llegado hasta el supuesto avión, se ha dado la vuelta; un helicóptero de la policía; efectivos y ambulancias, de Cruz Roja y Protección Civil", explica este aficionado al surf. Y en ese instante de confusión ha disparado. "En cuanto hice la foto y después la amplié, evidentemente vi que no se trataba de un avión", sentencia.
En una segunda llamada desde la torre de control de Gran Canaria, aseguran que les comunicaron que el último avión que había despegado había "visualizado el avión [siniestrado] en el agua. Y en una tercera llamada se estimó que "la nave podría llevar 190 pasajeros a bordo al tratarse de un 737". Fue entonces, cuando el 112, según la versión de la Consejería de Economía y Seguridad canaria, publicaron en tuit informando del accidente, informan Pedro Murillo y Txema Santana.
Pero Aena niega la mayor. El Centro de Control asegura no haber confirmado nunca la noticia del siniestro. Según la Delegación del Gobierno del Gobierno se van a revisar las conversaciones del 112 —todas se graban—, aunque este jueves nadie quiso hablar de depurar responsabilidades.
La falsa alarma tuvo una larga vida de 18 minutos, que se hicieron eternos para la ministra de Fomento, Ana Pastor, y el presidente de Canarias, Paulino Rivero, quienes se disponían a comer juntos, con un grupo de periodistas, en el marco de las jornadas Conectados a Europa. Retos globales, soluciones canarias, organizadas por la Asociación de Periodistas Europeos en Tenerife. Los asistentes vieron cómo la ministra se ponía lívida tras recibir el aviso y se encerraba en el despacho de Rivero, que a su vez, también palideció.
Aena puso inmediatamente en marcha el protocolo: activó el servicio aéreo de búsqueda y rescate y envió a la zona un avión y un helicóptero. Salvamento Marítimo desplazó, a su vez, un barco. Paralelamente, los controladores comunicaron por radio con todos los pilotos de los aviones que en esos momentos volaban por la zona y se comprobó que ninguno había desaparecido del radar. Barajaron entonces la posibilidad de que se tratara de una avioneta que no hubiera comunicado su plan de vuelo, pero todo quedó en un enorme susto cuando el avión enviado desde la base de Gando a la zona les remitió una foto que lo aclaraba todo: se trataba el barco Cormorant, de la empresa Multraship, con una gigantesca grúa de draga para trabajos pesados y en mares difíciles. La estructura amarilla de la grúa, plegada para la navegación, parecía de lejos, efectivamente, un avión sobre la superficie del mar.
“Respecto posible accidente avión, SAR [Servicio Aéreo de Rescate], Control Aéreo y helicóptero confirman que se trata de remolcador tirando de una embarcación”, afirmó el servicio 112 de Canarias en su cuenta de Twitter 18 minutos después de haber informado de la (falsa) “caída al mar de avión”.
La confusión provocada por aquel primer tuit había sido absoluta. En la red social llegaron a difundirse fotos del (falso) avión accidentado en el mar —en realidad, la draga— y supuestos testigos precisaban incluso el modelo y la compañía: un Boeing 737 de Tui que llevaría a bordo 150 pasajeros. Todo absolutamente falso como comunicó la propia ministra Pastor, con gesto aliviado, a los periodistas con los que después de todo, comió, tal y como estaba previsto, junto a Rivero.
Justo este jueves se cumplían 37 años del accidente aéreo en el aeropuerto tinerfeño de Los Rodeos en el que murieron 583 personas al colisionar dos Boeing 747.
“No echábamos de menos a nadie”
“No entendemos nada, nadie se ha caído, no falta nadie”, eran las palabras que se escuchaban en la sala de control del Aeropuerto de Gran Canaria poco después de las tres de la tarde de este jueves. Apenas habían pasado unos minutos desde que el servicio de Emergencias 112 hubiera lanzado la alarma de que un avión había caído al mar.
Fernando Marian es vocal de la Asociación Profesional de Controladores de Tráfico Aéreo (Aprocta). Asegura que ningún servicio de emergencia llamó al centro de control ni tampoco a la torre para confirmar la noticia que lanzaba el 112. Sostiene que “cuando se cae un avión hay un sistema que se activa de forma automática y sería ese sistema el que conectaría con Control Canarias para advertir de una señal a través de lo que conocemos como el RCC”.
Poco después de las tres, la torre de control llamó al centro de control para preguntar si había ocurrido algo. En el centro de control la respuesta fue clara: “No entendemos nada, nadie se ha caído, no falta nadie”.
Desde Aprocta advierten que desde Servicio de Urgencias Canarios 112 “activaron un mecanismo sin contrastarlo con nadie. Es una imprudencia muy grave, porque ha puesto en riesgo a muchos profesionales. No se puede mentir en un ámbito como este”.
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