La Zarzuela considera superado el bache por la salud del Rey
Villar Mir afirma que vio al Monarca “tranquilo” el día que declaró la Infanta
El Rey detesta que se especule sobre su salud. “Lo que queréis es matarme y meterme un pino en la tripa”, le espetó en una ocasión a los periodistas. Pero desde que los huesos empezaron a darle problemas, primero la columna y luego la cadera, sus actos públicos se han convertido en pruebas sobre su estado físico. El de ayer era el primer viaje al extranjero, en este caso a Lisboa, tras la última operación. Don Juan Carlos, de buen humor —“escribid la verdad”, bromeó con los periodistas—, camina todavía con dificultad, apoyándose en una muleta y en un ayudante. El cirujano que le operó el pasado noviembre, Miguel Cabanela, ya advirtió que el Monarca, de 76 años, no debía caminar sin apoyos antes de primavera.
Don Juan Carlos leyó en Lisboa, sin los angustiantes titubeos de la Pascua Militar, un discurso en portugués y castellano en el que pidió más financiación para las pymes e instó a invertir en reindustrialización para crear empleo: “Los países más desarrollados industrialmente han sido los que mejor han afrontado el impacto de la crisis y donde el desempleo ha sido menor”, dijo.
Tras clausurar el foro político- empresarial COTEC y almorzar con el presidente italiano, Giorgio Napolitano, el portugués, Aníbal Cavaco Silva, el ministro de Industria, José Manuel Soria y cerca de 400 empresarios, el Monarca regresó a Madrid. La Casa del Rey estaba muy satisfecha con el viaje. Consideran que ya no se trata de superar pruebas. Ya han pasado página sobre el bache de salud del Monarca.
Juan Miguel Villar Mir, presidente de OHL, aprovechó su discurso en Lisboa para alabar el “esfuerzo” que había hecho el Rey. “Es el mejor ejemplo de actividad en las circunstancias más fáciles y en las más difíciles. El mejor ejemplo del espíritu de servicio”. Posteriormente, en una charla informal con periodistas, el empresario se deshizo en elogios al Monarca, que le hizo marqués en 2011: “Está muy bien de cabeza. Tiene una memoria impresionante”, dijo. Y reveló que había estado con el Rey el pasado sábado, mientras su hija declaraba como imputada ante el juez Castro. “Le vi muy tranquilo”, comentó. De lo único que quería hablar era de COTEC, el foro creado en 1990, a iniciativa del Monarca, para poner en contacto a políticos y empresarios y tratar de fomentar la innovación tecnológica.
La Reina no acompañó ayer al Rey ni en el foro empresarial ni en el vuelo de regreso a Madrid. Se había apuntado a última hora al viaje a Portugal para acompañar a don Juan Carlos porque la esposa del presidente italiano acompañaba a su marido en la cena para jefes de Estado y consortes que organizó el presidente portugués el martes. Pero en cuanto terminaron de cenar, doña Sofía regresó a Madrid en el mismo Falcon —que realizó cuatro vuelos en lugar de dos— que les había llevado a Lisboa. Ayer tenía tres audiencias privadas en La Zarzuela, justificó la Casa del Rey. La última vez que los Reyes habían viajado juntos fue en 2011, en la cumbre iberoamericana en Asunción.
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