El PSOE elegirá a su candidato a las generales “antes de fin de año”
El comité federal fijará este sábado la fecha, que apunta a noviembre o diciembre
La dirección federal del PSOE siempre sostuvo que las primarias para elegir al candidato a la presidencia del Gobierno debían celebrarse “unos meses antes de las elecciones generales” de noviembre de 2015, para convertirlas en una gran ola movilizadora a favor de los socialistas en esos comicios. Finalmente, esas primarias se celebrarán, como mínimo, un año antes de las elecciones generales. La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, dio ayer por primera vez una fecha concreta: “A finales de 2014 estarán todos los candidatos elegidos”, dijo. Primero habrá que elegir a los aspirantes a cabeza de lista para elecciones municipales y autonómicas —previsiblemente después del verano—, y luego al de las generales —previsiblemente en noviembre o diciembre, aunque Valenciano no quiso precisar hasta ese punto—. El Comité Federal, máximo órgano, con cerca de 200 miembros, será el que diga, este sábado, la última palabra.
Esas primarias serán, por primera vez en la historia del PSOE y de los grandes partidos españoles, abiertas a la ciudadanía: cualquier ciudadano podrá votar para elegir al candidato socialista a la presidencia del Gobierno, siempre que suscriba un texto de apoyo a los principios socialdemócratas y pague una cantidad simbólica de uno o dos euros. Hasta ahora, solo los militantes socialistas —el partido tiene unos 220.000, incluyendo a los catalanes del PSC— podían elegir en primarias a su cabeza de lista.
Las primarias para elegir a los aspirantes a alcaldes en los más de 8.000 municipios españoles seguirán siendo restringidas solo a militantes, y en el caso de las elecciones autonómicas cada federación decidirá si las abre al resto de ciudadanos o no.
Un proceso de dos meses
El procedimiento de primarias abiertas para elegir al candidato del PSOE a las generales durará unos dos meses, según el borrador de reglamento: 15 días para la recogida de avales; dos o tres días para posibles impugnaciones; un mes para elaborar el censo de ciudadanos que quieran votar; y 15 días de campaña de los aspirantes, en los que se "promoverá" la celebración de debates entre ellos.
Cada aspirante deberá recoger un mínimo del 5% de avales (unas 11.000 firmas de militantes) y un máximo del 10% (unas 22.000). Los militantes del PSC podrán dar su aval, aunque el PSC es un partido distinto al PSOE. Ese máximo de avales se ha puesto para evitar que un solo aspirante acapare a la mayoría de la militancia e impida la participación del resto, como ocurrió en las primarias andaluzas, que no llegaron a celebrarse.
Podrá votar en las primarias cualquier ciudadano mayor de 16 años que firme un documento de adhesión a los principios socialdemócratas y pague una cantidad de uno o dos euros. Los ciudadanos tendrán un mes para apuntarse en el censo: luego ya no podrán hacerlo. La vicesecretaria general, Elena Valenciano, argumentó que el PSOE no tiene acceso al censo electoral y por tanto debe elaborar el suyo; por eso, dijo, es necesario establecer un plazo cerrado en el que apuntarse.
Las primarias serán a una sola vuelta. Valenciano admitió que eso puede llevar a elegir a un candidato con un porcentaje de apoyo muy bajo (si se presentan muchos aspirantes), pero sostuvo que lo contrario sería también injusto: que hubiera dos vueltas y el ganador de la segunda fuese quien perdió en la primera.
Todo el proceso será dirigido por una "comisión de garantías electoral" con cinco miembros de la ejecutiva, otros seis del comité federal y un representante de cada candidatura. Valenciano aseguró que será un sistema "hipergarantista" que impedirá que la dirección favorezca a un candidato sobre el resto.
Aunque Valenciano se limitó a asegurar que todos los candidatos serán elegidos “antes de fin de año”, varios dirigentes territoriales consultados por este periódico apuntan a que las primarias municipales y autonómicas se celebrarán probablemente ya a la vuelta del verano, entre septiembre y octubre, y las generales en noviembre o diciembre. Ese es el calendario que prefiere la dirección y también la federación más poderosa, la andaluza; y lo respaldan o lo asumen otras federaciones clave como la vasca, la extremeña, la asturiana o la valenciana (aunque esta ha pedido anticipar sus primarias a marzo ante la posibilidad de un adelanto electoral). Antes del verano, el partido va a estar centrado en la preparación de la campaña de las elecciones europeas de finales de mayo; y durante las vacaciones de julio y agosto podría ser controvertido organizar un procedimiento tan novedoso como el de las primarias abiertas, a las que el PSOE quiere dar la mayor proyección social y mediática posible.
Hay, sin embargo, quien considera que ese calendario supone alargar demasiado el proceso, y que todo debería estar finiquitado, como máximo, en octubre. Algún alto cargo del partido alerta incluso de la posibilidad de que el calendario de primarias para las generales salte por los aires en el último momento, porque coincidiría con la celebración de la consulta independentista en Cataluña del 9 de noviembre —o, si esta es suspendida, con la precampaña de unas elecciones anticipadas en esa comunidad—. “La cercanía de la consulta podría ser la coartada perfecta para que la dirección intente aplazar de nuevo las primarias. Tenemos que comprometernos a que eso no ocurra”, afirma un dirigente territorial.
Otro punto de fricción es el orden fijado para las primarias: la dirección ha deslizado en los últimos meses que primero se elegirá a los candidatos a municipales y autonómicas y después al de las generales. Pero federaciones como Madrid o Castilla-La Mancha reclaman el orden contrario.
Todo eso es lo que tendrá que terminar de negociar el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, con cada uno de los secretarios generales de las federaciones a lo largo de esta semana, para llegar al comité federal del sábado con un acuerdo más o menos cerrado. El apoyo fundamental que necesita Rubalcaba es el de la presidenta andaluza, Susana Díaz, y ese lo tiene, según fuentes del partido. Díaz abogó el pasado noviembre por celebrar las primarias abiertas “inmediatamente después de las elecciones europeas” de mayo, pero su entorno sostiene ahora que noviembre o diciembre de 2014 sería una buena fecha, informa Lourdes Lucio.
El sábado se conocerá la fecha definitiva de las primarias. Quedará entonces por saber quién se presentará a ellas; y, en concreto, si lo hará Alfredo Pérez Rubalcaba. En el caso de que no concurra —o concurra pero no las gane—, el PSOE podría enfrentarse durante todo el año 2015 a una situación de bicefalia, de poder compartido entre el secretario general y el candidato a las generales. Eso si no se convoca un congreso extraordinario. Valenciano dijo ayer que el partido aún no ha entrado a debatir sobre ese escenario.
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