El etarra Kantauri se niega a declarar por el asesinato del concejal Jiménez Becerril

José Javier Arizcuren Ruiz, Kantauri, se ha negado a declarar este lunes en el juicio que ha comenzado en la Audiencia Nacional en el que está acusado de ordenar, como jefe militar de ETA, el asesinato en 1998 del segundo teniente de alcalde y portavoz del PP en el Ayuntamiento de Sevilla, Alberto Jiménez Becerril, y a su esposa, Ascensión García Ortiz.”Soy militante de ETA y no voy a participar en este juicio”, han sido las únicas palabras que ha pronunciado, en euskera.

Al juicio, que se celebra en San Fernando de Henares asiste la actual defensora del Pueblo, Soledad Becerril, que en el momento del asesinato del concejal era alcaldesa de Sevilla.

Los policías y guardias civiles que han declarado como testigos han explicado que en el registro de la casa de los autores materiales de los hechos encontraron dos pistolas e indicaciones sobre otros objetivos entre los que se encontraban otros concejales del PP, también ediles del PSOE, "toreros y la duquesa de Alba".

Los autores materiales del crimen, los etarras José Luis Barrios y Mikel Azurmendi, han declarado en el juicio de hoy , pero han dicho no recordar de dónde sacaron las pistolas con las que cometieron el crimen. Ambos han admitido su pertenencia al comando Andalucía pero han manifestado que la banda no estaba organizada de forma jerárquica y, por lo tanto, han eludido señalar a Kantauri como el hombre que dio órdenes de matar al concejal popular.

Azurmendi ha señalado que Jiménez Becerril era objetivo del comando "porque era concejal del PP" y que a Kantauri lo conoce "de vista".

Jiménez-Becerril, de 37 años, y García Ortiz, de la misma edad, y también afiliada al PP, fueron asesinados por dos etarras de sendos tiros en la nuca y en la esquina de su casa. Fue en la madrugada del 30 de enero de 1998.

José Luis Barrios y Mikel Azurmendi, integrantes del comando Andalucía, ya fueron condenados a 60 años de cárcel por los asesinatos. Una tercera terrorista, Maite Pedrosa, fue condenada a 12 años por conspiración para el homicidio terrorista. En su declaración de hoy, Pedrosa ha tenido una actitud desafiante al insistir en que fue torturada antes de señalar al dirigente de ETA como el superior jerárquico que ordenó la muerte de Jiménez Becerril y su esposa y pese a que el informe forense solo apreció marcas de los grilletes que portaba. Al final, la presidenta del tribunal le ha ordenado que se callara.

El fiscal Daniel Campos pide ahora para Kantauri 60 años de prisión por la comisión de dos asesinatos terroristas y un millón de euros de indemnización para los tres hijos de la pareja, que quedaron huérfanos. "Fue una de las acciones más terribles de la trayectoria de ETA", ha dicho el fiscal en sus conclusiones finales. "Por su máxima crueldad hará que pasen a la historia como una banda de criminales y asesinos que lo seguirán siendomientras cumplan condenas y mientras exista el recuerdo", ha indicado.

En su escrito, la fiscalía considera que Kantauri ejercía desde 1994 la dirección de los comandos de la banda terrorista y, entre ellos, el comando Andalucía. Los tres etarras ya condenados, en cumplimiento de las órdenes de Kantauri, “planearon desde septiembre de 1997 atentados contra varios concejales andaluces”, según el fiscal.

Kantauri, fue jefe del aparato militar de ETA y en el año 2001 fue extraditado por París por su presunta relación con los asesinatos de Alberto Jiménez-Becerril y Ascensión García que hoy se juzga. Arizcuren Ruiz está presuntamente implicado en, al menos, quince asesinatos y sobre él pesan ya condenas de cerca de 700 años.