El juez Ruz pone cerco a la caja b del PP que manejaba Bárcenas
Ordena cotejar las firmas del extesorero Lapuerta para saber si supervisaba la contabilidad
El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que investiga el caso Bárcenas, ordenó ayer que se practiquen nuevos exámenes caligráficos para cotejar las firmas que figuran en los márgenes de los folios que recogen la contabilidad b del Partido Popular. Su intención es la de comprobar sin género de dudas que una de las rúbricas estampadas es la del imputado Álvaro Lapuerta, que fue extesorero del PP y al que todos en la cúpula, incluida la secretaria general Dolores de Cospedal, alaban por su profesionalidad y honestidad. “Es el espejo de la legalidad”, llegó a decir el exsecretario Javier Arenas ante el magistrado.
Esta nueva prueba se solicita tras las declaraciones que Bárcenas realizó el 15 de julio, en las que aseguraba que todos los documentos de la contabilidad paralela eran conocidos por su exjefe, que fue el guardián del dinero en la formación conservadora entre 1993 y 2008. La sospecha de que la segunda rúbrica (visé, en jerga grafológica) es de Álvaro Lapuerta planea desde hace meses sobre la investigación, pero no fue hasta el pasado 15 de junio cuando Bárcenas detalló cómo era la dinámica de las donaciones anónimas en el partido y qué papel jugaba Lapuerta.
Los visés son de Lapuerta
La rúbrica que el juez Ruz quiere comprobar y que se atribuye a Álvaro Lapuerta es, según un informe grafológico encargado en febrero por EL PAÍS, del veterano extesorero y compañero de Luis Bárcenas en el PP. Así lo acreditó el estudio de María del Rosario Casas Bartolomé, perito calígrafo de los juzgados de Madrid, elaborado a instancias de este diario.
La perito cotejó “los visé/rúbricas” que aparecen en los cuadernos manuscritos publicados el pasado 31 de enero, con la rúbrica que hizo Lapuerta ante el fiscal el pasado 6 de febrero. Y concluye: “Los visé/rúbricas dubitadas [los que constan en los cuadernos], sí han sido realizados por el mismo autor que las indubitadas [las que hizo ante el fiscal], y por tanto, corresponden en autoría a D. Álvaro Lapuerta Quintero”.
Una parte de los donativos, aseguró entonces, se comunicaban “al presidente del partido o al secretario”, y estos a su vez llamaban a Lapuerta. “El tesorero bajaba, me decía que esa cantidad correspondía a lo que correspondía, yo la metía en la caja fuerte y hacía la anotación. Previamente él [Lapuerta], anotaba también la fecha, el concepto y la cantidad recibida [...] Eso es lo que justifica el que haya unos visés en las hojas”, explicó Bárcenas. “Periódicamente Álvaro Lapuerta me pedía que hiciésemos una comprobación para ver que el saldo coincidía con el saldo que tenía que hacer en caja. Y entonces él chequeaba su contabilidad, por llamarla de alguna forma, con la que yo llevaba, por llamarla también de alguna forma, y si coincidían los saldos (…) visábamos los dos en el margen del documento”. De este modo, habría un duplicado de la contabilidad en b que estaría en manos del veterano extesorero de la formación.
Había, según Bárcenas, más procedimientos para recibir el dinero en el partido: “Cada vez que había un donativo lo recibía directamente Álvaro Lapuerta. Subía a ver al presidente o al secretario general y le decía: “Oye, ha venido a vernos tal persona, y nos ha entregado esta cantidad” [...] el 95% de los donativos procedían de empresas que licitaban con Administraciones Públicas”.
Ruz cree ahora pertinente hacer la prueba para concretar la imputación de Lapuerta en los hechos. Se da la circunstancia de que el extesorero, de 85 años, ha sufrido en los últimos meses dos caídas en su domicilio de Madrid que fueron calificadas por su familia como “extrañas”. La primera se produjo a mediados de marzo, y el exresponsable de las finanzas populares, de 85 años, permaneció hospitalizado varios días con un golpe en el cráneo. La segunda, el 28 de abril, fue más grave, y mantuvo a Lapuerta varios días en coma. Ahora se recupera poco a poco de ambos golpes.
A principios de febrero, Lapuerta declaró ante Anticorrupción que la segunda rúbrica no era suya. “Es parecida, debe ser una imitación”, contestó.
En su última declaración, Bárcenas relató un episodio que supuestamente tuvo lugar entre Lapuerta y el empresario Juan Miguel Villar Mir. El primero habría expresado su queja tras llevarle a Mariano Rajoy una donación de 300.000 euros, supuestamente del empresario, para la campaña de 2011. “Mariano Rajoy se dio por enterado y tal, pero en fin, no le debió hacer mucho caso y le dijo \[a Lapuerta\]: ‘No, no, bájate a ver a José Manuel Romay y se lo das’ \[...\] estaba muy disgustado porque nadie había llamado al Sr. Villar Mir para darle las gracias”. El empresario negó rotundamente este donativo.
En febrero el juez Ruz ya hizo que Lapuerta se sometiese a una prueba caligráfica tras declarar. Ahora se ampliará con otra documentación, como el original de los papeles del extesorero Bárcenas aportado por el diario El Mundo a la causa y la copia de la documentación de la hipoteca que el PP solicitó para comprar su sede de Génova 13, donde figuran varias firmas que serán cotejadas.
Lapuerta no visitará, por el momento, los juzgados de la Audiencia Nacional. Los forenses que lo examinaron en julio determinaron que no está capacitado para realizar “una declaración compleja”, debido a su estado de salud. Hasta el mes que viene no volverá a ser examinado.
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