Destituido el director de la Fundación Ideas por la falsa columnista
Jesús Caldera ha rescindido el contrato de Carlos Mulas tras confirmar que ha verificado las informaciones sobre la falsa autoría de Amy Martín
Jesús Caldera, vicepresidente de la Fundación Ideas —del PSOE—, destituyó ayer a su director, Carlos Mulas, tras “verificar las informaciones que apuntaban a la falsa autoría de una serie de trabajos pagados por la Fundación a quien firmaba con el nombre de Amy Martin”. Según esas informaciones, publicadas en los últimos días por el diario El Mundo y ya apuntadas en parte por Abchace año y medio, la supuesta columnista Amy Martin había cobrado 50.000 euros —fuentes del PSOE elevan la cifra a 60.000— por artículos publicados en 2010 y 2011. Los artículos aparecían, pero la supuesta autora no. Ayer, la Fundación Ideas —presidida antes por José Luis Rodríguez Zapatero y ahora por Alfredo Pérez Rubalcaba como secretario general del PSOE— llegó a la conclusión de que no aparecía porque no existe, y destituyó a Mulas por la “gravísima pérdida de confianza” sufrida.
“Nos ha mentido. Nos sentimos engañados”, afirman fuentes próximas a Rubalcaba, que, sin embargo, sostienen que este no es un caso de corrupción porque “no hay malversación” de fondos (Ideas recibe subvenciones públicas). “Los artículos se escribieron. El dinero se pagó por un trabajo que efectivamente se realizó. Lo que no sabemos es quién lo realizó. Y destituimos a Mulas porque nos ha mentido en eso: en el nombre de la persona”, argumentan.
Estas fuentes mantienen que, incluso si finalmente resulta que era el propio Mulas o alguien de su entorno quien escribía los artículos bajo seudónimo para cobrar, de esa forma, un sobresueldo, no habría malversación. Y subrayan que, en cualquier caso, la reacción del PSOE ha sido “inmediata”. En la sede de la calle Ferraz hay mucha preocupación ante la posibilidad de que este caso sea usado por el PP —acorralado en estos días por el escándalo del caso Bárcenas— para poner el ventilador y señalar como corruptos a los socialistas. “Son casos incomparables”, repiten desde el PSOE.
Ningún dirigente consultado explicó ayer por qué exactamente han llegado a la conclusión de que Mulas miente, pero todos coincidieron en que su relato “no cuadra” o “no es creíble” y señalaron que la agencia que representa a la supuesta escritora ha confirmado que Amy Martin es un seudónimo, sin decir de quién. La marca comercial Amy Martin fue registrada por la empresa de Mulas y de su esposa, Irene Zoe Alameda, quien también diseñó el logotipo de la supuesta escritora, según admitió Mulas a El Mundo, restándole importancia.
Caldera y la dirección socialista han ordenado una “investigación exhaustiva” sobre toda la gestión de Mulas y le han exigido “el reintegro de todas las cantidades facturadas en 2010 y 2011 a nombre de Amy Martin”. “Vamos a recuperar el dinero”, dijo Caldera. E insistió en que “no hay nada ilegal” en lo ocurrido sino solo “una ruptura de la confianza”.
Carlos Mulas ha desempeñado un notable papel en el PSOE desde 2004. Participó en la elaboración del programa económico de Zapatero y fue subdirector de la Oficina Económica de La Moncloa con Miguel Sebastián. En el PSOE están desconcertados, entre otras cosas, porque sostienen que, con su currículo, Mulas, doctor en Economía por Cambridge y consultor del FMI, no necesitaría recurrir a sobresueldos.
Las informaciones de El Mundo no solo apuntaban a la columnista fantasma Amy Martin. Señalaban también que Ideas adjudicó en 2010 y 2011 contratos por valor de 600.000 euros a una empresa de un amigo del gerente del PSOE, Xoan Cornide, a otra de traducciones de la hermana de la vicesecretaria general, Elena Valenciano, y a la empresa de la esposa de Mulas. La portavoz parlamentaria del PSOE, Soraya Rodríguez, respondió el lunes que “no hay ninguna ilegalidad en esos contratos” y que también son “morales”, porque las fundaciones de los partidos, como los partidos mismos, “contratan a gente afín y de su ideología”. La empresa de la hermana de Valenciano asegura que los trabajos realizados para Ideas suponen el 5% de su facturación.
Este periódico ha intentado averiguar cuál fue el procedimiento de adjudicación de esos contratos y qué porcentaje del total de presupuesto para pagar servicios suponen esos 550.000 euros. La Fundación Ideas aplazó esa explicación a la conclusión de la “investigación exhaustiva” que anunció ayer su vicepresidente, Jesús Caldera.
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