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La gota fría se lleva diez vidas

El sureste vuelve a la normalidad tras el segundo temporal más trágico en 12 años

Fernando J. Pérez
Dos vecinos de Vera (Almería) caminan entre lodo junto a varios vehículos arrastrados en las inundaciones.
Dos vecinos de Vera (Almería) caminan entre lodo junto a varios vehículos arrastrados en las inundaciones. CARLOS BARBA (EFE)

La peor parte del temporal en el sureste de España ya pasó, pero sus efectos persistirán al menos durante semanas. Las comarcas más castigadas por la gota fría que atravesó Andalucía oriental y la región de Murcia el pasado viernes trataban ayer de recuperar algo parecido a la normalidad y hacían balance de los numerosos daños. Mientras las lluvias se moderaban y las ramblas regresaban a sus cauces, los servicios de rescate añadían más nombres a la lista de víctimas mortales, que suma ya diez personas.

En Archidona (Málaga), los vecinos encontraban entre el lodo del arroyo Marín el cadáver de Juan Ramírez, un vecino de 80 años. El cuerpo fue hallado por el propio hijo de la víctima dos kilómetros aguas debajo de donde desapareció. En Puerto Lumbreras (Murcia), los equipos de emergencia hallaban el cadáver de otro hombre a la orilla de un pantano de la zona de El Esparragal. Se trata, presumiblemente, del abuelo de la niña de nueve años cuyo cuerpo fue hallado en una rambla de la misma población.

Los focos del drama

En la provincia de Málaga el temporal ha causado la muerte de dos personas:una es una mujer de 85 años de Álora que murió ahogada en una vivienda y el otro un hombre de 80 años, en Archidona, que fue arrastrado por las aguas.

En la provincia de Almería han fallecido tres personas. Un hombre y una mujer fueron hallados muertos en su coche en una rambla de Cuevas de Almanzora. La tercera víctima es un anciano que falleció en el helicóptero cuando era evacuado desde Vera.

En Murcia se han registrado cinco víctimas mortales: una niña de nueve años, que murió en el interior de un vehículo entre Lorca y Puerto Lumbreras; el abuelo de esta; una mujer en La Torrecilla (Lorca); un hombre de 65 años en Puerto Lumbreras y otro varón en Sangonera la Verde.

En la localidad malagueña de Álora, donde la riada provocó la muerte por ahogamiento de una anciana de 85 años, el alcalde, José Sánchez, del PSOE, tenía una sola idea en la cabeza: recuperar el abastecimiento de agua para una población de 15.000 habitantes. “Los cinco pozos que dan servicio al pueblo están arrasados por el fango. En algunos, el agua se llevó por delante las casetas con los cuadros de mando”, afirmaba el regidor. En ese pueblo, a 25 kilómetros de la capital, al menos cuatro viviendas sufrieron daños estructurales.

Aguas arriba del río Guadalhorce, en Villanueva del Rosario (3.500 habitantes), la situación no era mucho mejor. Los vecinos guardaban cola para llenar cubos y garrafas de agua en camiones cisterna, ya que toda la población carecía de abastecimiento. Alrededor de 80 casas han sufrido desperfectos por el barro. De ellas, una decena son irrecuperables, afirmó el alcalde, José Antonio González, también socialista. El regidor cifró en unos cuatro millones de euros el balance provisional de daños y anunció que pedirá el equivalente a la antigua declaración de zona catastrófica.

La gota fría de este viernes y el fin de semana es una de las más trágicas que se han registrado en los últimos 12 años, solo superada por la que en enero de 2009 costó la vida a 11 personas, entre ellas ocho niños que jugaban al béisbol en un pabellón en Sant Boi del Llobregat (Barcelona). El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy anunció en Vitoria que el Gobierno solicitará a la Unión Europea ayudas para las zonas afectadas.

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La borrasca se desplaza al norte y un tornado deja 35 heridos en Gandía

La ministra de Fomento, Ana Pastor, visitó la pedanía de El Esparragal, en Puerto Lumbreras (Murcia), y la vecina ciudad de Lorca, donde se registraron precipitaciones de más de 200 litros por metro cuadrado en menos de 24 horas. Pastor ofreció la garantía “absoluta” del Gobierno de que los municipios afectados recibirán ayudas y aseguró que cuentan “con la solidaridad de todos los españoles”.

Pastor señaló que en la región de Murcia, donde se han registrado cinco muertos, las infraestructuras más afectadas pertenecen a la red viaria —un viaducto de la autovía A-7 entre Lorca y Puerto Lumbreras se desplomó en sentido Almería—. También han sufrido cuantiosos daños viviendas y explotaciones agrarias y ganaderas, que han perdido miles de cabezas, principalmente de porcino. “Vamos, que no ha quedado nada en pie”, describió gráficamente la ministra, que rememoró las inundaciones de 1973, que dejaron 88 muertos en Puerto Lumbreras.

El Gobierno pedirá a la Unión Europea ayudas para las zonas afectadas

En la provincia de Almería, el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, visitó la zona de Pueblo Laguna, en el municipio de Vera, donde al cierre de esta edición permanecía desaparecida una mujer. En esta zona, donde había ayer más de 300 personas desalojadas, la riada arrastró varios centenares de vehículos, que sufrieron diferentes desperfectos. El presidente andaluz insistió en que tanto la Junta como el Gobierno central y los Ayuntamientos afectados “van a hacer todo lo posible por reparar el daño” causado por las inundaciones. En las zonas más afectadas trabajaron durante la noche unas mil personas, entre ellas 350 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Mientras el sureste recobraba la calma, la gota fría seguía su evolución hacia el norte. El temporal dejó ayer hasta 226 litros por metro cuadrado en Quart de Poblet (Valencia). Un tornado en Gandía dejó el viernes por la noche al menos 35 heridos. El más grave de todos ellos es un vigilante de 38 años cuya caseta de obra fue arrastrada por el viento. Este hombre ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos con un traumatismo craneoencefálico. Además, una mujer de 44 años resultó herida al caer sobre ella una palmera en la pedanía de Castellar.

La inundación del túnel de Torrent causó problemas de circulación en el AVE Madrid-Valencia, que afectaron a un total de seis trenes en ambos sentidos. Durante la mañana la autoridad portuaria cerró al tráfico los puertos de Valencia y Sagunto —dos barcos cargueros quedaron varados frente a la playa valenciana del Saler— y el aeropuerto de Manises tuvo que cancelar siete vuelos. Por la tarde el tráfico marítimo y aéreo recuperó la normalidad.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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