Ni Rubalcaba ni Chacón

Atónitos, cabreados, desmotivados, exhaustos… así acuden los militantes socialistas de Sevilla a las asambleas del partido para elegir a sus representantes en el congreso provincial que se celebra este fin de semana y marcadas por la crisis del partido en la provincia que más delegados aportará (55) a la próxima y decisiva reunión federal, prevista en la capital andaluza el primer fin de semana de febrero.

Si las asambleas son la fiesta de la democracia de los partidos, las del PSOE en Sevilla no tienen aspecto de celebración. En la agrupación de San Juan, una de las sociológicamente más representativas y de las pocas que ha conseguido ganar votos en las últimas elecciones, la noche del martes había más debate en el bar más próximo que en la Casa del Pueblo. A las nueve y media ya estaba todo decidido y solo faltaba recontar los votos obtenidos por la lista única.

Una pantalla de 50 pulgadas en la que últimamente es más divertido ver partidos que debates, máquinas de gimnasia que utilizan los jubilados, la barra del bar cerrada y las puertas de los despachos abiertos era el entorno de la urna donde una militante probaba su nuevo teléfono haciéndole fotos a su amigo mientras votaba.

La asamblea duró poco. Una propuesta de lista única para el congreso provincial de este fin de semana y los militantes delegaron agradecidos en sus representantes la posición de la asamblea.

“¿Una lista única? Eso es imposible”, comentaba un militante antes de depositar su voto. Se refería al congreso provincial. En su asamblea ya no hay problemas o bastante tiene con los cotidianos como para sumar uno más.

“Fui al acto de Rubalcaba y al de Chacón. No me gustó ninguno. Lo tenía más claro antes que después de haberlos escuchado”, comentaba uno de los miembros de la asamblea resumiendo el sentir general de sus compañeros.

Sus problemas están más cerca, lejos de los focos de los candidatos. Tienen que bregar a diario con un 30% de paro, una alta tasa de migración y dificultades de convivencia étnica. Y hasta ahora lo han conseguido: en las últimas elecciones lograron aumentar el número de votos para el PSOE. Pero el coste ha sido el agotamiento.

Por eso se enfadan con cada noticia sobre el fraude de los ERE. “Nos está haciendo mucho daño”, afirma un destacado miembro del partido que ve cómo, cada vez que recuperan algo de aliento, surgen datos más sórdidos sobre la utilización fraudulenta de dinero público para ayudas a empresas en crisis.

Y por si fuera poco, el secretario general del PSOE en Sevilla, José Antonio Viera, y la de Organización de Andalucía, Susana Díaz, rompen a pocos días del congreso provincial. Los militantes asisten atónitos a esta pelea de poder mientras ellos tienen que luchar a diario en un entorno cada vez más hostil.