“La renovación del PSOE es un problema de cambio intelectual, no generacional"
El vicepresidente del grupo socialista de la Asamblea de Madrid apoya a Rubalcaba
José Cepeda, de 43 años, es un veterano del socialismo madrileño, vinculado al guerrismo, que en Madrid se ha denominado también acostismo, por el que fuera secretario de Organización y presidente de la federación en los años noventa, José Acosta. En las convulsas aguas de Partido Socialista de Madrid (PSM), eso equivale a ser un auténtico superviviente. Formó parte de la ejecutiva del exsecretario general, Rafael Simancas, y, hasta su reciente vinculación con el candidato a líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, perteneció a la camarilla del nuevo líder del PSM, Tomás Gómez, a quien apoyó en las primarias de 2010. Cepeda es además el vicepresidente del grupo socialista en la Asamblea de Madrid.
Pregunta. Madrid es una de las cuatro grandes federaciones del PSOE, que pueden ser decisivas para elegir al futuro secretario general. ¿Hay mimbres para presentar una candidatura única?
Respuesta. No sé cuántas listas habrá, aunque sí parece lógico que haya tantas opciones como precandidatos. Hay algunos en el PSM que no quieren dar todavía su opinión, pero lo que hay que hacer ahora es optar. El PSOE tiene una crisis como para que opinemos y tomemos posiciones, para recobrar credibilidad y confianza.
P. ¿Y cuál debe ser el procedimiento?
R. Se está hablando estos días de dar libertad a los militantes y cambiar el procedimiento, pero resulta que esta semana, según nuestro calendario, los militantes están votando ya para elegir delegados y el momento de decidir es ahora. Las ideas las ejecutan personas y en estos momentos los proyectos se están vertebrando en torno a dos personas. Por otra parte, la crisis del partido nada tiene que ver con el procedimiento de elección, sino que es un problema de credibilidad y de las políticas que se han estado aplicando.
P. ¿Pero presentar más de una lista no divide las fuerzas de la federación de cara al congreso?
R. Si hay algo que cambiar es el tiempo de los presidencialismos y los liderazgos unipersonales; está pasado el tiempo del pensamiento único. Hay que profundizar en la diversidad de ideas y Madrid es una federación amplia y plural. Estamos en permanente debate y eso da muestra de que es una organización dinámica.
P. El secretario general de Madrid, Tomás Gómez, ha pedido reiteradamente que haya pluralidad de candidatos, pero no se ha pronunciado aún sobre si se presentará… ¿Cree que lo hará finalmente?
R. Esa es una decisión personal que tiene que tomar él. Pero cualquier proyecto y persona que aspire a secretario general debería haberlo hecho antes de que comenzaran a votar los militantes de base. Habría un déficit democrático si se proponen nuevas candidaturas después de que se haya empezado a votar. Carme Chacón y Alfredo Pérez Rubalcaba han hecho lo correcto: presentarse antes. No sé si Gómez tiene intención, aunque técnicamente todavía podría.
Pregunta. ¿Y lo apoyaría?
R. Creo que en estos momentos hay que tomar una decisión para consolidar proyectos fuertes y a mí, como a Patxi López, quien me da todo eso es Rubalcaba. Representa un proyecto muy sólido que es lo que necesita el PSOE. Hemos estado haciendo experimentos y, en este sentido, Madrid ha sido el mayor laboratorio del partido, pero toca consolidar lo que hemos aprendido y no volver a equivocarnos, porque el mensaje de los ciudadanos ha sido muy claro.
P. ¿Y ese mensaje no es también de cambio?
R. Corren tiempos de hacer cambios, pero de cambios inteligentes. No es un problema de renovación generacional, sino intelectual.
P. En Madrid la batalla Rubalcaba-Chacón reproduce más o menos los bandos de las primarias regionales de 2010. La mayoría de seguidores de Rubalcaba apoyó a Trinidad Jiménez y, los de Chacón, a Gómez. La excepción es usted ¿Qué ha ocurrido?
R. Es un gravísimo error intentar definir momentos políticos pretéritos con el actual. Ahora, que nadie se equivoque, hablamos del futuro del PSOE después de una debacle electoral. Las primarias en Madrid fueron un debate para elegir al candidato a presidente de la Comunidad, una decisión que se tomó y se cerró. Mal favor nos haríamos si diéramos muestra de que las primarias solo sirven para dividir, no para unir. Ahora hay que hablar de otras cosas.
P. Pero, como ha dicho, hubo unos resultados electorales, no precisamente favorables. ¿No tiene que ver esto en su decisión?
R. Apoyé a Tomás Gómez para ser candidato a presidente y sinceramente no me arrepiento. Es un magnífico portavoz del grupo socialista y secretario general y lo demuestra en el día a día. Eso no tiene nada que ver en el debate de ahora: hablamos de España, no de Madrid. Y ese mismo debate se está celebrando en todas las comunidades.
P. En Madrid ha habido quejas porque el congresillo para elegir a los delegados se celebra a finales de este mes, con poco tiempo para el debate antes del congreso. ¿Lo comparte?
R. El debate de ideas no concluye en un congreso. Tenemos que restaurar algo que es muy sano: debates vivos y continuos. En el 38 congreso se van a abrir nuevas líneas de trabajo y una discusión continua, no de la crisis del PSOE y la socialdemocracia, sino del capitalismo.
P. Si Rubalcaba pierde ¿teme represalias?
R. No entiendo que tenga que haber represalias. Somos un partido maduro, que sabe abordar los debates. Pero quien juegue en política pensando en sus intereses políticos y personales está perdido.
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