La guardiana de las cuentas

Elvira Rodríguez formó parte de los sucesivos Gobiernos del PP desde 1996, cuando José María Aznar le designó para ocuparse del área de Presupuestos como secretaria general. Cuatro años más tarde fue nombrada secretaria de Estado, también de Presupuestos y en 2003 llegó a ser ministra de Medio Ambiente, tras la tragedia del Prestige. Su último puesto político ha sido institucional, como presidenta de la Asamblea de Madrid, la comunidad que dirige Esperanza Aguirre, hasta las pasadas elecciones autonómicas del 22 de mayo.

Hasta aquí su carrera política en el pasado. Entre sus logros está formar parte del equipo encabezado por Rodrigo Rato que logró que España cumpliera los requisitos para entrar en el euro. En especial, el relativo al déficit y a la deuda pública, que no podían superar el 3% y el 60% del PIB, respectivamente. Ahora le tocará dar la misma batalla. Aunque el premio no será construir una unión monetaria, sino otro bastante más dramático, evitar que se rompa.

Un objetivo para el que Elvira Rodríguez, de 62 años, tiene sobrada experiencia y aptitudes. Su personalidad es inflexible aunque no rígida. En su etapa al frente de Presupuestos con Cristóbal Montoro de ministro de Hacienda acumulaba más poder que muchos ministros. Era conocida entonces porque su primera respuesta era casi siempre “no”. La segunda era pedir que se buscaran fórmulas más baratas. Y solo ante argumentos bien fundados acababa cediendo.

Su determinación a cuadrar las cuentas era tal que el propio Montoro le delegaba gestiones que requerían no solo coger el toro por los cuernos; tumbarlo si hacía falta. Le ayudó también su experiencia anterior en el Tribunal de Cuentas, lo que equivale a saberlo todo en cómo hacer que los números parezcan que lo que no son. También, su pericia como buena jugadora de mus, lo que desarrolla una gran habilidad para lanzar órdagos sin cartas. Aquel del euro se ganó y Elvira Rodríguez fue uno de sus principales artífices. Está casada y es madre de cuatro hijos.