El delfín de Rato

Valenciano de 59 años, Jaime Caruana, ingeniero de Telecomunicaciones y técnico comercial del Estado, tiene una dilatada carrera en la Administración, de la mano de Rodrigo Rato, que le aupó hasta el Banco de España, del que fue gobernador entre 2000 y 2006. Muy reservado con la prensa, ha hecho de la discreción y de la ausencia de conflictos dos principios de su carrera profesional.

Tras un paso por Telefónica, Caruana entró en el Ministerio de Comercio, donde estuvo hasta 1982. Después pasó al ICEX hasta 1994 cuando fue fichado por la agencia de Bolsa Renta 4. Dos años después, con la victoria del PP, fue nombrado director general del Tesoro por Rodrigo Rato. A la vez, entró en la comisión ejecutiva del Banco de España y en 1999 fue nombrado director general de Supervisión.

A finales de 2000 tomó posesión como gobernador del Banco de España por seis años. Bajo su mandato se produjo la más fuerte expansión de la economía española y de las entidades financieras, que se apoyaron en la construcción y en los bajos tipos de interés para disparar los beneficios. Pese a que alertó en varios discursos de los problemas que podría causar el ladrillo, Caruana y su equipo confiaron equivocadamente en que las provisiones anticíclicas (un colchón de dotaciones creado para los malos tiempos) serían suficientes para pagar los excesos de las entidades durante la burbuja. La ausencia de una férrea regulación y de un control estricto en la gobernanzas de las cajas propició desmanes que ahora han supuesto la nacionalización de buena parte del sector. Su sucesor, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que llegó con el final de la burbuja, tampoco actuó con rapidez, alargando el problema financiero al coincidir con la etapa de expansión del gasto público del Gobierno socialista.

Tras esta etapa, ingresó en el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuando Rato era gerente del organismo, como responsable del departamento de Mercados Monetarios. Más adelante se convirtió en director general del Banco de Pagos Internacionales, pilar de la estructura financiera mundial que integra a bancos centrales de 55 países. En este foro ahora se discute la reforma de la arquitectura financiera internacional. Está casado y es padre.