Chaves intenta cerrar el debate sucesorio en plena recta final de campaña

El vicepresidente y número uno de la lista socialista al Congreso por Cádiz, Manuel Chaves, ha esgrimido su “autoridad moral” como presidente federal del PSOE para garantizar “la unidad y la cohesión” en su partido e intentar cerrar el debate sucesorio ante unos eventuales malos resultados electorales.

El presidente del PSOE ha afirmado que la unidad se mantendrá después del 20-N, cuando los resultados electorales podrían poner en cuestión el liderazgo del actual equipo y reabrir la cuestión del relevo, para el que se ha postulado la candidata del PSC por Barcelona y ministra de Defensa, Carme Chacón, al preguntarse "¿quien se atreve a decir que una mujer catalana no puede liderar el PSOE?”

Chaves, quien ha respaldado desde el primer momento a Rubalcaba, ha insistido en que "el PSOE no debe estar en esto" y ha advertido que "Rubalcaba puede tener recorrido más allá del 20-N".

El vicepresidente ha eludido comentar directamente las afirmaciones de su compañera de partido y Gobierno y se ha amparado en que lo único que le preocupa en este momento es "ganar las elecciones el día 20 y que España tenga un Gobierno progresista". "Después ya veremos; la decisión recaerá en los militantes y los afiliados del partido", ha dicho.

Durante un acto celebrado en Cádiz, ha dado por sentado que se “mantendrá la unidad y la cohesión” en su formación política y que él seguirá sintiéndose con autoridad moral donde quiera que le “coloque” la ciudadanía.

Chaves ha comentado que la campaña se ha visto marcada por la crisis y que ésta ha generado un “momento difícil para el partido". Pero el responsable socialista sigue viendo una formación con “gran unidad” y con militantes “disponibles y comprometidos con la campaña”.