“Papá, no quiero que cuando sea mayor el banco me quite la casa”

Chema Ruiz, 37 años y miembro de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, ha impedido 18 desahucios en la Comunidad de Madrid y ha participado en otros dos intentos fallidos. El último la semana pasada, cuando fue detenido por la policía al intentar evitar un desalojo en el barrio de Hortaleza. Ninguno 20 de esos intentos por evitar un desahucio fue en su casa, que salió a subasta el 11 de octubre: “Mi caso ni siquiera se ha tratado en la plataforma. No quiero que nadie piense que me metí en esto para resolver mi situación”. Se mudó con su mujer y su hija de ocho años a la casa de su hermana, en una parcela a las afueras de Madrid donde también viven sus padres. Intentó renegociar la deuda de la hipoteca de 500.000 euros con el banco, pero no consiguió que aceptaran la dación en pago, una de las reivindicaciones de los indignados.

La dación en pago acabará implantándose: somos unos seis millones de personas que no vamos a poder pagar la hipoteca. No hay economía que pueda aguantar eso

Sin casa, pero sin perder el sentido del humor, Chema nos recibe en el 14 de la calle Naranjo de Madrid, en el distrito de Tetuán. Es el piso de Anuar, al que él y otros activistas consiguieron que no echaran el 15 de junio. Fue el primer desahucio que paró el 15-M.

*La dación en pago. El piso de Anuar está inundado de paquetes. El pasillo lo han estrechado las pilas de cajas de cartón en las que él y su familia empaquetaron las cosas el 15 de junio, cuando varios activistas del 15-M lograron evitar que fueran desahuciados. Todavía no se han atrevido a deshacerlas. “Para qué, si volverán a venir y al final tendremos que irnos”, dice resignado.

En España, se da la ironía de que puedes pagar por un piso del que has sido desahuciado: la entrega de las llaves no es suficiente para saldar las obligaciones contraídas con el banco al firmar la hipoteca. Pero estar desahuciado no es solo perder la casa, es arrastrar los intereses de demora que alcanzan hasta un 20% y pagar las costas judiciales. Es “llevar la cruz del moroso sobre la espalda”  y tener dificultad para firmar un nuevo contrato de alquiler.

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) surgió en Barcelona, pero fue el 15-M lo que dio fuerza y visibilidad a las reivindicaciones. “Cambiar el sistema electoral es necesario, pero que llevará tiempo. En cambio, la dación en pago es una petición muy concreta, y los desahucios impedidos han tenido mucha resonancia”, cuenta. Además de ser fundador de la PAH en Madrid, Chema es miembro del grupo de trabajo de economía del 15-M y uno de los primeros miembros de Democracia Real Ya, cuando eran menos de “20 gatos” y todavía no habían hecho el grupo de Facebook que fue germen de lo que vino luego: Plataforma de coordinación de grupos para la movilización ciudadana.

Ninguno 20 de los intentos por evitar un desahucio en los que ha participado fue en su casa, que salió a subasta el 11 de octubre

Chema insiste en que, pese a su situación personal, no empezó en la PAH por arreglar su situación, sino por luchar por una injusticia. Y por su hija: “El otro día me dijo: ‘Papá, yo no quiero que de mayor el banco me quite la casa”. La pequeña tiene solo ocho años y no entiende qué es la dación en pago, pero el otro día le reconoció a su padre: “No es tan malo que quieras cambiar el mundo”.

*El 15-M y el 20-N. Las perspectivas tras las elecciones no son alentadoras para Chema. No le convence ninguno de los partidos mayoritarios y está convencido de que las cosas tardarán en cambiar, pero cree que la dación en pago acabará implantándose más pronto que tarde: “Aunque solo sea por su propio interés. Somos unos seis millones de personas que no vamos a poder pagar la hipoteca. Eso son seis millones de personas desterrados del circuito de consumo. No hay economía que pueda aguantar eso”.