IU se vuelca en la batalla de Madrid

Cayo Lara se estrena con un papel protagonista en esta campaña. Fue alcalde de su pueblo, Argamasilla de Alba (Ciudad Real), en los años noventa, pero ahora aspira a liderar la tercera fuerza política española en el Congreso de los Diputados. Es el cabeza de lista por Madrid, el candidato a la presidencia del Gobierno. Y sustituye en ese puesto a Gaspar Llamazares, que lleva tres legislaturas en la Cámara baja y goza de un amplio grado de conocimiento entre los votantes.

Aunque el de Lara también ha subido desde que fue elegido coordinador de IU hace casi tres años, él sabe que debe emplearse a fondo porque de lo que pase con su candidatura dependerá buena parte del resultado de la formación el 20-N. Madrid es una de las batallas para IU, y su agenda lo delata.

El equipo de Lara ha organizado mítines en Madrid o en municipios madrileños en cuatro de los 15 días de campaña: el acto de arranque, el de cierre y, en medio, un encuentro ayer en Rivas (bastión de IU desde 1991), otro en Fuenlabrada y dos el próximo lunes, en la capital y en Coslada. En Madrid, IU se juega un pulso particular con UPyD, que también aspira a llevarse parte del voto que previsiblemente perderá el PSOE. La encuesta del CIS da dos diputados a la lista de Lara (en 2008 obtuvo uno) y tres al partido de Rosa Díez (un escaño hace cuatro años). Esas cifras permitirían a UPyD presentarse como la tercera fuerza en la capital, un riesgo que IU quiere conjurar.

Lara y su número dos en la candidatura, Ascensión de las Heras, insistieron ayer tres veces: la formación necesita “un grupo parlamentario fuerte” (más de cinco diputados) porque prevé un PP “radicalizado” en el Gobierno. “Cada diputado que saquemos en Madrid sera un diputado menos de los mercados”, dijo De las Heras. Durante un acto en Rivas organizado por el Área de Libertad de Expresión Afectivo-Sexual de IU para presentar las propuestas sobre derechos de gais, lesbianas, bisexuales y transexuales (que no llegó a concretar), el candidato asoció al PP con “la jerarquía católica” por recurrir la ley de bodas gais y al PSOE también porque mejoró la financiación de una institución, la Iglesia, que “ejerce represión sobre las personas”.

Le preguntaron a Lara si, en caso de ser bisagra, IU apoyaría un Ejecutivo socialista o podría, como en Extremadura, aupar a un presidente del PP. “La hipótesis de un Gobierno del PSOE está prácticamente descartada. Pero nosotros estamos a años luz del PP. Lo que ocurrió en Extremadura [en julio] no se reproducirá. Es agua pasada”, dijo el candidato. La federación extremeña de IU, a la que el equipo de Lara presionó durante semanas, en vano, para que mantuviera al PSOE en el Gobierno, no ha sido sancionada.