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Rajoy apela a la concordia en un discurso sin propuestas

El líder de la oposición cierra la convención del PP en un clima de euforia

Carlos E. Cué

Con el centro de convenciones de Málaga repleto -se han tenido que habilitar más gradas- y con toda la plana mayor del PP presente, el expresidente José María Aznar incluido, todos los presidentes autonómicos, salvo la de Madrid, Esperanza Aguirre (que sí estuvo ayer), y el que fuera su gran rival en la sucesión, Rodrigo Rato, ahora banquero, ha sido recibido el líder del PP, Mariano Rajoy, en su discurso de clausura de la convención política de su partido.

Un discurso a ratos emocionado –Rajoy no está acostumbrado a la espectacular aclamación del líder que ha dominado la convención- con muchos mensajes de unidad, con llamadas a la concordia, e incluso con un recuerdo para la propia crisis interna del PP, que el líder no olvida – “si yo hoy estoy aquí es porque vosotros lo habéis querido, por esa razón. Vosotros y nadie más. Y como sabéis, a pesar de todo. Trabajaré como nadie para demostrar que habéis acertado”- pero en el que voluntariamente ha quedado fuera cualquier tipo de propuesta. Es una decisión firme del PP: tres días de convención programática concluyen sin programa –será más adelante- y prácticamente sin ninguna propuesta novedosa, y mucho menos desarrollada con detalle.

Un discurso a ratos emocionado con muchos mensajes de unidad, con llamadas a la concordia, e incluso con un recuerdo para la propia crisis interna del PP, que el líder no olvida

Rajoy está concentrado en su estrategia de no dar miedo. Por eso ha pedido el apoyo de todos, no solo de los votantes del PP, asegurando que su proyecto "no es partidista, sino un compromiso para todos". "Quiero ser el presidente de todos los españoles, no solo de los militantes del partido popular, es lo que necesita España y por lo tanto así será". El dirigente popular ha reiterado esta aspiración a lo largo de toda su intervención. Su discurso ha sido interrumpido constantemente por aplausos y gritos de "presidente presidente", pero precisamente cuando apelaba a la concordia, un grupo nutrido de militantes a empezado a corear "a por ellos, oé". La gente no les ha seguido mucho y la cosa se ha quedado ahí, pero la contradicción entre el discurso del líder y la militancia era evidente.

Tras dar las gracias a los invitados, entre ellos el ministro de la Presidencia de Marruecos, y referirse expresamente a Rato, a Manuel Fraga y a Aznar, ha iniciado su intervención exponiendo cómo percibe la situación de España y cómo cree que el PP podría cambiarla tras el 20-N. Se ha referido a los cinco millones de parados, haciendo hincapié en el paro juvenil y en la difícil situación de los autónomos, y a la situación de las administraciones, el sector público y la falta de peso de España en Europa. Problemas a los que el líder de la oposición ha hecho responsable al Gobierno socialista, a quien ha reprochado que niegue la realidad. "Tienen motivo para ocultarlo y tienen motivo para avergonzarse".

Rajoy con varios de los dirigentes del PP en la convención de Málaga.
Rajoy con varios de los dirigentes del PP en la convención de Málaga.JORGE ZAPATA (EFE)

En sintonía con las declaraciones que el expresidente Aznar hizo durante la inauguración de la convención, Rajoy ha hecho hincapié en el legado que recibirá el próximo presidente que salga de las urnas tras el 20-N: "La peor herencia que un Gobierno ha legado jamás al siguiente, la herencia de quien no ha sabido estar a la altura con la sociedad española y que se ha convertido en el principal de sus problemas". El líder popular no obstante, ha garantizado que se puede superar esa "herencia". Rajoy ha recordado tanto a Aznar como a Suárez, que también sufrió una dura crisis económica, para tratar de animar a la gente: “Se puede salir de la crisis y vamos a salir de la crisis. Para eso se precisa solo que las cosas cambien en nuestro país".

Aunque no ha habido muchas críticas al PSOE, sí ha querido lanzar un mensaje: "Los españoles no se creen a los escépticos que dicen que todos somos iguales, ¿cómo vamos a ser iguales los que creamos empleo y los que lo han destruido?", ha dicho entre gritos de "Presidente presidente" de un público entregado por completo y que se ha puesto en pie. "Los españoles no quieren la resignación y el fatalismo de los que afirman" que no hay otra forma posible para salir de esta situación, ha insistido.

Quiero ser el presidente de todos los españoles, no solo de los militantes del partido popular, es lo que necesita España y por lo tanto así será"

El líder de la oposición se ha centrado en enumerar lo que "quiere" hacer el PP si llega a La Moncloa y sus compromisos para hacer realidad esos deseos, aunque no ha mencionado cómo lo hará, algo que estaba previsto concretar en esta convención pero que se ha dejado para más adelante.

Ya en la parte más emotiva, ha recordado a su padre que le preparaba los temas de su oposición a registrador de la propiedad y ha tratado de dibujar el futuro de España. “Quiero un país alegre en el que la gente se levante cada mañana porque tiene un puesto de trabajo al que ir”, ha llegado a decir.

Entre los deseos de los populares Rajoy se ha centrado específicamente en la educación, en un momento en que las huelgas y las manifestaciones contra los recortes en la enseñanza se extienden por toda España. Para el presidente del PP "la educación es lo que media entre el origen de una persona y las metas que puede alcanzar en su vida, es la garantía del empleo de mañana".

Ya en la parte más emotiva, ha recordado a su padre que le preparaba los temas de su oposición a registrador de la propiedad y ha tratado de dibujar el futuro de España

Tras expresar lo que quiere su partido, el líder del PP ha presentado sus compromisos para lograr esas aspiraciones. En esa exposición ha querido desmarcarse de las actitudes que los populares han venido reprochando al Gobierno de Zapatero. "Me comprometo a ser previsible y transmitir certidumbres [....] a ofrecer soluciones y no improvisaciones [....] a trabajar por la concordia entre españoles [...] a escuchar todas las opiniones aunque no me gusten....". Aunque luego ha prometido: “Me comprometo a explicar lo que voy a hacer y a hacerlo. A ser previsible y a transmitir certidumbre”, pero no a desgranado nada de eso que va a hacer. El líder de la oposición ha apelado a la responsabilidad de construir un futuro mejor, pero también ha dejado claro que ese futuro será difícil y todos deberán sacrificarse.

El presidente del PP también ha aludido a ETA aunque de manera mucho más suave que en el caso de Aznar el primer día de convención. Lo ha hecho recordando a José Antonio Martín Carpena y al resto de las víctimas del terrorismo. "No lo olvidamos y no lo vamos a olvidar, mantendremos su memoria y su dignidad, y la de todas las víctimas, para que nadie permita falsas equidistancias. En la España que yo quiero vencerá la justicia y siempre serán vencidas la sinrazón y la barbarie"

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