“Es una burla a la democracia”, opina el resto de los partidos
EEl acuerdo entre PP y PSOE para reformar la Constitución no ha gustado al resto de grupos, que lo tildan de "aberración", "chapuza" y "humillación de la democracia parlamentaria"
“Chapuza”, “aberración”, “la humillación de la democracia parlamentaria”, “un acto de bandidaje”... El acuerdo entre PP y PSOE para reformar la Constitución no ha gustado al resto de los partidos, ni en las formas ni en el fondo. Creen que es innecesario porque persigue lo mismo que la Ley de Estabilidad Presupuestaria, y también opinan que la Ley fundamental no debe modificarse en tiempo récord y, por primera vez, sin consenso, obviando otras reformas aparcadas, como la del Senado.
Josep Antoni Duran Lleida (CiU) sugirió ayer que PP y PSOE tomen “muy en serio” la posibilidad de convocar un referéndum el 20-N, informa Àngels Piñol. Joan Tardà (ERC) tachó de “escandaloso, absurdo y un acto de bandidaje” que PP y PSOE pacten esta reforma “imperativo de Europa, después de haber sido incapaces de ponerse de acuerdo para hacer las reformas importantes de la Constitución”. “Esto va a ser la gran coartada institucional del PP para dar el tiro de gracia al Estado del bienestar. Propondremos ausentarnos de la votación para no ser cómplices”. Y Joan Herrera (ICV) cree que es “un ataque” al autogobierno y “un giro a la derecha”.
El líder del PNV, Iñigo Urkullu, criticó la “precipitación” y advirtió que si se va a reformar la Constitución su partido pedirá que se reconozcan “los derechos de Euskadi como nación”. Pedro Aspiazu, portavoz de economía del PNV en el Congreso, cree que la reforma es “políticamente un atropello y económicamente una insensatez”.
“Repelente niño Vicente”
Gaspar Llamazares (IU) opina: “Es un gesto de sumisión a unos mercados insaciables. Nos hemos convertido en el repelente niño Vicente que le dice sí a todo a la señorita Merkel”. “Es la puntilla a una legislatura desgraciada, en la que los políticos estamos de delegados de los mercados en lugar de representantes de los ciudadanos. Haré todo el filibusterismo parlamentario para intentar un referéndum. Sobre la disciplina de partido está el mandato de los ciudadanos”.
Ana Oramas (CC) cree que es “una falta de respeto a la democracia pretender modificar en 48 horas, con nocturnidad y alevosía, la Constitución y para el año 2020”. Rosa Díez (UPyD) asegura: “Es una burla a la democracia cambiar la Constitución a través de una proposición de ley pactada en un despacho”. Francisco Jorquera (BNG) también votará en contra. Uxue Barkos (Na-Bai) añade: “Es lamentable que PP y PSOE solo se pongan de acuerdo cuando reciben un tirón de orejas de Europa”.
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