Un manifiesto busca que la Asamblea Nacional sea un punto de inflexión

Los movimientos en torno a la Asamblea Nacional del BNG no dan tregua ni en vacaciones. A dos semanas de la reunión del Consello Nacional que fijará la fecha del cónclave antes o después del 20-N, 18 alcaldes lanzan un manifiesto abierto y crítico que pretende renovar el discurso y los referentes de la organización. Los regidores Martiño Noriega (Teo), Sandra Gonzalez (Tomiño), Xurxo Rodríguez (Castrelo de Miño) y Fernando Suárez (Ribadeo) actuaron de portavoces en la rueda de prensa que dio a conocer su declaración, avalada por algunos integrantes de las corrientes Máis Galiza, liderada por Carlos Aymerich, y Encontro Irmandiño, capitaneado por Xosé Manuel Beiras. Sin embargo, el documento, que está abierto a futuras adhesiones según sus impulsores, no ha sido secundado por ninguno de los alcaldes afines a la UPG, el partido mayoritario dentro del Bloque. Entre las ausencias más notables se encuentran las de Miguel Anxo Fernández Lores, regidor de Pontevedra, Evencio Ferrero, de Carballo, o Francisco García, de Allariz.

Según fuentes próximas a sus promotores, el manifiesto se empezó a gestar después de las elecciones municipales, en las que los nacionalistas perdieron más de 53.000 votos remontándose a los resultados de 1995. Ante la falta de crítica interna, algunos de los regidores más votados decidieron analizar las claves de su éxito, y expresar “cosas que hace tiempo que no se dicen en el BNG”, en palabras del alcalde de Ribadeo. Las reuniones en la sede del Bloque se fraguaron en el documento del que ya tienen constancia la ejecutiva y el responsable nacional, Guillerme Vázquez. Martiño Noriega se muestra convencido de que la dirección asumirá la propuesta favorablemente, ya que contribuye a que la Asamblea Nacional “sea un punto de inflexión” en el modelo político y que demuestre, pese a los tiempos que corren, que “otra forma de hacer política es posible”.

Para la “resintonización”, según el manifiesto, el Bloque debería superar la idea de “un pasado mitológico y un futuro idealizado”, con propuestas claras, creíbles y asumibles por la sociedad gallega, al mismo tiempo que genere ilusión. Precisamente, Fernando Suárez lamenta que por ciertas cuestiones ideológicas parezca que el BNG “no entienda el país” y que eso pueda “frustrar” a las bases. El alcalde rechaza que el proyecto nacionalista “aspire a ser marginal” y recupere la credibilidad de los electores. Con la propuesta, los 18 regidores pretenden afrontar un futuro sin prejuicios y proponer nuevas estructuras organizativas, donde el BNG aumente el número de electores y esperance a la militancia de cara a las elecciones generales.

Como pequeñas hormigas que “grano a grano” también “hacen país” desde los ayuntamientos —tal y como reza el título del escrito—, los regidores confían en que con su experiencia diaria al lado de los ciudadanos puedan, sin renunciar a su ideología, ajustar sus mensajes a la sociedad y convertir el BNG en una fuerza “hegemónica”. Ellos se ponen al servicio del Bloque para hacer política de forma “honesta” y distante de miradas “únicas y dogmáticas”. Según los alcaldes, para muchos militantes, esta es la última oportunidad.