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El etarra despiadado

Txapote está condenado a más de 300 años de cárcel

'Txapote' durante un juicio en la Audiencia Nacional.
'Txapote' durante un juicio en la Audiencia Nacional.EUROPA PRESS

Xabier García Gaztelu, Txapote, es uno de los terroristas más sanguinarios de ETA, tanto por los atentados que mandó ejecutar mientras fue jefe de los comandos de la banda, como por los que él mismo perpetró, alguno de ellos, de los que más han conmocionado a la opinión pública. Se considera que fue él quien se quedó solo con el concejal Miguel Ángel Blanco y quien le descerrajó dos tiros en la cabeza.

La forma de asesinar a Blanco da muestra de la absoluta frialdad de Txapote. Frialdad no solo en sus atentados, la mayoría perpetrados con un tiro en la nuca, sino por su actitud ante los tribunales. Representa la línea más dura de la banda, contrario a la tregua y partidario de la vía violenta para terminar con el conflicto. "Dale duro hasta el final" es lo que gritó en su penúltimo juicio en la Audiencia Nacional, cuando estaba siendo juzgado por la muerte de dos guardias civiles en la localidad oscense de Sallent de Gállego en 2000, por el que fue condenado a 30 años de prisión.

Txapote (Galdácano, Vizcaya, 1966) se sintió atraído desde muy joven por el entorno de ETA y pronto  entró en Jarrai, la organización juvenil de Batasuna. Con 20 años fue detenido por atacar un concesionario de coches. A finales de los ochenta se integra como colaborador del comando Vizcaya, del que formaban parte históricos de la banda como Juan Iglesias Chouzas, Gadafi. En 1991 demuestra su destreza para eludir controles policiales y evitar ser capturado. El 30 de agosto de ese año protagoniza su primera fuga y huye a Francia tras un tiroteo en Bilbao entre miembros del comando Vizcaya y de la Ertzaintza. Luego eludió más acciones de las Fuerzas de Seguridad contra su comando, como en 1995, cuando burló, campo a través, un cerco policial tras atentar contra el cuartel de la Guardia Civil en la localidad riojana de Arnedo.

En todos sus juicios ha mantenido su tono desafiante y de desprecio hacia el tribunal

En 1994 se incorpora al comando Donosti a las órdenes de José Javier Arizcuren Ruiz, Kantauri, que le presentó a su actual compañera y madre de sus dos hijos, la etarra, Irantzu Gallastegi, Amaia, también en prisión. Ese año mata al sargento de la Guardia Municipal Alfonso Morcillo, la primera acción que se atribuye a él directamente. Con Amaia y el etarra arrepentido Valentín Lasarte, protagonizan varios de los atentados más crueles y atroces de la banda. El asesinato de Fernando Múgica, Gregorio Ordóñez, José Luis López de la Calle o Miguel Ángel Blanco. Todos a bocajarro. Como la mayoría de los otro 14 asesinatos en el que se le ha implicado, con distintos grados de participación.

Txapote se hace cargo de los comandos de ETA en 1999, tras la detención de Kantauri. Contrario a la tregua de 1998 se encarga de reforzar a la banda durante ese período y de modificar el sistema de actuación de los taldes, que, durante su mandato pasan a estar formados por tres miembros de los cuales solo dos podían participar directamente en los atentados.

El etarra fue detenido el 22 de febrero de 2001 mientras comía en un bar de la localidad vascofrancesa de Anglet. En todos sus juicios, ha mantenido su tono desafiante y de desprecio hacia el Tribunal y cuando no se ha negado a declarar, ha reiterado su firme convicción de mantener la lucha armada. Célebres son las risas que intercambió con su compañera, durante el juicio por la muerte de Miguel Ángel Blanco. En la actualidad cumple condena en la cárcel de Almería. Txapote acumula más de 300 años de cárcel. Solo cumplirá 30.

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