EE UU afea a España que no participe en los bombardeos

La ministra Carme Chacón ha anunciado en Bruselas, adonde ha acudido para asistir a la reunión de primavera de los ministros de Defensa aliados, que el viernes planteará “al Consejo de Ministros la prórroga indefinida” de la misión española en Libia y que más adelante hará lo mismo en el Congreso de los Diputados. Esa continuación del compromiso no es suficiente para Estados Unidos que cree que España debería intervenir en bombardeos. Madrid, irritado por la presión, recuerda que no es eso lo previsto en el compromiso español de intervención en la operación Protector Unificado

La prórroga indefinida supone un cambio con respecto a los procedimientos habituales, que suponían validaciones periódicas de los mandatos. La OTAN, que planeó su campaña inicial por un periodo de 90 días acaba de extenderlo por un segundo plazo de otros 90, lo que supone llevar la misión hasta finales de septiembre. Preguntada ayer hasta cuándo piensa España seguir en Libia, Chancón respondió: “Hasta la consecución de los objetivos”.

España contribuye a la operación Protector Unificado con cuatro cazabombarderos F-18, dos aviones nodriza, un avión de vigilancia marítima, una fragata y un submarino.

Pese a los anuncios públicos de que Gadafi está en la puerta de salida el hecho es que a los aliados se les reclamó ayer más potencia de fuego. Sólo ocho países de OTAN (Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Italia, Noruega, Reino Unido, a los que se suma Emiratos Árabes Unidos) participan en bombardeos. Robert Gates, secretario de Defensa de Estados, siempre franco y más ahora en su última reunión antes de dejar el Pentágono, dijo que España, Turquía y Holanda deberían también sumarse a ese esfuerzos, según fuentes aliadas.

 Es una vieja demanda a la que España se ha resistido siempre. “Nosotros ofrecimos lo que ofrecimos para hacer lo que hacemos, proteger la zona de exclusión aérea y el embargo de armas, y se nos aceptó en su momento”, señala una fuente española, muy irritada con la presión. “No nos pueden pedir que cambiemos el plan. Porque si les parece que el vaso está medio vacío a lo mejor lo que hacemos es vaciar del todo el vaso”.

 Los objetivos asumidos por la OTAN y otros socios en esta operación anti Gadafi son tres: acabar con los ataques de las fuerzas libias a la población civil; conseguir la retirada a los cuarteles de todas las tropas del régimen, y que haya libre acceso de la ayuda humanitaria internacional a la población.

Sobre el cierre previsto del cuartel general de la OTAN en Retamares (Madrid), sede le Mando del Componente Terrestre para el sur de Europa, la ministra no quiso pronunciarse en público. Tampoco dramatizó. “España está a favor de una estructura de la Alianza más austera y eficaz, lo que supone sacrificios para todo el mundo”, dijo. “La negociación sigue”. La OTAN va a reducir de once a siete sus cuarteles generales. Como alternativa al de Retamares España ha ofrecido acoger un Centro de Operaciones Aéreas Combinadas con capacidad de mando y control en el sur de Europa.

Los primeros tres meses en Libia costaron 43 millones

Si el Consejo de Ministros aprueba la iniciativa que presentará el Ministerio de Defensa, la propuesta de Chacón deberá pasar por el Congreso, donde el 19 de abril se dio luz verde a una prórroga de dos meses. Los primeros tres meses de la misión española -hasta la extensión que acaba el próximo 22 y que respaldó el Parlamento, con la negativa de Izquierda Unida (IU)-, costaron a España 43 millones de euros, como informó la ministra a la Comisión de Defensa de la Cámara baja.

Gaspar Llamazares justificó su negativa con argumentos como que "estamos utilizando un  martillo para una operación quirúrgica" y acusó a Chacón de ir más allá de la resolución de la ONU. "Si vamos a meternos en todos los fregados donde hay un dictador que masacre a su pueblo, prepárese para vestir el uniforme porque no hay fuerza militar suficiente en el mundo", añadió el portavoz de IU en el Congreso, que con su no quería evitar una nueva guerra de Irak o Afganistán. El Bloque Nacionalista Gallego manifestó la misma preocupación y dijo que "no es de recibo" que Naciones Unidas decida intervenir en Libia al tiempo que aplaude que Arabia Saudí envíe tropas a Bahrein para aplastar a la oposición.

El Partido Popular sí respaldó la prórroga en aquella ocasión. Su líder, Mariano Rajoy, quiso dejar claro que siempre apoyaría a los aliados y dijo que "la obligación básica de la comunidad internacional y de cualquier demócrata responsable, sensato y con sentimientos es defender lo más importante que tenemos en el mundo, que son las personas, su vida y sus derechos individuales". En la misma línea se expresaron CiU, ERC y PNV.

El conflicto entre rebeldes antigubernamentales y leales al régimen de Gadafi, que en principio la OTAN pensaba resolver en cuestión de semanas, se acerca a su tercer mes ya convertido en guerra. La Administración de Obama calculó en abril que alrededor de 30.000 personas habían muerto en los primeros dos meses del conflicto.