La ola del 15-M llega a Italia
Españoles organizan movilizaciones en varias ciudades para apoyar las protestas en España
España llama a Italia. La mecha del movimiento 15-M se enciende también en el país transalpino, donde a través de Twitter y Facebook han sido convocadas para mañana movilizaciones en las principales ciudades. “Somos jóvenes españoles de Erasmus que estamos aquí. Queremos apoyar a nuestros compatriotas y hacerles saber que no están solos, que esta es nuestra lucha, la indignación de toda nuestra generación”. Ana Piqueras, 22 años, de Barcelona, estudia humanidades y hasta julio tiene una beca en la universidad de Milán. Mientras actualiza el estatus de la página de Facebook que creó ayer (Spanish Revolution Milan) atiende a las preguntas de nuevos amigos, tuitea las coordenadas para las manifestaciones que mañana van a sincronizar las ciudades italianas en una única y alegre protesta y camina rápido hacia la biblioteca: el lunes tiene un examen de literatura española.
“Esto es una revolución. Anoche le decía a mi amiga Andrea, leyendo las noticias que llegaban desde España: 'Venga, vamos a hacer algo, tenemos que movernos ya'. Ella me decía que no podíamos, lejos de casa y en un país en el que acabamos de llegar. Pero al final se animó, enviamos un mensaje a 30 amigos españoles y la cosa se nos escapó de las manos”. El evento con el que citaba a sus conocidos frente el Duomo de Milán el 20 de mayo a las ocho de la tarde ya tiene centenares de confirmaciones y miles de contactos. Ana se creó un perfil en Twitter y al cabo de pocos minutos la iniciativa se había multiplicado a lo largo de todo la bota italiana. “Empezaron a dejarme mensajes y pedir informaciones desde Turín, Bolonia, Padua, Pisa, Roma, Nápoles, Palermo. Resultado: en cada una de estas ciudades va a haber mañana una quedada para decir que no pueden manipularnos, robarnos el futuro sin que nosotros digamos nada. Somos una generación perdida, no podemos soñar, estamos preparados, tenemos idiomas, emigramos, pero si no fuese porque nos echan una mano nuestros padres... Ni quiero pensarlo”.
Somos una generación perdida, no podemos soñar, estamos preparados, tenemos idiomas, 'emigramos', pero si no fuese porque nos echan una mano nuestros padres...ni quiero pensarlo” Ana Piqueras
Los amigos españoles de Ana Piqueras difundieron el virus de la protesta también entre los italianos. En línea, en las redes sociales, con el boca a oreja, la oleada de indignación que llega desde la Puerta del Sol ha despertado también a los jóvenes autóctonos, que no pierden ocasión para manifestar su frustración frente a un sistema político que decide por encima de sus espaldas y no les representa. Estas fuerzas transversales que se mueven desde abajo y rebotan su mensaje a través de canales no convencionales para una política cada vez más anquilosada están muy activas en este momento en el país. Los movimientos y los grupos que se movilizaron en diciembre contra la reforma universitaria, las asociaciones femeninas que reivindican un modelo positivo de mujer, tras los escándalos sexuales del primer ministro, Silvio Berlusconi, o los grupos que lucharon contra de la ley mordaza a favor de la libertad de prensa, son solo algunos ejemplos del bullicio de la sociedad italiana. Y no meten en el centro de su diana solo a Berlusconi, su machismo, su corrupción, su falta de iniciativa para frenar la precariedad de trabajo y el vacío existencial en donde se hunden los jóvenes, sino también la inacción de los mayoritarios partidos de oposición, como el Partido Democrático. Ellos, hoy, recogen el guante de la protesta española.
Los primeros en dar espacio y solidaridad al 15-M fueron los activistas del Popolo Viola, un movimiento nacido hace un par de años. Anoche pusieron en su web una ventana con el twitter de la revolución de la Puerta del Sol y observaron incrédulos cómo llegaban 10 mensajes al segundo sobre el tema. “Seguimos expresando nuestra contrariedad a la gestión del poder en este país", comenta la portavoz del grupo, Silvia Bartolini. "Pero es muy duro. Las noticias españolas nos dan nuevos motivos de esperanza, de fuerza. Son nuestro fuelle. Yo voy a ir seguro a la quedada de esta tarde aquí en Florencia. Siempre estaremos al lado de quien pide democracia y participación”. Los dos lados de los Alpes y los Pirineos están unidos. Y en la prensa italiana, alguien ya habla de una primavera europea.
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