Gómez y su defensa de la gente común

Hay cosas en los mítines de Tomás Gómez que no cambian. No deja de ser lógico cuando las ideas y las propuestas son las que son y hay que contarlas cada uno de los 15 días que dura la campaña electoral. Desde el principio, el candidato socialista a la presidencia de la Comunidad de Madrid ha hablado de contrastes. Ellos y nosotros. Los populares y los socialistas. Lo que él llama "el gobierno del negocio" y el de "la gente común y corriente". Se pregunta si no es hora de que las personas que sacan adelante a Madrid puedan ocupar el poder político y acabar con los 16 años de "monopolio" de la derecha.

Su propuesta, dice, es la libertad. Y no se puede alcanzar sin igualdad, algo que ofrecen los servicios públicos y el estado del bienestar. Ayer, en un mitin en Alcorcón, con la ministra de Defensa, Carme Chacón, y del alcalde, Enrique Cascallana, Gómez repasó una vez más sus puntos clave: el ascensor social; la prevención frente al copago que, asegura, quiere para Madrid Esperanza Aguirre, el enemigo llamado abstención.

Era casi imposible que obviara el asunto de los carteles electorales. Esos en los que se les ve a él y a José Luis Rodríguez Zapatero echando unas carcajadas bajo unas letras en las que se lee: "Cinco millones de parados". La Junta Electoral Central obligó a retirar los carteles, que son del PP pese a que no los firma. Pero siguen en la calle. Gómez acusó a Aguirre de querer "saltarse el estado de derecho" por no hacer caso y seguir con una "campaña infame e indigna". Le exigió que pida perdón, pero no a los socialistas, sino a los parados. "Basta ya de alimentarse con el dolor de las personas"; afirmó. Chacón también se refirió a los carteles, y aseguró que la derecha frivoliza con el dolor del desempleo "porque a ellos no les toca". Sin embargo, la ministra empezó su intervención con el recién aprobado proyecto de ley del derecho a una muerte digna. Se acordó de "los insultos y las calumnias" que recibió el doctor Montes y su equipo en el hospital de Leganés y dijo que los socialistas les apoyaron. Criticó la privatización del Canal de Isabel II, una empresa pública que funciona y que da beneficios.

El candidato socialista a la alcaldía de Madrid, Jaime Lissavetzky, presentó ayer sus propuestas culturales en la sala Galileo Galilei. Lo hizo acompañado de la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, y de escritores actores y artistas de otros campos. Su intención es dar más protagonismo a los barrios, con actividades culturales que van más allá de la Noche en Blanco, abrir las bibliotecas los fines de semana y redactar un plan estratégico cultural para la ciudad.