El tiempo pasa y el tiempo crea: transformaciones sutiles, naturalezas invariables o diálogos invisibles que impelen a una acción que no se produce. Esta serie de fotografías, tomadas entre 2021 y 2025, es un homenaje a la inacción, a la no intervención, a la mera observación. Cambiar la mirada y no las cosas, aceptar su naturaleza y admirar su devenir exige detenerse, observar, permanecer. Ejercer la pausa en un mundo herido por la urgencia es un desafío a la inercia, un acto de rebeldía, una forma íntima y activa de resistencia, una pequeña revolución