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ANATOMÍA DE TWITTER
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La pija, la quinqui, el narco y otras burbujas

En redes sociales podemos seguir a gente que parece que viva en un universo paralelo, o mudarnos nosotros a uno

Jaime Rubio Hancock
Carlos Peguer, 'La pija', y Mariang Maturana, 'La Quinqui', junto a Pedro Sánchez en la grabación del programa.
Carlos Peguer, 'La pija', y Mariang Maturana, 'La Quinqui', junto a Pedro Sánchez en la grabación del programa.

Todos vemos el mundo con nuestros sesgos, inclinaciones, manías y prejuicios. Qué remedio. Una de las ventajas de Twitter es que nos permite asomarnos a otras formas de ver el mundo, a otras burbujas que no son las nuestras. Echar un vistazo a esos abismos puede ser divertido, instructivo o aterrador, según el caso. Por ejemplo:

1. La pija y la quinqui. Durante el fin de semana era difícil abrir Twitter sin toparse con algún fragmento de este podcast que entrevistó a Pedro Sánchez. Buena jugada del candidato socialista: es un espacio inteligente, amable y que llega a un público joven. Sánchez logró aparecer casi cercano, casi natural y, al contrario que en el debate con Feijóo, bien preparado. Habló de Taylor Swift, de sus tuits antiguos (como el de la pizza cojonuda) y de desinformación. Los más optimistas hablaban de una entrevista decisiva y de miles de votos ganados. A pesar de que había mucho humor e ironía, el entusiasmo quizás era excesivo. No quiero menospreciar el alcance del podcast, ni muchísimo menos, y me encantaría vivir en un mundo en el que La pija y la quinqui deciden la presidencia del Gobierno, pero no sé si ese mundo existe fuera de Twitter.

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2. El narco. Este domingo, Yolanda Díaz retó a Feijóo a acudir al debate del miércoles en RTVE para explicar “cuál era su relación con el narcotráfico”, en referencia a su amistad con el narco Marcial Dorado. En Twitter, más de uno se preguntaba por qué este tema no tiene más relieve en campaña. De hecho, desde hace unas semanas se intenta mover la etiqueta #QueTeVoteElNarcoDelBote, con un alcance bastante más limitado que la rima con Txapote.

En un artículo de 2020, Xosé Hermida recordaba las explicaciones “confusas, cuando no inverosímiles o contradictorias” que dio Feijóo después de que EL PAÍS publicara sus fotografías con Dorado. Pero también añadía que “salió airoso de aquel episodio” y ganó las autonómicas de 2016. Es decir, hay una burbuja en la que esto no tiene importancia, por raro que nos parezca a muchos. Sí, hay otra en la que esto es grave, pero ahí no parece que haya casi nadie que tenga pensado votar al PP.

3. El CIS. Las encuestas apuntan a una victoria de la derecha. ¿Todas? ¡No! El irreductible CIS va camino de anunciar una ampliación en el Congreso para que quepan todos los diputados del PSOE. El ministro de Cultura, Miquel Iceta, tuiteaba este domingo un enlace a un texto que defendía el trabajo del organismo y atacaba el de Kiko Llaneras en EL PAÍS. El motivo: los artículos en los que el periodista explica por qué no debemos fiarnos del CIS, cuyas encuestas sobrestiman los resultados de la izquierda. El PSOE y Sumar pueden ganar, pero el tuit de Iceta sigue siendo una burbuja muy cómoda.

4. Las pensiones. A veces, las burbujas se rompen, como le ha pasado a Feijóo este lunes, y como nos puede pasar a todos el domingo. En una entrevista en La Hora de La 1, el candidato popular aseguró que su partido siempre ha revalorizado las pensiones conforme al IPC. La periodista Silvia Intxaurrondo le corrigió, en un momento que se compartió en Twitter miles de veces: “No lo hicieron ni en 2012, ni en 2013, ni en 2017″.

Feijóo rectificó, pero poco. Tuiteó que “el @ppopular nunca congeló las pensiones y el PSOE sí”. Solo que en la entrevista dijo otra cosa y esos tres años las pensiones subieron por debajo del IPC. Aun así, Feijóo añadió en otro mensaje: “No me importa aclarar cualquier afirmación si ha sido inexacta, al contrario de Sánchez, cuya arrogancia nunca se lo permitiría”.

Parecía que la realidad iba a alcanzar a Feijóo, pero Feijóo fue más rápido y se construyó otra burbuja: ni había mentido ni se había equivocado, solo aclaraba una afirmación que, quizás, quién sabe, había sido inexacta. Dos tuits más y nos tenemos que disculpar nosotros.

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Sobre la firma

Jaime Rubio Hancock
Editor de boletines de EL PAÍS y columnista en Anatomía de Twitter. Antes pasó por Verne, donde escribió sobre redes sociales, filosofía y humor, entre otros temas. Es autor de los ensayos '¿Está bien pegar a un nazi?' y 'El gran libro del humor español', además de la novela 'El informe Penkse', premio La Llama de narrativa de humor.

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