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Anatomía de Twitter
Columna
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Trias, el viejo enfadado

El sincero “que os den a todos” del exalcalde de Barcelona llena la red social de bromas, indignación y mucho edadismo

Xavier Trias, en el Ayuntamiento de Barcelona. En vídeo: Su discurso en el pleno.Foto: Albert Garcia
Rebeca Carranco

El edadismo está mal. Lo sabemos, aunque no siempre lo detectamos. Y no, no es cuestionar la igualdad de las relaciones entre señores que triplican la edad de sus novias. Es infantilizar a las personas mayores, despojarlas de cualquier capacidad creativa, de deseos y de sueños. Negarles que la experiencia es un grado (o dos o tres o cuatro) y aparcarlos en una cuneta, como si sufriesen algún tipo de enfermedad contagiosa por ir sumando años. Hasta el punto de pensar que no debieran pintar casi nada en ningún sitio, tampoco en la política, donde aún se dejan ver.

Xavier Trias, 76 años, que ya se había preparado su discurso de patriarca de Barcelona y se veía en coche oficial arriba y abajo, es un buen ejemplo de las bondades del paso de los años. “Que os den a todos” o “que os zurzan a todos” —según les guste una traducción más elegante o barriobajera del “que us bombin a tots”— soltó enfadado en su discurso. Saboreaba el regusto amargo de la macedonia con la que le arrebataban la vara de mando la ciudad: la gente salida del 15-M que hace una década gritaba “PSOE y PP, la misma mierda es” haciendo alcalde al candidato del PSOE con los votos del PP. Incomprensible. Y no quiso callárselo.

El sincero exabrupto de un señor convergente de Sant Gervasi (menos mal que proviene de un barrio refinado) desnudó por una vez a la política de esa pátina de tacticismo y falsedad que lo pringa todo ante la cara atónita de nosotros, los ciudadanos, que ya no sabemos ni qué votamos. El tuit del canal 3/24 de la televisión pública catalana con las declaraciones de Trias mandando a tomar por saco a todo dios en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona demuestra lo poco habituados que estamos a la maleducada naturalidad: más de medio millón de consultas. Si lo dice TV3, no puede ser mentira.

La red social se debate, como siempre, entre la broma y la indignación de quienes se toman muy en serio. Un cóctel al que en esta ocasión hay que añadirle altas dosis de edadismo. “La gente mayor no debe conducir ni debe gobernar en ningún lugar”; “tira, viejo chocho, que no sabes ni leer”; “el Sintrom, señor”; “qué dice la momia”; “abuelo, las pastillas”; “iaio style”… Entre tanta oscuridad, siempre es de agradecer propuestas creativas para cualquier tarde soporífera de sábado: “Que alguien coja el ‘bombas, bombas’ de Chimo Bayo y le meta el ‘que us bombin, bombin’, de Trias”, propone en Twitter Òscar Nin, acompañado de un vídeo indispensable.

Trias es un hombre de su época, que es esta (es muy limitante restringir la valía vital al periodo comprendido entre los 20 y los ¿50? años). Igual que la artista Juana Dolores, de 31 años, le llamó “puto viejo” en TV3, él se despachó con los okupas de su Ayuntamiento. “Nunca serás Juana Dolores y su meteorito”, le reprochan, sin embargo, algunos tuiteros, conscientes de todo lo que calló el exalcalde enfadado. Hay insultos que solo se dedican en privado, en una sobremesa íntima, con la esperanza de que nunca salgan de ahí.

La frustrada elección de Xavier Trias como alcalde de Barcelona tiene toda otra derivada en Twitter que, si me permiten, dejo que descubran por ustedes mismos. Ya saben, el independentismo, Madrid, y la Cataluña ocupada por los desarrapados de Colau y los encorbatados del PSC que no son otra cosa que el caballo de Troya del facherío español. Prefiero recomendarles a otra septuagenaria, Pilar Eyre, y su maravilloso perro Bakunin al que llamó a voz en grito cuando fue secuestrado. Gracias, Pilar. Y que la paz acompañe a Bakunin.

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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