Ciudad de México registra seis menores contagiados de la covid-19 tras la reapertura de escuelas

Las clases presenciales en la secundaria Olga Esquivel Molina, en la alcaldía Iztacalco, apenas duraron cinco días. Este lunes han vuelto a las clases virtuales tras confirmarse el caso positivo de un alumno de tercer grado. “Los alumnos que estuvieron compartiendo el aula serán notificados de manera individual para información y vigilancia, esperamos que el impacto de salud en los alumnos que asistieron al centro escolar sea mínimo”, informaba la escuela pública a través de sus redes sociales. Al igual que en este colegio, cinco estudiantes más de educación básica en Ciudad de México han resultado positivos a la enfermedad en la primera semana del regreso a clases de 1.130 colegios de la capital.

Los tres casos más recientes de estudiantes contagiados de coronavirus se han registrado en escuelas privadas de Ciudad de México, de acuerdo con la información emitida este lunes por la Secretaría de Educación Pública (SEP). En la alcaldía Coyoacán, se contagiaron dos hermanos que cursan el segundo y quinto grado de primaria, mientras que en un colegio de la alcaldía Álvaro Obregón fue confirmado el virus en una alumna de primaria. Estos casos se suman a los tres estudiantes positivos por coronavirus reportados en escuelas públicas de las alcaldías Tláhuac, Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza. Las cinco escuelas implicadas cerraron de nuevo sus puertas y han comunicado a sus alumnos que volverán a la modalidad virtual.

Luis Humberto Fernández, titular de la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México, detalla a este periódico que se está dando seguimiento tanto a los enfermos como a otros menores que pudieron estar en contacto con ellos y que podrían ser hasta 10 personas por caso, sumando, al menos, 60 personas bajo observación. El funcionario asegura que esta cifra de contagiados es mínima frente los cerca de 80.000 estudiantes de educación básica que han regresaron a clases presenciales y defendió la estrategia de reapertura de colegios en la capital. “El modelo está funcionado porque está basado en tres filtros, el principal en la casa, y por último hay un gran esfuerzo de los maestros y de las familias para reencontrar la normalidad”, asevera.

La semana pasada regresaron a clases presenciales en la capital más de 80.000 estudiantes y unos 10.000 profesores El retorno ha sido de manera voluntaria. Según las cifras de la SEP están operando 1.125 centros educativos de un total de 7.755 escuelas en Ciudad de México. Aunque padres de familia y docentes han denunciado que en algunos de estos colegios no existe agua o ventilación adecuada para garantizar el cumplimiento de las medidas sanitarias, Fernández afirma que sí cuentan con todos los servicios. “Estamos navegando un mar sin cartografía, nadie estaba preparado para esto y se hizo un ejercicio extraordinario en infraestructura. Las 1.125 escuelas que están operando tienen sus servicios de agua y condiciones de operación”, zanja.

El profesor e investigador del Colegio de México Manuel Gil Antón explica que el retorno a lo presencial está abriendo una nueva etapa que no se había vivido en el retorno a una educación intermitente. “Mientras no haya contagios puedes sostenerlo presencial, pero sí se presenta un caso cierras. Se nos presenta el reto de programar actividades para lo presencial y en el momento en que se tenga que cerrar por algún contagio seguir teniendo algún contacto con los alumnos con las experiencias que hemos aprendido en estos meses”, comenta.

De acuerdo con una consulta realizada por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) hecha a más de 18.000 trabajadores del sector sobre las condiciones de los colegios donde trabajan: cuatro de cada 10 escuelas no tienen agua potable; solo dos de cada 10 cuentan con aulas amplias y tres de cada 10 centros educativos no disponen de drenaje. “La pandemia nos mostró un sistema educativo con muchas fallas, de infraestructura, de ventilación, de agua potable en muchos casos y también nos mostró que arquitectónicamente hemos hecho búnkers, derivado de la inseguridad. Si una escuela no tiene condiciones de ventilación no debe abrir y esa escuela lo que hay que hacer es obrar para que pueda abrir. No todas las escuelas están bien ventiladas debido a que su construcción fue pensada para guarecerlas del crimen y la inseguridad del país”, concluye el académico.

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