Los tentáculos de la Unión Tepito en Ciudad de México se ciernen sobre el asesinato de B-King y Regio Clown
El presunto vínculo de miembros de la organización criminal con el círculo cercano de los músicos colombianos arroja una última pista: uno de sus integrantes está acusado de haberlos llevado en un Mercedes Benz al lugar donde murieron


A más de un mes del hallazgo de los cuerpos desmembrados de B-King y Regio Clown en el Estado de México, el caso sobre la muerte de los dos músico colombianos se ha ido enfriando sin que haya aún indicios consistentes sobre los autores materiales. Sin embargo, una constante en las pesquisas, en testimonios de testigos clave y en la cronología de los últimos días de los artistas colombianos antes de su desaparición el pasado 16 de septiembre, es la mención y presencia de miembros de la organización criminal capitalina, la Unión Tepito. La última pista señala a uno de sus presuntos miembros, Mariano N, alias El Mariano, quien estuvo desde el día 1 cerca de los artistas y su círculo íntimo y a quien se acusa de haberlos llevado en un coche Mercedes Benz, color gris, al lugar de su muerte. Según fuentes extrajudiciales, las autoridades siguen su rastro y han estado cerca de capturarlo.
Bayron Sánchez (B-King) y Jorge Luis Huertas (Regio Clown) fueron vistos por última vez el 16 de septiembre en el adinerado barrio de Polanco, en Ciudad de México. El último día de su vida abordaron un vehículo por aplicación al salir de un gimnasio y se dirigieron hacia Iztapalapa. Después abordaron otro automóvil, un Mercedes Benz gris, con dirección al Estado de México. De acuerdo con la investigación, Mariano fue quien los llevó en ese coche. Las autoridades confirmaron el 22 de septiembre que las identidades de los dos músicis correspondían con dos cuerpos desmembrados encontrados el 17 de septiembre en Cocotitlán, cerca de los lindes entre el Estado de México y la capital mexicana.
Fuentes cercanas al caso han afirmado que Mariano N tiene vínculos con la Unión Tepito y que este fue arrestado en mayo pasado por la policía capitalina por disparar a un comerciante, que resultó herido, en la Unidad Vicente Guerrero, en Iztapalapa. Tras un seguimiento y operativo por los Centros de Comando y Control Oriente, fue aprehendido junto con Víctor Manuel N., a quienes les decomisaron droga. Sin embargo, debido a que no se ratificaron las denuncias para su encarcelamiento, su proceso se detuvo por falta de pruebas. Ambos fueron liberados.
En una entrevista en el podcast Más allá del silencio, Camilo Gallegos, representante de B-King, contó que conocieron a Mariano el 11 de septiembre, el día que ambos llegaron a Ciudad de México desde Medellín, Colombia. Quienes los recibieron en el aeropuerto con un vehículo de lujo fueron Regio Clown y su socio y mejor amigo, Rogelio Mastracci. Eran los organizadores de la fiesta “Independence Day. Sin Censura” y quienes contrataron al cantante para que se presente en ese evento el 14 de septiembre. Según Gallegos, quien manejaba la camioneta era Mariano N.
La segunda vez que Mariano aparece en la cronología de los hechos es el 15 de septiembre en la madrugada, durante la fiesta que se realizó en Womans, en la sureña alcaldía Álvaro Obregón, un centro nocturno que alberga habitualmente espectáculos de strippers para mujeres. Un testigo clave detalló, como consta en la carpeta de investigación, que Mariano y El Comandante llegaron a la fiesta “aunque por muy poco tiempo”. Los nombres de ambos han figurado en las pesquisas desde el primer momento. Una de las primeras evidencias filtradas fue una captura de pantalla de una conversación entre Regio Clown y su pareja. Esta decía que el DJ debía reunirse el 16 de septiembre con “Mariano” y “El Comandante”. El DJ añade que “no confía en nadie”, pero “hay que hacer negocios”. El mismo testigo señala que El Comandante es presuntamente un agente del Instituto Nacional de Migración del Gobierno de México y Mariano es su chofer y mano derecha. Ambos se fueron de la fiesta a las 5 de la mañana.
Los últimos cuatro detenidos por el doble asesinato han sido Angélica Irais N, Luis Alberto N, José Luis N y Jaime N, por presuntamente facilitar el Mercedes gris en el que se transportaron los músicos, dentro del que fue hallado un popote con ADN de B-King. Jaime N., de 62 años, ha denunciado haber sido víctima de un montaje de las autoridades del Estado de México, pues asegura haber vendido el coche en mayo.
Ángel Carrera, abogado de Jaime N, explicó que el coche primero fue propiedad de una fábrica de pinturas en el Estado de Puebla. El Mercedes Benz fue a parar a la aseguradora Atlas tras un siniestro. Este ha asegurado que su cliente se dedica a la compra, reparación y venta de carros siniestrados desde hace más de 20 años. El letrado ha dicho que a su representado le dieron una moto y dinero en efectivo por la transacción. La responsiva de dicha transacción será acreditada en las próximas semanas dentro de la investigación complementaria. El defensor ha anticipado a este diario, vía telefónica, que Mariano N no es quien le compró el coche a su representado.
La presencia de la Unión Tepito
Una de las principales hipótesis de investigación que manejan las autoridades sobre el doble homicidio de los músicos es que probablemente se trató de una retaliación contra el DJ por no haber pagado derecho de piso para el menudeo de drogas, con la mala suerte de que B-King se encontró “en el lugar equivocado”. Las sustancias a las que se refiere esta línea de investigación son el tusi y el Coco Chanel.
El tusi (two cee bee en inglés, pronunciado tusibi) o también la mal llamada cocaína rosada—sus componentes y efectos no tienen nada en común con los de esa sustancia— es una mezcla de ketamina, algún estimulante (generalmente cafeína y MDMA) y edulcorantes que le dan su distintiva tonalidad. En la carpeta de investigación consta también que fue Gallego quien sacó “un polvo blanco brilloso”, conocido como Coco Chanel, una nueva droga proveniente de Medellín, Colombia, que, según un testigo, buscaba importar a México. Esta última, apuntan fuentes consultadas por EL PAÍS, es otro tipo de tusi.
Una de las declaraciones que recoge la carpeta de investigación detalla que el consumo de Coco Chanel fue constante durante la fiesta Independence Day. Este mismo relato recoge que Mastracci identificó en la fiesta a una persona que llamaban El Maxi. Este fue después identificado por las autoridades como Yónier N. Su nombre coincide con uno de los cuatro colombianos que fueron detenidos y torturados por la Fiscalía del Estado de México, el 24 de septiembre, para ser inculpados por el doble asesinato. El Maxi, según los testigos, dijo la noche de la fiesta ser el único distribuidor de tusi en Ciudad de México que contaba con la autorización de la organización criminal Unión Tepito. También se dijo que este controla, junto con un socio, una red de préstamos conocida como gota a gota, que van acompañados de intimidaciones o agresión física en caso de impago. Según expertos en seguridad, el tusi es comercializado en Ciudad de México por La Chokisa y la Unión Tepito.
Mastracci y una mención al Manzanas
Datos recopilados dentro la carpeta de investigación sobre la Unión Tepito detallan que se formó entre 2009 y 2012 por desertores de la organización Beltrán Leyva —una escisión del Cartel de Sinaloa— y la Familia Michoacana. Comenzaron extorsionando con la modalidad del gota a gota a vendedores callejeros, negocios locales, bares y clubes nocturnos. El documento especifica que la extorsión a esos negocios era particularmente rentable y permitía a los expendedores de drogas operar dentro de ellos y reclutar por la fuerza a los empleados como camellos (narcomenudistas) o halcones (vigilancia en puntos estratégicos).
Tras la captura de sus principales cabecillas, Raúl Rojas Molina, alias Mi Jefe, en 2020, y de Eduardo N, alias El Chori, en 2024, dos subordinados del primero, conocidos como El Manzanas y El Elvis, quedaron a cargo de la Unión Tepito. Según el documento, las operaciones de la organización criminal se extienden en las 16 alcaldías de Ciudad de México y con mayor incidencia en colonias como la Cuauhtémoc, Iztapalapa, Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Venustiano Carranza, además del Centro Histórico y la denominada Zona Rosa, caracterizada por sus bares y antros.
Otro testimonio clave dentro de la carpeta de investigación señala que Mastracci y Regio Clown comenzaron a trabajar juntos en la planificación de fiestas unos meses antes de la realización de “Independence Day”. Ellos cobraban el costo de la entrada al evento y los dueños de los locales recibían ingresos de la venta de bebidas alcohólicas durante la realización del mismo.
Sin embargo, días antes de la realización de Independence Day, un testigo afirma que Mastracci se comunicó con el dueño de Womans, donde se presentaron el 14 de septiembre, y le contó que tenía que asistir a un bar, del que no se conoce el nombre con exactitud o su ubicación, a pedido de un Jorge N. “Rogelio tenía miedo de acudir a dicha reunión, donde estaría el jefe de Jorge N, quien solo lo nombró como El Manzanas. Su voz se escuchaba normal, pero sí insistía en que tenía miedo”, recoge el testimonio en la carpeta de investigación.
Un día después, Mastracci y el dueño de Womans volvieron a platicar sobre el evento del 14 de septiembre. En esta conversación, Mastracci se “escuchaba tranquilo” y ya no comentó que tenía miedo, pero que a partir de la reunión con Jorge N tomó la decisión de que solo quería organizar fiestas con él a futuro.
A pesar de la presión mediática e internacional que ha atraído el doble asesinato de los músicos, el caso sobre el que se cierne la sombra de una de las organizaciones criminales que operan en la capital ha comenzado a enfriarse.
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