_
_
_
_

En un México cada vez más sediento, tres ideas de emprendedores para enfrentar la crisis del agua

Una compañía apuesta por sembrar en interiores, otra por mejorar la infraestructura hídrica y una tercera por condensar el agua del aire

El interior de un contenedor reutilizado para la agricultura, un diseño llamado 'Huvster' por sus creadores.
El interior de un contenedor reutilizado para la agricultura, un diseño llamado 'Huvster' por sus creadores.Verde Compacto

EL PAÍS ofrece en abierto la sección América Futura por su aporte informativo diario y global sobre desarrollo sostenible. Si quieres apoyar nuestro periodismo, suscríbete aquí.

En México, alrededor de 9 millones de personas no tienen acceso a al agua. Solo en la capital, el 26% de sus habitantes no reciben la suficiente. Y aunque las lluvias recientes han favorecido el incremento en los niveles de algunas de las principales presas del país, el problema está lejos de resolverse. Mientras el estrés hídrico se agudiza en todo el mundo, surgen posibles soluciones, algunas de las cuales, además de ofrecer una salida a un país cada vez más sediento, se posicionan como negocios sostenibles que pueden generar ingresos y empleos.

Estas son tres propuestas destacadas de emprendedores mexicanos cuyos casos están incluidos en el libro 10 emprendedores sustentables del agua, de LID Editorial, el Tecnológico de Monterrey y Disruptivo.

Sembrar en interiores usa 90% menos de agua

Los contenedores de barcos desechados como basura se conviritieron en un material valioso para Jorge Lizardi y Juan Gabriel Succar. Los emprendedores los utilizan desde 2019 como materia prima para crear granjas de agricultura vertical llamadas Huvsters. “Les ponemos un sistema de hidroponia vertical y los equipamos con sistemas automatizados para controlar temperatura, humedad, ventilación, iluminación, riego y nutrición para plantas”, dice Juan Succar, cofundador de Verde Compacto.

Por años, los socios incursionaron en negocios para hacer más sustentable al campo mexicano. Experimentaron con distintas ecotecnologías: entre otras cosas, intentaron generar gas a partir de biodigestores usando residuos orgánicos y diseñaron plantas de cogeneración de energía a apartir de paneles solares. “Nos dimos cuenta de las enormes áreas de oportunidad en la distribución de alimentos, el agua y el desperdicio”, agrega Succar.

El exterior de los 'Huvsters'.
El exterior de los 'Huvsters'.INNOVAQUA

De pronto, descubrieron la agricultura vertical en interiores, una solución que se implementaba en otras partes del mundo. Este método consiste en sembrar, adentro de bodegas, edificios y contenedores de barcos, controlando todo el ambiente para maximizar la productividad y evitar el desperdicio de agua.

“Controlar el ambiente permite una productividad exponencial, produciendo todo el año sin importar el clima o las plagas”, dice Juan Succar. Estas granjas para interiores las pueden instalar en cualquier sitio. “Los contenedores transformados en granjas son plug and play, listos para ensamblar y producir en cualquier parte del mundo”, agrega.

Su primer cliente fue un resort en la Polinesia Francesa, archipiélago que importa gran parte de los alimentos que requiere. Verde Compacto le vendió contenedores para que fuera autosuficiente en la producción de vegetales. Además los venden a agricultores para diversificar su producción y a universidades, que los usan para hacer investigación y desarrollo.

Plantas al interior de uno de los contenedores granja.
Plantas al interior de uno de los contenedores granja.Verde Compacto

La productividad de los cultivos es notoria: en 30 metros cuadrados, se puede producir lo equivalente a 5.000 metros cuadrados al año en la agricultura tradicional. Además, en este ambiente consumen menos agua de lo usual. “Las lechugas utilizan solo un litro y medio por unidad, en comparación con los doce litros necesarios en campo abierto”, explica Succar.

La escasez y una mayor conciencia sobre el consumo del agua aumentaron la demanda, aunque la inversión inicial es alta. Además, la rentabilidad es significativa: los contenedores de 40 pies cuestan alrededor de dos millones de pesos y pueden recuperar la inversión en un rango de dos a cinco años, dependiendo del modelo de negocio del cliente, según el emprendedor.

Verde Compacto crece en ventas a un ritmo de 15% anual. Para 2029, los emprendedores esperan que la industria de agricultura vertical en el país tenga un valor de más de 500 millones de dólares. “Nosotros reinvertimos constantemente en investigación y desarrollo para seguir mejorando la tecnología”, agrega Juan Succar. Bajo la metodología de Verde Compacto se producen unas 200 variedades de hortalizas, distintos tipos de hongos y forraje para ganado.

La gallina de los huevos de oro de Tubepol

Mejorar la infraestructura hídrica de México es una necesidad que Tubepol vio como oportunidad. Más del 70% de las tuberías del país rebasaron ya su tiempo de vida útil, lo cual las hace propensas a averías. ”Tienen más de 60 años operando cuando una tubería de concreto tiene de 25 a 30 años de vida útil”, dice Adrián Cordero, cofundador de Tubepol, junto con su socio Jorge Pérez.

Parte del trabajo que hace la empresa es diagnosticar las redes a través de cámaras de inspección que introducen a las tuberías y dan una imagen en tiempo real del estado de las mismas. “La infraestructura del país presenta muchas fugas por las que que se pierde del 40% al 50% del agua”, explica Cordero. El agravamiento de la escasez de agua hace más apremiante una solución a esa situación.

La red de tuberías de la Ciudad de México es de 80.000 kilómetros. Renovarlas sería imposible si la empresa tuviera que abrir el concreto, extraerlas y sustituirlas. Pero Tubepol desarrolló una tecnología que permite crear un tubo nuevo dentro de una tubería existente sin necesidad de excavación. Además de ser un proceso más rápido, es menos invasivo, y promete una durabilidad de hasta 50 años más, advierte.

Uno de los tubos antes de ser inflado.
Uno de los tubos antes de ser inflado.TUBEPOL

Desde su fundación en 2012, Tubepol ha enfrentado diversos retos, incluyendo la aceptación inicial de su tecnología, que confiaran en ella. “Al principio empezamos con proyectos muy pequeñitos”, reconoce Adrián Cordero.

La perseverancia rindió frutos. El crecimiento fue bajo los primeros años, pero a partir del tercer año crecieron en promedio un 30% anual. Hasta la fecha han rehabilitado aproximadamente 150 kilómetros de tuberías, la mayoría para proyectos del Gobierno, a nivel local y federal.

Uno de los tubos inflables durante su instalación.
Uno de los tubos inflables durante su instalación.TUBEPOL

La tecnología se basa en una manga flexible, hecha a base de resina y fieltro, que se infla dentro de la tubería dañada creando un tubo nuevo dentro del viejo. “Las resinas se polimerizan con una fuente de calor o luz ultravioleta, y se convierten en la nueva tubería”, describe. Además los materiales los fabrican localmente, con un menor costo y una atención más pronta.

“La sequía es un tema muy importante. Si el Gobierno ya trató, captó, limpió y bombeó cierta cantidad de agua, pero se pierde el 40%-60% en las redes, es grave”, señala Cordero. Así es como Tubepol aspira a marcar una diferencia tangible con su tecnología innovadora y un enfoque en la sostenibilidad en la conservación de este recurso.

Hacer agua del aire

Mauricio Bonilla y sus dos socios, Gastón Islas e Isaac Garza, se preguntaban cómo resolver la falta de acceso al agua cuando, en sus investigaciones, descubrieron una máquina fuera de México que condensa el agua a partir de la humedad relativa del ambiente.

“Más del 72% del agua de los 14.400 millones de metros cúbicos que caen en México se evaporan. Solo se aprovecha 30%”, refiere Mauricio Bonilla, cofundador de Innovaqua. Además, según explica, tampoco se aprovecha la que se evapora de todos los mantos acuíferos, sin importar si son de agua dulce o salada. “Esta tecnología aprovecha al máximo el ciclo del agua”, añade.

La instalación donde son producidos los dispositivos de condensación.
La instalación donde son producidos los dispositivos de condensación.INNOVAQUA

Y, sin embargo, no bastaba con adoptar la tecnología: los tres empresarios tuvieron que adaptarla y mejorarla. El primer reto que enfrentaron fue el saber qué ciudades del país generan la humedad relativa necesaria para que Nube, su dispositivo de condensación, pudiera generar agua.

La máquina requería 35% de humedad relativa en el aire para generar nueve litros de agua diarios. A partir de ello concluyeron que la tecnología, que en apariencia es un dispensador de agua eléctrico, no puede funcionar en lugares como, por ejemplo, el Estado de Zacatecas, donde la humedad oscila alrededor del 20%. Este análisis reveló, de hecho, que alrededor de un tercio del país no podía adoptar esta tecnología.

En los primeros años hicieron otras adaptaciones, como incluir un sistema de enfriamiento, disminuir el ruido del dispositivo y convertirlo en un producto sostenible. “Tenemos múltiples patentes sobre mejoras que hemos hecho a la máquina, enfocándonos en la eficiencia energética y sonora”, explica Bonilla.

Actualmente Nube está presente en 52 países, lo cual representa un reto para la empresa, pues debe garantizar que la máquina funcionará en diversas condiciones climáticas. “Para abrir en una nueva ciudad, necesitamos un representante local que use la máquina y valide su funcionamiento durante al menos un año”, detalla.

Los dispositivos de condensación llamados 'Nube'.
Los dispositivos de condensación llamados 'Nube'.INNOVAQUA

El servicio al cliente es otro pilar fundamental. “Uno de nuestros mayores retos es mantener una capacidad de respuesta uniforme y en los mercados en los que operamos”, explica. Eso incluye el manejo de la logística de distribución y soporte técnico en diferentes zonas horarias.

Los equipos y las refacciones las envían desde su planta en Monterrey. Para resolver cuestiones técnicas, se valen de videotutoriales, representantes alrededor de la región, y un call center que maneja 11 idiomas. En los últimos dos años, sus ventas aumentaron entre 30% y 40% al año.

Aunque la inversión inicial de un equipo que produce 30 litros diarios es de 1.950 dólares, es un gasto que se justifica, dice el empresario, pues al final reduce la huella hídrica y lleva agua a lugares en donde es un recurso escaso.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_