López Obrador, sobre la suspensión de la planta de Tesla: “Esto no es serio, deben tener otro plan de negocio”

El presidente López Obrador ha enmarcado la decisión del magnate Elon Musk de suspender la apertura prevista de la planta de vehículos eléctricos en Nuevo Léon en la campaña electoral que vive Estados Unidos, pero ha reprochado la actitud del jefe de Tesla: “Esto no es serio, debe tener otro plan de negocios o ya lo hicieron. Muchas veces estas empresas no producen, solo especulan. Dan a conocer una noticia, les va bien en la bolsa, aumentan el precio de las acciones y la producción pasa a un segundo plano”. Obrador ha recordado el sobrecosto para los consumidores estadounidenses que supondría producir solo en su país los vehículos, y en una carta enviada al expresidente Donald Trump le ha recordado la competencia que supone el mercado chino en detrimento de la región norteamericana.

Este martes se dio a conocer la decisión de Elon Musk de poner en suspenso la planta industrial en Nuevo León, negociada con el gobernador Samuel García hace meses, que sirvió para presumir el volumen de empleo que ello generaría. El Estado norteño comenzó con los preparativos estructurales para instalar allí el negocio que ahora queda paralizado. La razón de ello son las declaraciones en campaña de Trump, en las que habla de poner aranceles a la producción en México, por lo que Musk, correligionario del expresidente, ha declarado que, de ser así, no le saldría rentable la inversión ultrafronteriza.

“Esta es una declaración de campaña electoral y en las campañas hay mucha pasión, se habla en demasía, en cualquier país del mundo, cuando pasan las elecciones y se constituyen los gobiernos ya es otra cosa”, ha dicho el presidente mexicano en su conferencia de este miércoles. La especulación de las empresas, ha remarcado el mandatario, “es un mal que estamos padeciendo en todo el mundo y es algo que no da solidez al progreso de las naciones. No se puede avanzar con paso firme sin producción ni empleos. La especulación financiera no es signo de prosperidad”. “Tengo que decirle a los mexicanos, a los paisanos, que no se crean mucho lo que se dicen en las campañas”. “Y yo creo que Musk también sabe cómo son los discursos de campaña”, ha afirmado.

López Obrador ha leído una carta recientemente enviada a su “amigo Donald Trump”. La palabra amigo la menciona varias veces en el texto, incluso le dedica alguna broma en la posdata. En ese mensaje, el presidente mexicano dice entender las claves de una campaña electoral, pero le advierte diplomáticamente sobre “la rebelión que puede darse en ambos países y los daños a los pueblos, la industria y el comercio” ante la perspectiva “indeseable” de cerrar la frontera, como dijo Trump en la convención republicana. Y le informa de que sería de “especial gravedad en Estados Unidos”, porque los Estados fronterizos a ambos lados de la raya representan la cuarta economía mundial. Y por esos puentes entre ambas naciones se trasladan habitualmente un millón de personas y 600.000 vehículos, 70.000 de los cuales transportan mercancías. Un carro importado de México supone un ahorro para el consumidor estadounidense de 10.000 a 15.000 dólares, ha dicho el presidente, y después ha añadido: “Queremos a los estadounidenses, son nuestros vecinos y amigos”.

La presencia del acuerdo comercial firmado entre Estados Unidos, México y Canadá, supone una agarradera potente para las relaciones entre los tres países, más allá de las elecciones y quiénes sean los mandatarios. El TMEC “es la única opción para enfrentar con éxito la competencia con China. Debemos ser una región independiente. En la pandemia, Estados Unidos no podía comprar electrodomésticos por falta de semiconductores que se fabrican en Asia, por eso trasladaron las empresas a Arizona y otros Estados”, recordó López Obrador. “No solo son vehículos lo que se produce en México, sino otras mercancías fundamentales para la industria estadounidense, hay que ir aclarando eso”. Sin el TMEC, ha expuesto el mandatario, se corre “el riesgo de rezago, pues China pretende legítimamente alcanzar el 32% del PIB en 2040. Si no nos unimos y fortalecemos, solo lograremos el 23%” en la región americana, ha defendido. “Debemos convertirnos en la región más poderosa sin exclusiones y con respeto a la soberanía de los pueblos y naciones”.

López Obrador ha dicho que le inspira confianza Trump por cómo actuó en campaña en las elecciones que le hicieron presidente y cuál fue su proceder una vez en el gobierno. Ha leído parte del discurso del expresidente estadounidense cuando se firmó el TMEC en 2020, en el que Trump decía: “Nos une el comercio, la historia, la familia y la fe. Los 36 millones de mexicanos fortalecen nuestras iglesias y colorean los trazos de la vida en nuestra nación. Son grandes hombres y mujeres, grandes comerciantes que conforman un gran porcentaje de los negocios, en los que son exitosos. Grandes personas y seres honorables”.

En la posdata, López Obrador le aclara que todavía no ha terminado su gobierno, que concluye a finales de septiembre: “Por favor, no me ande mandando a la chingada antes de tiempo”.

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