Asesinada la activista trans Samantha Gómez Fonseca al salir de una visita en un reclusorio de Ciudad de México
La defensora de derechos humanos, que fue aspirante al Senado por Morena, recibió varios disparos mientras viajaba en un coche en la alcaldía de Xochimilco
La activista trans Samantha Gómez Fonseca fue asesinada el domingo al salir de una visita en el reclusorio sur de Ciudad de México. La defensora de derechos humanos, de 37 años, recibió varios disparos cuando estaba montada en un coche. Los primeros reportes apuntan a que Gómez tomó un taxi por aplicación nada más salir de la prisión y cuando el vehículo llegó a un tope, un agresor con arma de fuego la atacó a través de la ventanilla. Es la tercera mujer trans asesinada en México en los primeros 15 días del año, mientras otras dos han sido brutalmente agredidas. “¿Qué está sucediendo en México?”, ha preguntado la diputada Salma Luévano al conocer la noticia: “Exijo justicia para Samantha y para todas mis hermanas”.
Samantha Fonseca, que fue aspirante al Senado por Morena y que en octubre recibió la medalla al mérito de los defensores de derechos humanos, había convocado para este lunes a una concentración por la dignidad trans. Fue su última publicación. La Fiscalía de Ciudad de México ha informado que se ha abierto una carpeta de investigación bajo el protocolo de feminicidio. El ataque se produjo en la colonia Santiago Tepalcaltlapan, de la alcaldía Xochimilco. Todavía no hay detenidos ni la dependencia capitalina ha detallado las posibles causas del crimen. Luévano ha catalogado el asesinato como producto del odio hacia la comunidad trans: “De esto hablo cuando me refiero que los discursos de odio son la antesala de los crímenes de odio”.
“Samantha dedicó su vida a distintas causas enfocadas en la participación política de las personas LGTBIQ+ y a la defensa de los derechos de las personas privadas de su libertad”, ha escrito el diputado de Morena Temístocles Villanueva, que ha definido a la activista como “una mujer brillante con una amplia trayectoria”: “Desde hace 16 años que soñamos y trabajamos de la mano por un México para todas, todos y todos, y hoy más que nunca me comprometo a seguir con nuestra lucha”. La condena por el asesinato de Gómez Fonseca ha llegado también a España, donde Carla Antonelli, la primera diputada y senadora trans del país, ha escrito al compartir la noticia: “La transfobia nos ha dibujado una diana en la frente”.
Tres días antes del homicidio de Fonseca, mataron en Michoacán a Miriam Noemí Ríos. La mujer trans era comisionada de Movimiento Ciudadano en Jacona y coordinaba el colectivo LGBT local. Acababa de mostrar de su intención de integrar la lista de candidatos a regidores para las elecciones del 2 de junio. Fue asesinada en su puesto de gorras en la colonia Libertad, de la ciudad de Zamora. Tampoco hay todavía detenidos. “La Fiscalía de Michoacán debe agotar todas las líneas de investigación evitando cualquier tipo de prejuicio y estigma que obstaculicen la justicia como en otros casos de violencia letal hacia las comunidades LGBTI+ o disidentes que aún están impunes en el país”, señaló Movimiento Ciudadano.
Antes, el 6 de enero, fue el asesinato de Gaby Ortiz. La mujer era reconocida en Ixmiquilpan, Hidalgo, por su trabajo como estilista en concursos de belleza y ferias patronales. Fue hallada sin vida y con signos de violencia en un camino rural del municipio. El colectivo Existimos señaló que Ortiz había recibido amenazas. Ella fue la primera de una oscura lista que el año pasado llegó a las 35 mujeres trans asesinadas, según Letra Ese, que monitorea los crímenes contra la población LGTB+.
El inicio del 2024 ha sido difícil para el colectivo trans en México. La actriz Paola Suárez, integrante de Las Perdidas junto a Wendy Guevara, fue brutalmente golpeada por su prometido José de Jesús Castro Gómez, la madrugada del 10 enero en Guanajuato. La creadora de contenido escribió a través de sus redes sociales: “Estoy a punto de perder el ojo, me quebranté dos costillas, me agarraste a patadas en el suelo, nunca pensé que llegaras a esto y un día antes me habías pedido matrimonio”.
Ese mismo día también fue agredida la activista Nicté Chávez en Coacalco, Estado de México. Su agresor fue uno de sus vecinos, que según denunció, ya había tenido actitudes violentas contra ella y su esposa. Chávez relató que este hombre la violentaba de manera constante y le pedía que lo confrontara como “hombre”. Su esposa intentó detener la agresión, pero el sujeto la ahorcó. Ambas presentaron una denuncia en la Fiscalía. “Nuestras vidas también cuentan, temo por mi vida, pero no callaré y seguiré adelante, levantando la voz”, ha dicho Salma Luévano, que la pasada semana recibió las disculpas del presidente Andrés Manuel López Obrador por llamarla “hombre vestido de mujer”. “Ni una más, ni una menos”, ha pedido la diputada.
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