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Checo Pérez, el héroe imperfecto se pone la medalla

El piloto de Red Bull afianza el subliderato del mundial de la Fórmula 1 en una paradójica temporada: mucha irregularidad en su mejor año

Diego Mancera
Checo Perez
Checo Pérez, en el podio del Gran Premio de Las Vegas tras terminar en el tercer lugar, la madrugada del domingo.ETIENNE LAURENT (EFE)

Hay una viñeta que mutó a meme que muestra a un deportista celebrar como nunca arriba del podio, pero cuando la toma se abre se le ve festejar desaforado el tercer lugar, incluso más que el ganador. Algo así ocurre en México con Checo Pérez. El piloto aseguró este fin de semana el segundo lugar del Mundial de la Fórmula 1, lo cual es un hito absoluto para el deporte mexicano: nunca antes un piloto había alcanzado la élite de la élite. De hecho, solo un puñado de atletas se ha podido sentar en la misma mesa de los grandes.

Pérez finalizó en el tercer lugar del Gran Premio de Las Vegas en una memorable carrera donde arrancó desde la undécima posición. El de Guadalajara, fiel a su estilo, comenzó desde la adversidad para escalar posiciones. De hecho, las cosas salieron mal desde el inicio porque su alerón delantero se dañó por un choque con Fernando Alonso. El de Red Bull metió turbo, se favoreció de otros incidentes en la pista y se puso a liderar durante un buen trecho de la carrera. Perdió posiciones frente a Max Verstappen y Charles Leclerc, aunque llegar a un tercer sitio en una carrera caótica fue su proeza.

El mexicano peleaba por asegurar el segundo lugar en el mundial de pilotos de la Fórmula 1. Verstappen consolidó su tricampeonato cinco carreras antes del fin del año. A Checo Pérez le quedaba pelear frente a Lewis Hamilton, ni más ni menos el siete veces campeón mundial. El 1-2 en el campeonato es algo inédito para Red Bull, un equipo que entró a la F1 en 2005. Además, Pérez cinceló su nombre en la historia del deporte al ser parte de dos campeonatos mundiales de constructores.

Las dudas de que el mexicano lo pudiera conseguir se basaban en que había tenido una campaña irregular: en las primeras cinco carreras lucía imparable con dos triunfos y dos segundos lugares. Era, en ese momento, la mayor amenaza para Verstappen. Se hablaba de las aspiraciones para ser campeón mundial. En la sexta fecha, el mexicano terminó en las vallas de contención de Mónaco en la clasificación. Con ese choque terminaron sus sueños.

Checo Pérez durante una conferencia de prensa en Las Vegas.
Checo Pérez durante una conferencia de prensa en Las Vegas. CAROLINE BREHMAN (EFE)

A falta de una fecha, en Abu Dabi el próximo domingo, el mexicano registra dos triunfos en Arabia Saudí y Azerbaiyán (además de ganar la carrera sprint), cuatro segundos lugares (Baréin, Miami, Bélgica e Italia) y tres terceros lugares (Austria, Hungría y Las Vegas). Terminó como cuarto lugar en España, Países Bajos y en Brasil. Aunque tuvo dos carreras en las que su coche no pudo terminar la carrera: en Japón y en México, donde fue por todo o nada y terminó en una tarde de dolor. Sus otros malos resultados fue un decimosexto sitio en Mónaco, el décimo puesto en Qatar, el octavo en Singapur, quinto en Australia y sexto en Canadá.

“Creo que después de Barcelona, o en Barcelona, me encontraba con un auto que era el más dominante de la historia, pero que era muy difícil encontrar la puesta a punto, poder maximizarlo los fines de semana, a la vez los demás equipos mejoraban muchísimo y la desconfianza crecía de nuestro lado”, comentó Pérez este fin de semana. “Cuando estás en Red Bull hay demasiado ruido externo que a veces complica mucho poder enfocarte. Hay una presión mediática que no la tiene ningún otro equipo, pero más allá de eso nuestra crisis fue real”, admitió el mexicano.

Por semanas se debatía entre los expertos de la Fórmula 1 si Pérez debía seguir o no en el equipo, de si debía sustituirlo Daniel Ricciardo o si debían despedirle de Red Bull, como ocurrió con otros pilotos como Daniil Kvyat, Pierre Gasly o Alex Albon. Christian Horner, jefe del equipo, defendió al mexicano y dejó en claro que en 2024, último año en el contrato del mexicano, Checo Pérez seguirá con ellos.

La evolución de Checo Pérez ha sido buena: de ser el decimosexto mejor piloto en 2011 con Sauber, séptimo con Force India en 2017, cuarto en su etapa con Racing Point en 2020, tercero con Red Bull en 2021 y ahora segundo. La estadística confirma lo que, entre broma, dijo Pérez alguna vez: “Mi carrera, como el vino, cada año es mejor”.

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Sobre la firma

Diego Mancera
Es coordinador de las portadas web de la edición América en EL PAÍS. Empezó a trabajar en la edición mexicana desde 2016 escribiendo historias deportivas. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación y Periodismo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

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